Go For It! A-Cheng! [Xicheng]

4

╔═ •☪• ════════════════╗

¡D E J A •  D E •  M O L E S T A R!

╚════════════════ •☪• ═╝

De alguna manera, el inexplicable razonamiento ebrio de Wei WuXian lo llevó a concluir que la persona especial de Jiang Cheng era el pedazo de hielo andante de Lan WangJi.

Sinceramente, ¿Qué demonios?

¿Cómo llegó a una conclusión tan estúpidamente incoherente? Solo el Dios coronado de Flores sabe, y A-Cheng no quiere molestarse en preocuparse por ello, ¡Aún le queda un milímetro de paciencia que no estaba dispuesto a perder, muchas gracias!

Una parte de Jiang Cheng está aliviado por el hecho de que su secreto, de cierta forma, sigue a salvo. Por otro lado, quiere la fuerza de voluntad para no terminar arrancándose el cabello por todas las estupideces de Wei WuXian y sus intentos de "apoyo". Comenzando por decir tonterías como:

— ¿Estás seguro de que te gusta Lan Zhàn? No te culpo, pero no le gusta mucho el contacto con otros.

¿Así que al menos eres consciente de que le molesta tu presencia?

—Mira: lo bueno es que es poco probable que a Lan Zhàn le guste alguien. Lo malo es que es poco probable que a Lan Zhàn le guste alguien.

¿Por qué no estás en la biblioteca recibiendo tu castigo?

—Huh, Jiāng Cheng, a Lan Zhàn no le gustan los libros eróticos de mangas cortadas al parecer, pero seguiré investigando. Quizá solo es un poco tímido.

No quiero saber que hiciste, por favor, vete o te romperé las piernas.

—¡No te preocupes, Jiang Cheng! ¡Averiguaré por ti si Lan Zhan es un manga cortada, déjalo en manos de tu Shixiong!

¡Métete en tus propios asuntos!

Jiang Cheng no quiere siquiera pensar en qué carajo le espera a Lan WangJi con ese demonio suelto y determinado en meterse bajo su piel. Tampoco le interesa, a decir verdad.

Wei WuXian molestando a Lan WangJi no es novedad en absoluto. Solo esperaba que no acosara sexualmente al Segundo Jade y perdiera la poca cara que le quedaba a la Secta en su nombre. Si es que Wei WuXian alguna vez ha tenido cara.

—Jiang Cheng —Vuelve a llamar Wei WuXian, después de salir de su clase de las tres, esta vez cabizbajo y jalando de la manda de su Shidi. Jiāng Wanyin se detiene y alza una ceja ante el puchero en los labios de su Shixiong—. Parece que Lan Zhàn no es un manga cortada...

—¿Qué demonios? —casi se ahoga en un grito ahogado, Lan Qiren a unos metros de allí parece no haber escuchado nada. Antes de que Wei WuXian diga algo más, rápidamente se lo lleva de ahí, arrastrándolo mientras caminaba lo más rápido que podía sin ser considerado "correr". Aunque no tenía un hechizo de silencio como los Lan, nada le impedía amordazar a Wei WuXian con su propia manga.

Estúpidas reglas del Receso de las nubes, estúpido Wei WuXian. No podía decir que era lo que más le molestaba, ¡No necesitaba pasar por esto! ¡Algo se rompería dentro de A-Cheng si su hermano seguía así! Más bien, le rompería algo a Wei WuXian si esto seguía así.

Cuando estaban cerca de las habitaciones de los discípulos, finalmente suelta a Wei WuXian, bruscamente, el cual exageradamente da unos pasos antes de estabilizarse.

—Oh Shidi, trata con más delicadeza a tu Shixiong —, dice haciendo un puchero.

—Wei WuXian, nos sé qué demonios estás haciendo con el miserable Lan WangJi, pero detente —. Señala con advertencia aquella última palabra.

Wei WuXian abre los ojos de una forma que Jiāng Cheng sabe, no trae nada bueno.

—¿Jiāng Cheng, estás tomando vinagre? No te preocupes por eso, no estoy tras Lan Zhàn.

