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Me ha sorprendido el cambio de actitud de Dereck.

No, me ha impactado.

Si bien es cierto que aún saca sus ingeniosos comentarios sarcásticos en algún momento, nuestra relación de amistad por el momento ha estado bien.

Nos sale tan natural estar juntos, lo que me encanta es que soy yo misma con el, y el se que en el fondo se divierte aunque reniegue.

Cada dia hacemos algo juntos, incluso me ayuda a cargar mi mochila y mis cosas mientras caminamos por el campus.

Este pensamiento me hace sonreir bastante mientras estaba en la biblioteca repasando ya que hoy no hubo trabajo en la tienda de música, rememoro los días que la pasé con Dereck desde la ocasión que casi me quiebro en mi habitación, y el habló en serio sobre qué podía contar con el, la ventaja de que nuestras facultades estén cerca es que lo podía ver diario.

El otro día estábamos conversando películas que se darán en estreno estas semanas y que teníamos que ir a verlas juntos, bueno en realidad no lo propuso, y mientras lo ve como algo casual a mí me puso nerviosa.

Y trato por todos los cielos de no pensar que es una cita, lo intento, me digo a mi misma que no lo es.

Pero ya he acompañado a Lottie lo suficiente para saber algo de citas románticas, las pocas veces que me pidió que la acompañe con su "pretendiente" fue precisamente al cine, y a un restaurante.

¿Adivinan quien era La tercera rueda? Era asqueroso, los veía coquetear agarraditos de la mano y todo, me sentía fuera de lugar, pero a la vez me causaba curiosidad como el tipo se acercaba a mi amiga de manera astuta, y de cierta manera tenía envidia.

Si, yo Sam Schneider tenía envidia porque nunca tuve una maldita cita.

¿Pero es normal no? Me gustaría saber cómo se siente que intenten agarrarte la mano como si fuera algo casual o que intenten abrazarte.

Al principio cuando Dereck menciona para ir al cine no lo tome en importancia ya que supuse que lo dijo distraido y a la ligera, pero aún así me puso con los nervios de punta.

Pero no, el muy sinvergüenza me sorprendió cuando me llamo a decirme que sería este fin de semana y que más me valía que fuera puntual o yo compraba las palomitas de maíz extragrande solo para el.

Regreso a mi presente, me tocó la cara con las manos, siento mis mejillas sonrojadas y suelto un gran suspiro.

En mi imaginación es un cita pero la de el no.

Genial.


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Y aquí estoy , mirándome por cuarta vez en el espejo en la habitación, pensando si mi ropa está acordé a la ocasión, pero estoy en el debate que con unos jeans y una camiseta eran suficientes.

Y no se porque estoy con esta prenda puesta.

—Por Jesús Sam, estás temblando — de brazos cruzados me observa desde el espejo Lottie —¿Que te está preocupando? Solo es una salida.

— Si, solo una salida— repito roboticamente.

—Sam, relájate solo es Dereck — Kylie está en mi cama recostada leyendo una revista de moda — no el Coco.

Cuando le conté que tendría una salida me quiso acompañar para ver mi ropa .

—Usa esta prenda, se te ve muy indecisa, se porque te lo digo.

Observo curiosa, me lo pruebo y bueno el espejo me dice que me veo bien, decente, al diablo usaré eso y punto final.

— Te ves fantástica — Kylie sube su pulgar

— A ella todo le queda bien— Lottie está concentrada en su bebé, en su guitarra eléctrica.

Me cambio rápido, veo que mi cabello este bien y cuando me aseguro que todo está en orden, camino lento hacia la puerta.

Lottie rueda los ojos ante mis pasos de tortuga, me agarra del brazo un poco brusca y me saca de nuestra habitación.

—Solo relájate y pásala bien, caray, el no te va a comer, a menos que se lo permitas —se ríe.

—Recuerda, actitud tranquila y serena

— Que el pague todo Sam, es ley.

—Chicas no es una cita— les recuerdo.

— Si lo es — me responden al unísono y cierran la puerta.

Inhala y exhala Sam.

Paso 1. Salir del cuarto - hecho

Paso 2. Encontrarme con el afuera de mi residencia.

Aunque viendo mi reloj de la muñeca faltaría cinco minutos, así que mientras bajo quitándome el nerviosismo del cuerpo me peñisco la mano.

Un par de ojos bonitos se encuentran conmigo en la puerta, se me queda viendo un rato sin abrir la boca, no sé si eso es buena señal o no.

Yo también me lo quedo viendo, en realidad estoy que recorro mi mirada en su persona.

Pensara que soy una pervertida, pero es que la vista está tan buena.

Jeans oscuros, camiseta blanca y casaca de cuero, tiene toda la imagen de alguien que me meterá en problemas.

Pero el no es un chico malo, es Dereck, mi amigo. 

Y tengo pensamientos subiditos de tono que prefiero guardarmelos, tampoco ayuda que se quede callado mirándome, y como el ambiente está tenso decido cortarlo.

—Creo que hoy no me toca comprar palomitas — le doy una sonrisa traviesa.

Empieza a murmurar algo pero no lo escucho bien, asi que se procede a acercarme con paso sigiloso hacia mi, como una felino al acecho.

Me siento como una presa.

Actitud tranquila Sam.

—Pues parece que hoy no, estoy ante una dama y será tratada como princesa.

Sus palabras me descolocaron, no está actuando como el mismo.

Para calmar mis nervios y mi ansiedad me río un poco.

—¿Y a eso que va? Lo sacaste de una película.

—Luego las mujeres se quejan de porque uno no es lindo con ellas— rueda los ojos —solo déjate consentir ¿si?

Caminamos hacíamos el estacionamiento, nuestros codos paran chocando, Señor, ayuda siento que mis mejillas arden.

Mientras me abanico la cara estamos frente a un bonito auto.

—Pense que iríamos en tu motocicleta.

—Te equivocaste, y hablaba en serio, eres una princesa.

—No me considero asi Dereck, vamos ya deja de bromear.

Hizo algo que nunca en mis más locos sueños haría, se puso frente mía al verme distraída, me toca el mentón y levanta mi rostro para verlo cara a cara y muy cerca.

—No dejes que ningún imbecil te trate menos de lo que mereces, eres grandiosa así que disfruta esto, ¿Entendido?

Su cercanía me está mareando, pero muevo la cabeza dando una afirmación, el no suelta mi mentón durante unos segundos más y no deja de verme a los ojos, y yo los evito por temor a hacer una locura.

No lo arruines.

Don't f*ck Sam ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora