ℍ𝕚́𝕓𝕣𝕚𝕕𝕠𝕤. [EDITANDO]

¿A Dónde Fuimos A Parar...?

Oa, en lo que salgo de este perro bloc creativo, les traigo de vuelta este cap, ya lo había subido pero dije que lo iba a volver a poner en borradores.
•Arreglé, cambié y agregué un par de cosas nuevas, el capítulo es largo así que tómate tu tiempo en leerlo.
•Lamento si Wattpad cambia los guiones largos a cortos, después lo soluciono.

Con ayuda de Izuku, lograron calmar a ambos chicos que parecía jamás detendrían su discusión.
Volvieron a tomar asiento, esta vez estando un poco más distanciados.

—Chicos, yo...la verdad no comprendo del todo su situación y quisiera hacerlo, claro que sí, me interesa todo lo que tenga que ver con ustedes— dijo ______— Pero si eso significa que no se sientan cómodos contándolo y que terminen discutiendo casi llegando a los golpes, preferiría mil veces dejarlo hasta aquí.

Habló con firmeza, viendo a cada uno de los presentes mientras hacía puños sus manos y apretaba la falda larga color rosa pálido que traía puesta.

—______...

Susurró Izuku, y después de aquello, volvieron al abrumante silencio, con el ambiente sintiéndose cada vez más asfixiante e incómodo.
Cada quien en sus propios pensamientos.
Katsuki por ejemplo, quería aclarar todo de una maldita vez, él obviamente tenía muchas preguntas que querían salir a la luz.
Se dejó llevar por la ira y tristeza que no sabía que tenía hasta el día de hoy.
Izuku entendía perfectamente la situación, los tres viniendo del mismo lugar pero teniendo una historia completamente diferente que los ha marcado de por vida.
Shoto peleaba consigo mismo, no dejaba de divagar en recuerdos de su triste y horrenda infancia, el causante de que su niñez haya sido un infierno, su salvación y perdición a la vez.

Apretó los dientes fuertemente debido a la descomunal ira.

"—Shoto, no tengas miedo, tampoco te sientas culpable.

—No mires, Shoto, ellos pertenecen a un mundo distinto.

—¡SH-SHOTO! ¡¡PERDÓNAME, LO SIENTO!!

—Huye, mi niño. Yo estaré bien...

—¡¡¡SHOTOOOOOO!!!"

Pronto le empezó a doler la cabeza.
Se tocó el lado izquierdo de su cabeza, sintiendo que tenía un hormigueo en el rostro, abriendo de más los ojos.

—¡DESPIERTA, maldito bastardo!

—¡Agh!

Gracias al cielo que Katsuki lo sacó de su transe, como sólo él puede, lanzándole un zapato.
El calzado golpeó su rostro, causándole dolor y haciendo que cayera de espaldas al piso.
Se quejó mientras sobaba la parte golpeada.

Al levantarse miró de forma asesina al rubio, pero a él le valió un cacahuate y siguió comiendo algunas frutas que habían sobrado en el almuerzo.

—Katsuki, deja de aventarme cosas.