A little bit yours » h.s

Capítulo 11

N/a: más de 4,000 palabras. Oh baia, ténganme paciencia jiji.

En multimedia algunas fotitos para que se ambienten un poco sobre el lugar, bello no?

PD: subí una nueva historia pa que pasen a leerla, se llama 'Complicated Freak' y más que nada es el cliché de "mejores amigos que se gustan pero no lo admiten" :)

Holmes Chapel, cuatro de diciembre, 2020.

Narra Lena May

Despertar con la luz natural del día sumado al canto de los pájaros y no con el molesto bullicio de los autos pasando por las calles era una de las tantas razones por las que quería alejarme de la ciudad y vivir en la tranquilidad de un campo. No lograba entender el porqué, pero me ponía muy de buen humor abrir los ojos y saber que el silencio y la naturaleza iban a ser mis principales acompañantes.

Eso y la ligera resaca que martillaba dentro de mi cabeza.

Anoche nos habíamos quedado hasta tarde jugando a las charadas y bebimos mucho vino de por medio. Recordé haberme reído a carcajadas y también de haber actuado muy mal porque a Harry se le ocurrían unos escenarios y acciones imposibles para que yo los hiciera, sacando su lado travieso e infantil y observándome con malicia siempre que era mi turno actuar. Luego de eso nos quedamos conversando con Gemma y su novio y al parecer me quedé dormida en el momento porque no recordaba haber subido a la habitación para acostarme.

Vi la hora del reloj que estaba sobre la mesita de noche y me sorprendió ver que siendo las ocho y tantas de la mañana ya se escuchaba ruido abajo. Me senté en la cama y pasé mis manos por mi cara, frotando mis párpados que aún pesaban por el sueño. Saqué el pesado cobertor de mi cuerpo y apoyé los pies en la fría madera, el súbito cambio de temperatura haciéndome temblar. Noté que el otro lado de la cama estaba hecha, sólo ligeramente hundida, como si una persona se había acostado ahí por unos minutos.

Mis ojos viajaron por la habitación y no supe saber si era una de invitados o era la de Harry. Estaba decorada de una manera tan pulcra y neutra que decidí inclinarme con la primera opción. Aun así, no evité en sentir una pequeña decepción al darme cuenta de que él no se había quedado a dormir conmigo.

Entré al baño que estaba dentro de la pieza y lavé mi rostro, para después sacar de mi bolso un cárdigan de lana color negro y ponérmelo sobre los hombros. Luego me senté en la cama deshecha y me calcé unos calcetines, peinándome después el desorden que yacía en mi pelo. Me levanté y abrí ligeramente la cortina para ver qué tal estaba el día. Había sol y unas pocas nubes, pero el rocío congelado en las plantas y césped me dieron a entender que era una mañana helada.

Bajé las escaleras con pasos tímidos, arremangándome un poco el cárdigan que colgaba de mis brazos. Sólo esperaba que-

—¿Podríamos ir mañana? Quiero llevar a Lena a un lugar —escuché la voz de Harry provenir de la cocina y pude respirar tranquila al percatarme que él también estaba despierto.

—Mañana al ser sábado tendremos que ir más temprano —Anne le respondió con cierto tono de advertencia y yo a estas alturas ya estaba entrando a la cocina, abrazándome a mí misma.

Harry me vio llegar y sonrió, levantándose de la butaca con una taza en una de sus manos y acercándose a mí.

—Lena es una persona madrugadora, ¿no es así? —me atrajo a él colocando uno de sus brazos sobre mis hombros y besando mi sien—. Buenos días.