¡Vas a hacer que te expulsen, pedazo de mierda! ¿Qué demonios hizo Jiāng Cheng en su vida pasada para castigarlo así?

—¡No estoy bebiendo vinagre! —alza la voz, con cuidado de no llegar a un grito —. No necesito que me ayudes, solo detente, ¿entiendes?

—Pero sino, ¿cómo harás un avance? Eres demasiado tímido para hablarle, ¿no?

Tímido tu trasero. ¿Acaso es demasiado tarde para tirarle a sus perros?

—Wei WuXian, hablo en serio.

Hay un breve silencio, Wei WuXian frunce el ceño, como si estuviera pensándolo realmente. Jiāng Wanyin no está seguro si Wei WuXian pensando en ello lo inquieta o lo calma. Sabe bien que puede acabar tanto de la mejor o la peor manera, totalmente un 50/50.

Pese a lo que pueda decir en voz alta, ama a este cabeza de aire al que llama hermano, pese a cualquier cosa. Pero no lo necesita metiéndose en su vida cada vez, sobre todo en este asunto. Si, Jiāng Cheng no sabía qué hacer, ni cómo sobrellevar este sentimiento, pero sabía que necesitaba hacerlo por sí mismo, y si Wei WuXian se metía en eso, jamás estaría conforme consigo mismo. Necesitaba al menos una cosa de la cual no depender de él. Una cosa en la que él no estuviera metido en medio, ¿era mucho qué pedirle a los cielos? ¿Debería comenzar a rezarle a Xue Yu Tan Hua ahora?

—Está bien —, inquiere finalmente el mayor, sonriendo levemente. Jiāng Wanyin por fin siente que puede respirar —. Pero, solo déjame intentar una última vez, y si no logro saber si Lan Zhàn no te romperá el corazón, entonces me detendré.

—¡Wei WuXian, qué parte de-! —por más que quisiera ganarle en rapidez, cuando Jiāng Wanyin quiso atraparlo, ya se había resbalado entre sus dedos.

Como la pequeña sabandija que es...

(...)

Jiāng Cheng era demasiado joven para esto. Wei WuXian había desaparecido desde hace una hora y no había escuchado nada sobre un alboroto con Lan WangJi tratando de cortarlo en dos con Bichen o algún castigo donde le dieran 50 azotes.

Ni siquiera había podido ver a Lan Xichen en los últimos días para poder apaciguar su creciente ira alimentada por la situación. El Primer Jade había estado envuelto, al igual que Lan Qiren en asuntos de las sectas, las cuales últimamente han sido más frecuentes.

Jiāng Wanyin no puede saber de qué se trata, pese a que es el heredero, no se encuentra en su territorio y no está en posición de hacer preguntas, pero aún siente que está perdiéndose de algo importante. Su padre ni siquiera les ha escrito una carta, pero su hermana dice que los extraña mucho.

Por otro lado, Jiang Cheng no quería saber absolutamente nada, de Wei WuXian por ejemplo. Si lo veía, realmente iba a patearlo para que duerma fuera.

La puerta de la habitación se abre lentamente, hay un paso dudoso por detrás de su espalda y Jiāng Wanyin detiene su pincel, y gira para enfrentar a Wei WuXian.

—¡Wei WuXian! ¡Mas te vale que no hayas hecho otra estupidez, o esta vez te juro que te romperé las... !

Solamente que no es Wei WuXian.

Lan Xichen parecía estar a punto de hablar hasta que fue interrumpido de una forma repentina y grosera por el mismo Jiāng Cheng. Los dos se ven el uno al otro por unos segundos más, antes de que Lan Xichen oculte parte de su cara bajo su manga y diga: —Disculpe, Joven Maestro Jiāng, había venido a preguntar si no ha visto al Joven Maestro Wei, él y WangJi han estado desaparecidos desde la tarde, y casi es el toque de queda.

Las preocupaciones de A-Cheng solo iban sumándose a la cuenta.

Si Wei WuXian no está muerto para ese entonces, él mismo se encargará de que sea así.