Soy solo su fan...

La propuesta

—'Cause every night, I'm talking to the moon
Still trying to get to you
In hopes you're on the other side talking to me, too
Or am I a fool who sits alone talking to the moon?
Oh-oh
I know you're somewhere out there
Somewhere far away'' —terminaba de cantar Talking to de moon de Bruno Mars justo que al mismo tiempo solo quedaban unos minutos para llegar a la casa de Cami. Los nervios corrían por mi cuerpo cuando bajaba del carro,  su respuesta no me dejaba tranquilo, si sería un "si" o un "no" y la única manera de saberlo es preguntándole frente a frente.
La puerta de su casa se encontraba frente a mi cara, con tan solo golpéela no hay vuelta atrás...
Di tres golpes y una voz femenina muy conocida respondió.

-Voy...

Al abrir la puerta nuestras miradas se conectaron rápidamente
Su rostro apagado, en verdad estaba sufriendo y mucho, en menos de dos segundos se encontraba pegada a mi en un abrazo necesitado, no se cuanto tiempo estuvimos así de pegados pero disfruté cada segundo, tenerla así de cerca era lo único que me importaba ahora mismo.

-Te extrañé —dijo escondiéndose en mi pecho—

-Yo también pequeña—dije dejando un beso en su cabeza—

Fuimos a su sillón y allí ella se quedó abrazada a mi, no podía creer que ese idiota la había lastimado de esa manera, me dolía tanto verla así, necesitando alguien que esté a su lado y le de amor, que tanto le costaba cuidarla, no se iba a salir con la suya.

-Villa... -Su voz me saco de mis pensamientos—

-Que sucede?

-Gracias por estar. —dijo esbozando una sonrisa forzada—

-Es lo de menos pequeña, me importas mucho y no quiero dejarte sola en estos momentos, ni ahora, ni nunca. —dije mirándola a los ojos—

Ella solo me abrazo con mucha más fuerza, mientras sus lagrimas mojaban mi camiseta.
Me preocupaba mucho su estado, solo quería verla feliz, con esa sonrisa tan contagiosa que tiene.

La propuesta en estos momentos no era lo adecuado, quería esperar que se sienta mejor para luego comentarle esta idea.

Luego de una media hora y tal vez un poco más, su madre llegó.

-Hola hija... ¡¡pero miren que linda sorpresa!! —dijo dejando las bolsas de color amarillo con algunos vegetales que sobresalían de ella, en el piso— hola villa, ¿como anduviste? —dijo abrazándome—

-Eli! —dije formando una gran sonrisa—muy bien y usted?? —dije terminando el abrazo para poder observarla—

-Por suerte ando de diez! —dijo soltando una pequeña y dulce carcajada—

Había una energía muy positiva y cálida cuando estabas cerca de Eli, que aunque estés en tu peor día siempre iba a sacar alguna sonrisa. Note como a Cami se le escapó un tímido gesto de felicidad al notar la emoción de su mamá la cual se desvaneció de a poco al darse cuanta que yo la estaba observando de reojo.

Tomé una de las bolsas mientas que cami tomaba la otra y las pusimos sobre la mesada de mármol. Su estado de ánimo había cambiado, por lo menos no la notaba tan mal, dentro de poco tendría que volver, sea con un si o un no, pero no con las manos vacías, solo debía encontrar el momento.

-Gracias chicos, no hacía falta —dijo al notar que habíamos ayudado con las compras— te quedas a cenar?

-No lo creo, tengo que regresar y no quiero viajar de noche, el pronóstico no ayuda.

-Entonces quédate a dormir aquí, todavía está libre la habitación donde dormiste la otra vez.

-No se haga problema, no quiero molestar...