Llegamos a un castillo oscuro pero elegante y había muchas chicas con ropa negra, azul, rojo sangre e incluso verde oscuro.
La mayoría estaban nerviosas y algunas entusiasmadas que no paraban de moverse de un lado al otro.
El portón chirrió indicándonos que estaban empezando a abrir.
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Fuimos pasando y Hydra me miro alegre asentí con decisión.
Vi que se nos unían Cassiopea y Vivían. Di una vista al castillo admirando la niebla que protegía este terreno de ojos curiosos.
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Cuando volamos hasta la entrada, Brujaxa nos esperaba serena y fría analizando nuestras expresiones.
-Sed bienvenidas a vuestro hogar hasta que os hayáis convertido en excelentes hechizeras y brujas, ahora, las antiguas alumnas, podéis pasar y las nuevas quedaos-ordeno haciéndose a un lado.
Muchas brujas entraron y Talía e Hydra me guiñaron un ojo antes de irse volando.
Quedamos unas seis mirándonos indecisas.
-Bien ya que se han ido estaremos más a gusto así, ahora os explico cómo funciona Eclipse, Este castillo tiene unos cien pisos, y es preferible subirlos en escoba así no os cansais, está prohibido revelar la ubicación a los humanos, y si lo hacéis acabad con ellos sin dudar-nos miro seriamente antes de proseguir.
-Aqui aprenderéis durante cincuenta años, o sea que os graduareis a los veinticinco, para aprobar el curso es sencillo, va por puntos, el curso en total cuenta con quinientos puntos, si los conseguís todos, tenéis un diez, si no se os adjudicara la nota correspondiente, y en principio eso es lo más importante, después sabed que podéis venir a mi en busca de consejo o cualquiera de vuestras profesoras, no os mataremos a menos que seáis humanas infiltradas- en esa parte solté una pequeña risa que fue correspondida.
-Ahora basta de cháchara e id a escoger habitación, tenéis que subir a la planta veinte, tenéis vuestros horarios en la habitación al igual que el uniforme, ¿A que esperáis? ¡Largo!- Todas se fueron marchando sin embargo Brujaxa me llamo y me acerque.
Me dio una llave con una cadena.
-Tu habitación esta en el piso 40, al lado de la habitación de mi hija, me lo pidió ella-
-Gracias, en ese caso me iré a ver mi habitación-dije emocionada.
Volé mirando los pisos, era muy misterioso pero tenía una belleza oscura que no cualquiera sabría apreciar...
