Soy solo su fan...

Cocinar contigo...

Luego de desayunar las delicias que nos había preparado la mamá de Cami ella se fue al trabajo, mientras que nosotros nos encontrabamos en la habitacion, nos sentamos en su cama frente a frente y nos pusimos a hablar.

- Ayer a la noche te había contado lo de Sebas no? Bueno cuando llegue a mi casa le contesté—dijo mostrándome la conversación que tuvo.

- ¿Estaba nervioso? ¿Que es esa excusa?!

-Lo mismo pensé, luego me dijo que nos encontráramos mañana para que me pueda explicar en persona lo que le sucedía y le di una oportunidad.

-Ah... ¿ y qué pasó? — dije un poco desanimado.

- Nos juntamos en el parque y me empezó a decir que no fue su intención, que lo perdone y bla bla bla, hasta que dijo unas palabras que me conquistó y lo perdoné.

En ese momento mi mundo se cayó, no era que quería que ella esté mal y terminaran pero por alguna razón me puse mal, y no solo porque no iba a poder acercarme más a ella sino q tenía miedo que la lastime y esta vez enserio, no quiero que ella esté mal por el, y aunque le haya dicho esas palabra as que la conquistaron algo no me cerraba en el y algo bueno no era.

- ¿Villa? VILLA!!! ¿Estas bien?

- Si, solo estaba pensando en algo... me alegro mucho que ya estés bien con el —dije abrazándola.

- Estoy muy contenta por esto.

Nos quedamos hablando de muchas cosas, yo la notaba muy contenta y eso me ponía feliz a mi.

- Tengo hambre...

- Créeme que quiero decir que no pero si tengo hambre --reí

- Mira yo no soy muy buena cocinando y ¿usted?

- Eso nunca, solo podría cocinar para sobrevivir pero nunca me dirán que bien que conocía Villa porque no lo es.

Camila:
Bajamos para cocinar algo ya que teníamos hambre y como Villa no sabía cocinar, yo le iba a enseñar lo poco que sabía.

- Bien, ¿ que te gustaría comer? —dije mirando la alacena.

- Lo que usted quiera y sepa cocinar. —dijo riendo.

- A ver, puede ser algún arroz con huevo frito o ensalada de lechuga y tomate con una milanesa de soja, mi mamá se olvido de comprar comida y no hay nada. Ya ni pregunto, vamos por el arroz, es fácil y rico.

- Me parece bien.

- Bueno necesitamos dos huevos, aceite, arroz y vamos a meterle jamón y queso ¿quiere?

- Que rico, vamo a darle.

- Bien saca una olla de ahí abajo.

- ¿Aquí?

-Sip, cárgala con agua y esperemos diez minutos para que --me interrumpió.

- Tal vez tenga cara de tonto pero créeme que se hacer un arroz —dije riendo.

- Bueno bueno, como diga —dijo rodando sus ojos en broma.

- Listo ya puse el agua, solo falta que hierva.

- Bien, por mi parte voy a poner aceite en la sartén para poner los huevos.

Justo el aceite estaba alto y no llegaba, saltaba pero no había caso y en eso siento una risa.

- Déjame que te ayudo —dijo pasando sus manos por mi cintura y alzándome para llegar.

No me imaginaba que iba a ayudarme así, pensé que el lo buscaría no que me levantara para buscarlo, en ese momento me sentí muy cómoda sintiendo sus manos en mi cintura y no sabía porque.

Camila, tenes novio.

- Bien ahora solo esperamos que esté listo el aceite y ponemos los huevos, fijate que el agua ya está.

- Cierto!!! Okey te parece bien si coloco dos puñados.

- Emmm si, tus manos son bastantes grandes así que vamos a estar bien y creo que va a sobrar.

Lo supuse ya que al agarrarme completaban gran parte de mi cintura.

Basta Camila.

- Listo, ahora a esperar, ¿ tiene una cuchara para ir mezclando esto?

- Emm si aquí al lado mío.

Villamil no pasaba ya que atrás de él había otra mesada así que pegó su cuerpo al mío y pasó su mano por mi cintura para poder pasar, ya era suficiente porque mi cocina tenía una mesada en el medio!!! Si eso no estaba no estaría agarrandose de mi cintura, tomó el cucharón y volvió a pasar su cuerpo muy pegado a mi y yo no me podía correr ya que el huevo se me estaba pegando a la sartén y no podía correrme porque se me iba a quemar, ESTABA ENTRANDO EN CRISIS, el huevo se me estaba pegando, al igual que Villa con su cuerpo y el mío, estaba apunto de explotar.

- Villa se me está pegando el huevo, ayuda.

- ¿Como así? con razón había olor a quemado. Haber déjeme que la ayudo.

¿Porque hable? Nuevamente volvió a ponerse atrás mío pero esta vez me corrí a un lado para dejar libre esa parte así me ayudaba. A todo esto nadie estaba controlando el arroz.

- ¿Porque está mierda no se despega?! —se estresaba Villamil.

Era tan gracioso verlo así que no contuve mi risa y empecé a reír.
Villamil me miraba con una sonrisa.

-No se ría y ayúdeme, SE ME ESTAN QUEMANDO LOS HUEVOS CAMILA!

No podía parar de reírme lo ultimo que dijo hizo que me tentara aun más.

- Ya, ya, ya— dije terminado de reírme.

- Ya está, esta mierda ya se quemó --dijo mostrándome el huevo todo negro--  yo no pienso hacer el segundo y que usted esté riéndose, le dije que no sabía cocinar.

Estaba tentada de la risa.

- Ya que, lo hago yo.

Tomé un huevo y para la sorpresa se me calló al piso, no había más.

- PERO LA PUTA MADRE —dije escapando un grito con una tonada argentina.

Villamil solo se tentó de la risa.

- Ahora si se transformó en una argentina—decía tentado.

- Ya, no se ría y ayúdeme a traer el trapo que está detrás suyo, no hay más huevos Villamil!!

- ¿Vio que feo que es que se estén riendo de usted? --dijo entre risas.

Me alcanzó el trapo y al avanzar un poco con el agua del trapo me resbalé y caí al piso, sin hacerme de daño a lo que Villamil estalló de la risa y empecé a perseguirlo por todo la casa con un trapo en la mano.

Capítulo 14 🤍