Incognito #2

La Noche Ha Llegado (1)

Cale de repente se quedó sin palabras.

No fue porque tuviera miedo de la mirada del Dragón Blanco.

Sus ojos parecían mostrar los gritos silenciosos de una persona cuyo corazón estaba hecho pedazos.

Cale bajó la cabeza.

Podía ver las patas delanteras de Raon que apretaban su ropa y temblaban.

Pudo ver que los ojos de Raon estaban llenos de ira.

No era solo el Dragón Blanco. El Dragón Blanco no era el único que lloraba y gritaba en silencio en esta situación.

Cale abrazó con fuerza a Raon.

Luego comenzó a hablar.

"Sí, está vivo".

Sin embargo, la voz de Cale estaba temblando.

No fue por miedo o conmoción.

Ira.

Las entrañas de Cale ardían con un torbellino de emociones.

Fue en ese momento.

"¡Ese maldito bastardo!"

Escuchó un grito enojado. Todos miraron hacia la fuente del grito.

¡Boom! ¡Boom!

El Rey Mercenario Bud Illis pisoteaba continuamente el suelo sin poder contener su ira.

"¿Cómo puede una persona hacer algo así a propósito? ¿Cómo puede una persona, no, cómo puede cualquier ser vivo hacer algo así? ¿Eh?"

Bud Illis no podía entender la Estrella Blanca en absoluto.

Si lo que decía este Dragón Blanco era cierto, la Estrella Blanca había destruido deliberadamente el interior del castillo y había robado los huevos para romper el juramento entre el primer Dragon Slayer y el Dragón Blanco.

Lo hizo a pesar de que sabía que su familia y cualquier persona preciosa para él moriría y él tendría que vivir con una terrible maldición.

¿Pero todavía se rió del hecho de que podría reencarnar y vivir de nuevo?

¿Dijo que estaba esperando esa maldición?

Bud hizo contacto visual con Cale y comenzó a gritar.

"¡No puedo entenderlo en absoluto! ¡Mi mente no puede comprenderlo!"

¿Por qué necesitaba hacer todo eso?

¿Para hacerse más fuerte? ¿Era tan importante ser fuerte?

Bud podía sentirse frustrado y enojado una vez más.

Bud pudo ver los ojos de Cale en ese momento. Los ojos de Cale estaban inyectados en sangre.

Una voz fría comenzó a salir de la boca de Cale.

"No hay necesidad de entenderlo".

Su respuesta fue tan aguda como una espada. El Dragón blanco se rió de la respuesta de Cale e intervino.

"Si. No hay necesidad de usar una emoción preciosa como la comprensión para ese bastardo".

Ese es un bastardo que no necesitas entender.

Entenderlo no cambiaría lo que hizo ese bastardo.

Más bien, lo que el Dragón Blanco necesitaba ahora no era comprender al bastardo, sino comprender la situación actual.

"Mi vista se limita a este castillo. ¿Puedes decirme los detalles específicos?"

Era una voz fría pero tranquila.