Los 90's son la mejor época, con buena música, tecnología y sobre el amor.....
No. Retiro lo dicho sobre lo último.
Todos pensamos que la chica por así decirlo "nerd" se queda con el chico ardiente.
Que a ella la quieren como así tal cual es con sus...
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Dereck
Grito y golpeo el árbol.
Grito de nuevo.
Soy un idiota.
No sabía cómo disculparme con ella, pero esas dos semanas tuve conflictos internos en mi cabeza.
La vi caminando y era la oportunidad perfecta para disculparme.
Ella se acercó al principio al hablarme, aunque fuera una pregunta sobre la hermandad más conocida del campus, intente hacerme el indiferente y aún así ella de terca se quedó, estaba sorprendido, no era la primera vez que nos cruzábamos.
Luego me llevo a un parque de diversiones.
Fue glorioso.
Ya mi cara de póker no funciona esta vez y me siento miserable, mis pies automáticamente me llevaron a uno de los pocos bares que hay en la zona, pido una cerveza grande al barista de siempre, cómo me conoce sabe que soy tranquilo, así que me da mi pedido sin temor a que haga un escándalo.
Pido otra cerveza más ya que no me contento con la primera, quería adormecerme, odio pensar que acabo de lastimarla.
Apesto para hacer disculpas, era algo sencillo Dereck, ibas y decías perdón, y la ibas a invitar a la fiesta.
Recordar su cara de decepción me dolió bastante, soy bueno manteniendo mis emociones a raya, con autocontrol, pero ahora ella me odia.
—¿Tomando tu solo?
Esa voz conocida.
Lo ignoro y sigo tomando la cerveza como agua .
—Hermano, ¿Qué te ha pasado? —una voz familiar se sienta a mi lado, lo botaría a patadas pero no estoy de humor.
Además ahora el tiene la ventaja al ser sobrio.
—Solo vete Anderson —intento botarlo y lo ignoro.
Christopher está a mí costado mirándome preocupado, honestamente beber hasta la inconsciencia no es típico de mi y el sabe.
—No—dame uno igual a el
—Has confiado en mi antes —suelta—y no habrá diferencia.
Se que habla en serio, con el he podido contar muchas veces, sabe de mi pasado, lo que he querido borrar y aún así el bastardo no me juzga ni me dejó solo, amistades así no se encuentra entre hombres.
—Ella.
—Ahora entiendo —da un buen sorbo de su vaso— te sigue gustando.
—¡No me gusta!
Christofer da una fuerte carcajada.
—¿En serio? ¿quieres que te haga recordar lo que has hecho anteriormente? —me señala con su dedo—querías que te viera como sea, eras muy evidente
