9.

414 44 5
                                    

- Lo siento, no comprendo, ¿por qué te robaría April? —preguntó Mark confundido, había escuchado toda la explicación de su amigo pero no le encontraba lógica.

- No lo sé, quizás siempre fue una ladrona. —sugirió Jackson.— sólo se que mi madre me dejó un dinero y luego de que April fuera a buscar su colgante, desapareció.

- ¿Por qué no la llamas?

- ¿Y que le diré? —aclaró su garganta antes de volver a hablar.— hey, me he dado cuenta de que eres una ladrona, ¿podrías devolverme mi dinero?

- Solo dile que quieres hablar con ella. —respondió Sloan como si fuera una respuesta obvia.— intenta comportarte por un minuto, veras que todo te sale mejor.

- Lo intentaré. —observó al mayor terminar de completar el alta de un paciente antes de alejarse caminando hacia urgencias, dejando a Avery completamente confundido sin saber que hacer.

Quizás no lo tenía demasiado claro, pero debía hacer algo con todo lo que estaba pasando. Podría haber llamado a April, pero le pareció demasiado obvio, no se tomaría la molestia de contestarle porque de hacerlo tendría que darle explicaciones sobre el dinero robado.

- Si alguien pregunta por mi, diles que he tenido una emergencia familiar. —le comunicó a Alex que justo ingresaba por la puerta hacia el hospital.

Jackson sintió el viento típico de una mañana de otoño golpear su rostro. Ubicó su auto en el estacionamiento, en el mismo lugar en donde lo había dejado minutos atrás. Mientras conducía hacia el apartamento de Kepner sintonizo una de sus canciones favoritas en la radio, pero estaba demasiado nervioso como para tararearla. Tan nervioso que al llegar a destino se quedó frente a la puerta sin saber que hacer, su mente estaba en blanco, hasta le costó cierto trabajo recordar que en una de sus salidas con April ella le habia comentado las ventajas de vivir en un sexto piso, y que le hubiera encantado tener la puerta A como su inicial antes que la C.

Jo se levantó de su cama cuando el portero eléctrico sonó por sexta vez consecutiva. Aclaró su garganta antes de tomar el teléfono que comunicaba con el piso de abajo.

- ¿Quien es? —a Jo Wilson nada le molestaba más que ser despertada de una forma tan abrupta, por lo que esperaba que se tratase de una situación de vida o muerte.

- ¿April? Mira, deja de esconderte...

- April no está en casa. —respondió la joven sin ganas de escuchar todo el discurso del contrario.— ¿Quieres que le deje un mensaje? Dime tu nombre.

- Soy Jackson. Dile a tu amiga que no podrá esconderse para siempre, cuando la encuentre deberá devolverme todo el dinero que ha sacado de mi casa.

- Si si, le diré que... —Jo hizo una pausa al entender mejor las palabras del chico.— ¿dinero? discúlpame, ¿April te ha robado?

- Eso creo. —respondió Avery un poco confundido. Se sorprendió cuando la puerta principal sonó avisando que estaba habilitado el paso.— ¿Quieres que entre?

- Quiero que subas. —le comunicó Wilson antes de colgar el teléfono. Mientras esperaba que Jackson golpeara la puerta se dirigió al baño para lavarse el rostro y los dientes.

Le abrió la puerta del apartamento con rapidez, los cortos minutos en los que tardó en llegar allí le habían parecido una eternidad a la joven. Se miraron durante unos segundos sin saber qué decir.

- Un gusto, soy Jo. —le extendió una mano que Jackson tomó con suavidad para saludarla.— soy amiga de April.

- Si si, te conozco... April ha hablado sobre ti. —aclaro Avery.— soy Jackson.

- Ella también ha hablado sobre ti. —a pesar de querer reprimir una sonrisa esta se dibujó en el rostro del moreno.— ¿por qué crees que April te ha robado?

- Ella fue ayer a mi apartamento porque había perdido un colgante... Y unas horas antes mi madre había pasado por allí a dejarme algo de dinero. —Jo asintió recordando el episodio del día anterior.— el dinero desapareció, la única explicación lógica que encuentro es que April lo haya tomado.

- ¿Y hablaste con ella? —Jackson movió su cabeza de un lado a otro para negar. Wilson se dirigió a su habitación para buscar su celular y marcarle a Kepner.— me dirige al contestador... ¿era mucho dinero?

- No, eran quinientos dólares.

- Créeme que para ella son más que suficientes. —contestó Jo confundiendo a Jackson, no paraba de marcar el número de su mejor amiga para lograr comunicarse con ella.— vamos, April, toma el teléfono...

- ¿Y si te comunicas con sus otros amigos? —sugirió Avery que ya había tomado asiento en el sofá de la sala. Se encontraba confundido, al parecer la joven que vivía con April se había tomado demasiado mal el tema del robo, o había algo que la preocupaba más y él todavía no sabía.

- Les escribiré. —comentó la joven que a medida que pasaban los minutos se preocupaba más por la ausencia de su amiga.

Cuando un ruido de llaves se hizo presente del otro lado de la puerta ambos se alertaron. Vieron entrar a April con total tranquilidad sin percatarse de la presencia de ellos en la sala.

- He dicho miles de veces que la puerta tiene que... —sus palabras dejaron de salir cuando se encontró con Jackson, una amplia sonrisa apareció en su rostro mientras avanzaba hacia él.— ¿Qué haces aquí? No me digas que quedamos para vernos, porque si es así me he olvidado.

- No, he...

- ¿Donde estabas? —interrumpió Jo a Avery que ahora paseaba la mirada entre las jóvenes frente a él.— ¿Hiciste algo, April?

- ¿Qué? No...

- No me mientas. —comentó Wilson tomándola por un brazo y obligándole a mirarla.— ¿has hecho algo malo? ¿donde estuviste?

- Oye, tranquila. —respondió Kepner haciendo señas con sus ojos hacia Jackson, no quería darle una mala impresión.— me quedé a dormir con Amelia, es todo.

- ¿Y en que usaste el dinero?

- ¿Qué dinero? —preguntó confundida la pelirroja.

- ¡El dinero que tomaste de la casa de Jackson! —gritó sin paciencia Jo.

- ¿Qué? —April hizo una mueca digna de su confusión antes de echarse a reír.— ¿esto es una especie de broma?

- No, April. —el tono de voz de Avery hizo que la risa de la pelirroja se terminara.— tomaste un dinero en mi casa, cuando fuiste por tu colgante.

- No tome nada. —se defendió April.— no se de que hablas pero no he sido yo, ¿crees que te robaría?

- April, nadie te juzgará... solo sé sincera con nosotros. —Jo ya se mostraba un poco más calmada.— ¿la usaste para beber? ¿o quizás... para otra cosa?

- No he sido yo. —repetía April mientras su visión se volvía borrosa a causa de las lágrimas.— lo juro.

- Entiendo que hayas tenido una mala semana, quizás viste el dinero y te pareció algo fácil para volver...

- ¡No me he drogado! —chilló April haciendo callar a su amiga. Cubrió su rostro con las manos antes de comenzar a llorar, Jo se acercó inmediatamente hacia ella para poder abrazarla. Se sentía culpable de haber ocasionado eso, giró ligeramente su cabeza para observar al invitado, que permanecía en silencio observando la escena con los ojos bien abiertos y una gran mueca de confusión plantada en el rostro.

I knew you were trouble. | JAPRILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora