Parte 7: Después de la tempestad, llego la calma

173 14 2
                                    

Spencer salió del trabajo , ella lo estaba esperando con una sonrisa.

Spencer salió del trabajo , ella lo estaba esperando con una sonrisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se saludaron con un tierno beso en la boca.

Blue: cena y película ...en casa...sólo tendremos a aguantar a la pesada de Allison...

Spencer: podemos ir a mi casa, pedir una pizza y ver la película que desees...

Blue: acepto!!!

Luego de cenar, pusieron la peli y se acurrucaron cerca el uno del otro, sin estar pegados, pero sintiéndose al mismo tiempo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de cenar, pusieron la peli y se acurrucaron cerca el uno del otro, sin estar pegados, pero sintiéndose al mismo tiempo. Blue levantó una mano y se la llevó al pelo, comenzó a hacerle caricias delicadamente en la cabeza . El contacto físico, sentir como su respiración se alteraba, toda la situación le despertó una excitación palpitante en todo el cuerpo, conforme pasó el tiempo esta le empujó a ir más allá, deslizó sus dedos por el cuello y comenzó a acariciarlo desde el hombro hasta la nuca, podía sentir como su piel cambiaba de temperatura, como su tacto se calentaba con el suyo, su excitación se hacía latente en la yema de sus dedos ,lo estaba volviendo loco, le costaba hasta respirar y liberaba la tensión en puntuales resoplidos..

Blue: It, estás bien?

Spencer: Me encanta It

Blue: Te gusta el masaje?

Spencer: Es lo q necesitaba después de un agotador día de trabajo...

Escuchar aquello la hizo pensar que quizás le daba permiso para algo más, así que tenía que probar. En una caricia que volvía desde su nuca hasta su cuello no se detuvo al principio del hombro como había estado haciendo, sino que deslizó las yemas de cuatro dedos muy lentamente hacia abajo, sobre su clavícula, sorteándola lentamente para llegar a su pecho, iba muy lento, pidiendo permiso para avanzar cada milímetro de su piel candente, que su respiración le otorgaba conforme se aceleraba , rozó con las yemas de los dedos su camisa, y empezó a juguetear en el borde deslizándolos suavemente por debajo. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lo que sea necesarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora