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Los miro a todos boquiabierta

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Los miro a todos boquiabierta

—Mierda —me tapo la boca, no me gusta las malas palabras.

—¿Por que te sorprendes? estas viendo el parecido, cabello negro y los ojos claros y extremadamente guapos —dice Brooke como si fuera evidente

—La verdad no, pero sólo no lo imaginé , es todo.

—Lo se, es increíble que tengan mi sangre, con lo espectacular que soy —Dylan se gana una mirada sucia de sus hermanos.

—¿Warren te acuerdas como el se comía los mocos a los diez años? —dijo Brooke mirándose las uñas.

Arrugo la nariz, Warren trata de no reírse , esta que se aguanta se nota por la forma como se muerde los labios.

Así que los hermanos McCallister, pero si los observo ya juntos si puedo ver el increíble parecido, quiero golpearme la cabeza por no haberme dado cuenta, ahora lo de conocer nuevas personas me parece una pésima idea.

—Sabes que eso es mentira hermanita.

—No lo creo.

—Tu jugabas con Barbies, te gustaba mucho el rosa —le da una mirada de Victoria.

Los ojos de la vampiresa se agrandaron.

—Eres virgen —le guiña el ojo sabiendo lo que pasará a continuación.

—¿Porque tienes que escupir tu veneno ante una posible conquista? —se toca el pecho con drama.

—Ya cierren la boca, y vamos a cenar porque almorzar ya no porque oscureció.

—¿De quién será la culpa? —responde Dylan haciendo un puchero.

Los susodichos me miran malhumorados, si les arruine la velada.

—Me voy descuida —levanto mis manos y empiezo a trotar lejos de ellos —que humor de perros.

—Dejar de ser una damisela en apuros la próxima vez —dice Brooke.

—Oh porfavor —ruedo los ojos —olvida lo de esa vez , sabes que no lo soy.

Lo perfecto es que ellos viven en el piso seis y como no tenia ganas de esperar un ascensor, bajo las escaleras lentamente para evitar marearme de nuevo.

En el camino a mi edificio pienso que no puedo creer que el pelinegro tenga hermanos y precisamente la vampiresa, me froto las sienes ante tal revelación y su minicasanova que también es su pariente.

Debo soportar McCallister por tres.

Decidí que mejor me iba a tomar un te caliente para relajarme.

Luego me dirijo a mi habitación, cruzó los dedos porque el cuerpo no me pide otra pelea.

Don't f*ck Sam ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora