Incognito #2

No, entonces lo que sea (4)

"¡Oye, Príncipe Heredero! ¿Por qué dejaste de sonreír? ¡Raon Miru, el grande y poderoso, también aprenderá esa sonrisa! ¡Entonces se lo mostraré a la Estrella Blanca!"

Raon frunció las comisuras de los labios mientras trataba de imitar las sonrisas de Cale y el Príncipe Heredero Alberu. Sin embargo, ni la maldad ni un aura majestuosa salieron de sus labios temblorosos debajo de esas mejillas regordetas.

Simplemente se veía lindo.

- Ejem.

Las comisuras de los labios del Príncipe Heredero se hundieron por completo.

Fue porque vio al antiguo Dragón mirándolo con una expresión extraña detrás de Raon.

Hubo una voz que rompió el extraño silencio en ese momento.

"Por cierto..."

Fue Bud Illis.

Había sacado y bebido otra botella antes de comenzar a sonreír.

"Usamos magia".

Bud señaló el dispositivo de comunicación por video.

"Estoy bastante seguro de que la sede central del Gremio de Mercenarios es un caos ahora mismo".

Parecía estar hablando tranquilamente de ello como si fuera asunto de otra persona.

"¡El Rey Mercenario no está ahí! ¡El mago de mayor grado tampoco está allí! ¡También saben que los miembros de Arm se están escondiendo y vigilando la sede central! ¡En medio de todo eso...!"

Gulp.

Un trago de alcohol desapareció en el cuerpo de Bud.

"¡En medio de todo eso! ¡Se les informa que se detectó magia aquí! ¡Y ni siquiera está en el medio del túnel que se dirige hacia este lugar! ¡No! ¡En lugar!"

Señaló con ambos brazos para señalar la biblioteca.

"¡Se detectó magia en el centro de la biblioteca! ¡Una infiltración como esta nunca ha ocurrido en la historia del Gremio de Mercenarios! ¡Es una situación muy urgente!"

La botella se colocó en el suelo.

Bud volvió su mirada hacia Cale.

"Amigo, ¿qué harías si fueras miembro del Gremio de Mercenarios?"

Cale respondió con calma.

"Se volverían locos y cargarían aquí. Traerán a todos los que puedan. Agarrarán todas y cada una de las armas que puedan encontrar".

Alberu intervino en ese momento.

-... ¿Fue algún lugar donde no pudiste usar magia?

Alberu pudo ver al borracho mirando a Bud sonriendo y asintiendo con la cabeza.

"¡Si! ¡Su Alteza! ¡Ese es el caso! ¡Todos pronto cargarán aquí pronto! ¡Kahahahahah!"

- T-t-tu p-

¡Maldito bastardo!

Alberu no podía decir eso en voz alta ya que tenía que mantener su comportamiento como príncipe heredero y solo pensaba eso en su mente.

Si fuera la fuerza completa de la sede central del Gremio de Mercenarios, podría considerarlos como lo mejor de lo que el Gremio de Mercenarios tiene para ofrecer.

¿Y todos ellos se iban a sorprender y vendrían aquí?

La sonrisa desapareció lentamente del rostro nervioso de Alberu. Pero comentó casualmente sobre la situación.