La amiga de mami [SAIDA]

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Apenas entraron a la casa Arin subió las escaleras y corrió a su habitación, dándole a las mayores un momento para hablar, solo que ambas no contaban con que la pequeña dejara la puerta abierta y escuchara su plática.

- Dios mío Sana, sigo sin creer que estés aquí - Dahyun dijo con un tono difícil de entender.

- Y yo no puedo creer que hayan pasado casi 6 años - Arin escucho la voz a la señorita Sana y sonaba feliz, pero a la vez triste, no sabía cómo explicarlo.

- Casi 6 años, pero es como si te hubiera visto ayer -
Ya con sus dinosaurios de juguete en brazos Arin camino hacia la puerta.

- Lo se, te vez igual de hermosa como la última vez que nos...- al comenzar a bajar Arin notó que la señorita Sana estaba demasiado cerca de su mami, pero ella dejo de hablar y retrocedió medio paso al verla con todos sus dinosaurios a mitad del camino, realmente no le tomo importancia, especialmente por lo que la señorita de cabello rubio le dijo después.

- ¡Wow Arin! Trajiste el parque jurásico entero -
La pequeña le dio una enorme sonrisa a su mami y a la señorita Sana, con algo de esfuerzo tomó de la mano a la última dejando caer por accidente un par de sus juguetes y la dirigió a la sala de estar, lista para jugar colocó sus dinosaurios en la mesa de centro pero su mami interrumpió su acción y comentó:

- Sunshine, hija primero comeremos algo y después podrás jugar ¿Esta bien?- Arin hizo un puchero con el ceño fruncido en señal de molestia y la señorita Sana no pudo evitar reír con ternura.

Dahyu también miro con el mismo sentimiento a su hija, luego volvió la vista a su amiga - Sana... ¿Te quedas a comer?-

Sana se tocó la barbilla, haciendo como si lo estuviera pensando y después respondió - Está bien, me quedaré pero solo con la condición de que Arin me deje jugar con sus increíbles Dinosaurios después de terminarse toda la comida -

De un salto Arin corrió a lavarse las manitas y se sentó en su silla favorita del comedor, movía sus pequeños pies ansiosa por devorar su comida para poder jugar con la señorita Sana.

Dahyun se veía feliz, su hija podía notarlo y eso también la hizo feliz a ella.

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