Soy solo su fan...

Vamos...

Camila:
Llegando al aeropuerto, los nervios crecían cada vez más.

-Tranquila, va a decir que si.

-Estoy tranquila. --mentí.

-¿Ah si? ¿Y porque tiemblas? --encaró una ceja.

-¿Y si no esta?¿ y si se molesta? ¿y si solo paso vergüenza porque no puedo ir? mama! tengo miedo...— mi respiración comenzó a acelerarse.

-Ey ey —dijo estacionando el auto para luego tomar mis manos en las suyas— respira, todo va a salir bien, ahora bajemos, que ahí si que se puede llegar a ir.

Con miedo abrí la puerta del auto.

Las puertas corredizas del aeropuerto se abrieron rápidamente.

Junto a mi valija y mi madre nos dirigimos hacia el sector donde se compran los boletos.

Mientras mi mamá averiguaba por mi partl, le escribí a Villa para preguntarle que hacía.

Villaaa♥️:

                                  -holaaaa, ¿como vas?

Deje mi celular al escuchar "tenemos boletos disponibles"

La emoción en mi cuerpo se descontrolo, justo en ese momento mi celular marca una notificación de Villa.

Villaaa♥️:

- Hola Cami! acá ando, con hambre, esperando pero bien, ¿y usted?

             
Villamil:
Chateaba un rato con Cami, en serio la iba a extrañar mucho.
Mi estómago no paraba de rugir del hambre que tenía; el bar estaba cerca de donde se realizan los check in, un poco lejos para mi.

No había casi nadie solo una chica tomando un café.

-Hola, buenas tardes, ¿puede ser un jugo y un sándwich americano?

-Claro! —respondió amablemente.

Tomé mis cosas y me senté en unos sillones de por ahí. Observaba para todos lados mientras saboreaba y tragaba desesperadamente mi sándwich que por cierto estaba delicioso, mis ojos quedaron en una joven de cabello ondulado, vestida con un hoddie marrón y unos jeans negros, sentía que la conocía, su figura, su pelo, ese hoddie, estoy alucinando o esa..., ¿esa no es...¡¿Camila?!

Me quede observándola hasta que se diera la vuelta, quería verificar que sea ella, estaba sentada leyendo un libro, pero ¿que hacía acá?, no traía ningún equipaje además de su mochila. Algo me decía que esa no es ella y que el hambre que tenia me hizo imaginarme cosas, estaba por levantarse y podría ver quien era.

-Villamil —sentí a Simón hablándome por detrás y sacándome de mis pensamientos— mire hay un libro buenísimo, como él que buscabas.

-Ah, eh... que bueno —dije mirando hacia la chica pero ya no estaba, solo su café terminado.

-¿En que anda?, lo veo muy distraído...

-Nada, solo que..., nada. --miré buscandola.

-Mmmm está raro, pero bueno, ¡venga!