Capítulo 13

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N/a: marcaré con un asterisco (*) la parte donde deben reproducir el video de arriba!! Me disculpo si encuentran el capítulo medio ñeh, es lo que se me ocurrió :(



Roma, nueve de diciembre, 2020.

Narra Harry Styles

"Es increíble como el cerebro humano es capaz de procesar su alrededor. Siempre quise preguntarte cómo funciona uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo: cómo es que uno tiene recuerdos, cómo se desarrolla cada personalidad, cómo es que el dolor, la suavidad, el arte, la música y un sinfín de estímulos más logran encender algo dentro de tu cabeza. Pero lo que más me causa curiosidad es cómo nosotros obtenemos el juicio de escoger nuestras propias amistades y tener la conciencia de saber si son o no las correctas.

Desde el momento que comimos las hamburguesas y papas fritas a orillas del río Támesis supe que quería tenerte en mi vida como una amiga. Sabes que mi trabajo me limita mucho a formar nuevas amistades, sobre todo con personas que no pertenecen a mi mundo. Pero de igual manera, y sigo sin explicarme el por qué, mi cerebro me pinchó con un palo lo suficiente como para que me diera cuenta de que te necesitaba en mi vida; una persona pura y humilde, que me recordara la verdadera vulnerabilidad y debilidades del ser humano.

A veces me pongo a pensar qué sería de nuestras vidas si esa noche de San Valentín no hubiese pasado. Nos habríamos ahorrado algunos problemas, como las distancias que vivimos o el día en que temí perderte cuando te asaltaron porque te había invitado al concierto de Londres. Pero nos habríamos perdido todos los momentos maravillosos que he vivido contigo, Lens, que si los escribo ahora seguramente terminaré escribiendo una carta de dieciocho páginas... de anverso y reverso.

De igual manera, conocerte fue la mejor coincidencia. Y jamás creí que me enamoraría tanto de ti..."

—Este lugar es un laberinto —escuché su bufido a la distancia, haciendo que dejara el lápiz de lado y cerrara mi diario rápidamente antes de que se diera cuenta—. Tardé diez minutos en encontrar el baño, otros diez en pillar la cocina y creo que unos quince en volver.

Reí ligeramente, observándola llegar al salón principal, abrigada hasta el cuello con dos tazas de café en sus manos. Sus piernas que aún mantenían el tono bronceado que me volvía loco estaban cubiertas por unos calcetines de lana largos y su pequeña anatomía parecía desaparecer bajo un gran suéter que le llegaba hasta la mitad de sus muslos.

"Siempre que aparecías con ropa tuya puesta cuando estábamos juntos, deseaba que te pusieras algo mío, para que tu aroma quedara impregnado y tuviera un lindo recuerdo tuyo cada vez que no estaba contigo..."

—Ten, la cafetera tenía instrucciones en italiano que no logré entender así que hice café normal —me pasó la taza y se sentó a mi lado, levantando sus piernas para apoyarlas sobre mi muslo y dándole un sorbo a su café—. ¿En qué estabas?

—Nada... —miré de reojo mi diario sobre la mesa de centro y rodeé sus piernas con mi mano libre, devolviéndole la sonrisa que me estaba dando—. Pensando.

—¿En qué? —volvió a preguntar, apoyando el costado de su cuerpo sobre el respaldo del sillón.

"Siempre quise preguntarte, y aunque sabía que no iba a entender nada de lo que me ibas a explicar sobre el funcionamiento del cerebro, igual quería escucharte porque tu voz simplemente era otra cosa..."

A little bit yours » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora