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-"Te amo", le dijo el príncipe a la princesa. ¿Y sabes lo que dijo la princesa? Ella respondió con un "gracias". Y vivieron felices para siempre...
-¡James!
Al levantar la vista, las gafas de James casi se le resbalaban de la nariz y parecía un niño pequeño a punto de ser regañado por sus padres al verse rodeado por los demás niños. Todos parecían haber sido sorprendidos haciendo algo que no debían mientras estaban reunidos alrededor del sillón más cercano a la chimenea de la Madriguera. Sin embargo, James intentó esbozar una sonrisa en dirección a Renata, que estaba de pie en la puerta entre la sala de estar y la cocina, con la cara enrojecida por la vergüenza.
-¿Qué? Es sólo un cuento- dijo James con una sonrisa mientras observaba sus brazos cruzados sobre el pecho -a los niños les gustó, ¿verdad, a todos?
-¡Oh, ya lo entiendo!- dijo Bill haciendo que los ojos de todos se posaran en el mayor de los Weasley -Entiendo por qué dijo 'gracias' en lugar de 'te amo'. Es porque el príncipe fue la primera persona que le dijo eso y lo dijo en serio porque sus padres eran malos, ¿no? Le dijeron que la querían pero no lo decían en serio, no como el príncipe, así que cuando él lo dijo, ella se sintió agradecida. Agradecida de que alguien pudiera amarla por lo que era.
La sala se quedó en silencio mientras los otros niños miraban a Bill como si se hubiera metido un palo en la nariz, pero Renata y James, los únicos adultos que se encontraban en ese momento en la sala, se quedaron callados al verse sorprendidos por lo preciso y acertado que fue Bill.
-Vaya, Bill- se aclaró la garganta James después de unos segundos -eso fue realmente profundo.
-Sí- asintió Bill con una sonrisa -¿podemos ir a jugar ahora?
Ante la mención de jugar, todos los niños parecieron salir corriendo en diferentes direcciones para ir a jugar a algo diferente, además de participar en otro cuento. Harry fue arrastrado por Ron fuera del regazo de su padre y, mientras Ron tiraba de él, Harry agarró a Ginny y tiró de ella hasta que todos salieron de la habitación.
Era Navidad y Molly decidió que quería que todos vinieran a la Madriguera para celebrar las fiestas juntos. James y Renata habían aparecido antes junto con Harry ya que habían cocinado un par de platos para compartir. Desde entonces, entre Arthur y James se encargaban de mantener a los niños fuera de la cocina y de los cabellos de Molly, pero en un momento dado, Molly pidió la ayuda de Arthur, dejando a James solo con todo el grupo.
Pero mientras todos subían corriendo a excepción de Ron, Harry y Ginny, que se reunieron cerca del árbol de Navidad para maravillarse con los montones de regalos y los hermosos adornos, Renata se abrió paso y se sentó en el regazo de James, dirigiéndole una mirada severa.
-Oh, vamos, Ren- se rió James -¡no me mires así! ¿Has oído a Bill? Te ha entendido perfectamente.
-Sí, pero ¿tenías que decirles a todos ellos que te dije 'gracias' después de que me dijeras 'te amo'? Te dije que fue un accidente y me encontraste desprevenida.
