ℍ𝕚́𝕓𝕣𝕚𝕕𝕠𝕤. [EDITANDO]

Bakugo Katsuki 2

En definitiva, estás completamente loca.

—B-Bien, éste es mi ho-hogar...

—No está mal—dijo, adentrándose a la casa de _____ como si nada.

—Si adelante, no hay problema...— susurró un poco molesta haciendo un puchero por la falta de modales de ese niñito.

—Te oí.—contestó el rubio en alguna parte de la casa.

No sabe por qué lo trajo a su hogar, ¡Solo ocurrió!
Demonios ahora mismo comenzaba a entrar en su mundo llamado "Dudas existenciales"
Donde se cuestionaba cada acción que hacía.
Como ahora.

Recuerda el sentimiento de querer ayudar al niño híbrido a pesar de no conocerlo, pues se veía algo desnutrido, sucio y quizá lastimado.

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"—O-Oye...— le habló despacio.

—¿Mmm? ¿Qué quieres?— respondió terminando de comer ese delicioso pedazo de pan.

—¿Cómo te llamas?

El niño no respondió y solo se le quedó viendo con el seño fruncido, la chica tragó saliva, aún siendo menor que ella le daba miedo.

—Katsuki. ¿Y tú?

—_____.

Hubo silencio luego de eso, el niño tenía aún mucha hambre pero ya no quería quitarle más comida a la chica delante suyo, por lo que decidió que lo más prudente sería volver a perderse dentro de ese bosque, no tenía a dónde ir más que a ese lugar.

—Bueno, me voy.— se sacudió las manitas y comenzó a caminar.

¿Es en serio?
¿Se iba así nada más?

—¡He-Hey!- lo llamó, haciendo que se tuviera y volteara a verla— ¿Pi-Piensas irte así como así? ¡Por supuesto que no!

No era buena con las palabras, eso fue lo único que se le ocurrió, sólo esperaba que el niño entendiera su indirecta.
Que al parecer fue listo porque sonrió arrogante.

—¿Ha? ¿Y que piensas hacer?"

¡Grandísima idiota!

Se regañaba mentalmente, suspiró, bueno ya no había nada que hacer, ya estaban ahí.
Dejó su bolsa de pan en una mesa junto a su canasta, donde empezó a sacar las cosas que necesitaría para hacer la cena.

Un poco de carne con pan y queso, supone que estará bien.
Pone manos a la obra y en treinta minutos a terminado, en dos platos coloca una cantidad decente de comida.

—¡Katsuki, la cena esta lista!

Si esperaba alguna respuesta nunca se le fue dada, sólo hubo silencio.

—¿Katsuki?

Terminó de limpiarse las manos para ir a ver en dónde se había metido ese niño.
No estaba en el baño, así que fue a su habitación.
Y lo encontró en su cama hecho bolita a punto de dormirse.

Se le hizo una escena muy tierna, debió ser muy duro para él vivir entre el bosque sin alguna comida decente o una cama donde dormir.
Se le ocurrió la idea de llevarle la cena a la cama, seguramente seguía con hambre.
Poniendo toda la comida y un poco de agua de limón en una bandeja, con cuidado regresó a la habitación, dejando todo en su mesita de noche que únicamente tenía un vela encima más unos cerillos.

—Katsuki, te traje la cena.— habló despacio, removiendolo un poco.

El rubio quería dormir, pero también tenía hambre y era seguro que si no comía no dormiría bien.
Con pesadez se levantó y quedó sentado en el borde de la cama, siendo alimentado por _____, solo por ésta vez se dejaría consentir y ayudar.
La chica le daba de comer y beber, y después de alimentar a su invitado comió ella.

Bakugo quedó con la barriguita llena y pronto le dio más sueño.

—Ven, acuéstate.— susurró suave la joven, llevando a Katsuki de vuelta al centro de la cama para que descansara.

Una vez acostado ella hizo lo mismo colocándose a su lado, cobijó a ambos con una mantita y acarició su cabello, no pudo con la tentación y acarició sus orejitas de lobo.
Eso pareció gustarle al chiquillo pues parecía que ronroneaba y se acercó aún más a la fémina.

Creo que esto no podría ser tan malo.

Pensó _____.

Quien sabe, lo descubriría en un futuro.