Buena idea..

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Camila:
Estos días fueron agotadores, en el sentido de no tener ganas de nada, solamente llorar, y mi madre preguntándome si necesitaba algo cada cinco minutos.
Necesitaba muchas cosas y una de ellas era no estar aquí, pasando por esto, en otro mundo, solo quería desaparecer y que este dolor en mi corazón se desvaneciera con el viento.
Pero claramente era imposible y lo único que debía hacer era continuar con este sufrimiento.

Tome mi manta y me senté frente al sillón a ver una película junto a un café, mi madre no se encontraba en mi casa así que aproveché para bajar. El timbre de la puerta sonó y fui directo a ella.

No puede ser...

-Sebastián... que carajos haces acá. -dije molesta-

-Hey, tranquila, veo que amanecimos de malas hoy, que sucede amor -dijo tomando mi rostro entre sus manos-

-¡Suéltame imbecil! -dije retirando sus manos bruscamente-

-Que te sucede Cami.

-¿Me estás jodiendo no? No seas idiota, vete...

-Que carajos te sucede Camila, quien te crees para tratarme así! vine a saludarte como buen novio que soy, enserio te pasas...

-Claro, conmigo no te sale el papel de buenito, Sebastián -dije señalándolo y mirando sus ojos con furia-

-Papel de que? que esta pasando, no entiendo nada, acaso te volviste loca?

-Loca... loca... -respondí riendo con ironía- resulta que ahora estoy loca...

-Si, !loca!

-Tal vez... tal vez sea una loca, pero por lo menos no me ando besando y acostándome con cualquier chica mientras mi novia no está presente...

-Qu... que estás diciendo -respondió nervioso-

-No te hagas el estupido, sabes muy bien lo que hiciste, y no puedo creer que actúes como si nada hubiera pasado-mis lagrimas comenzaron a salir- nunca me lo esperé de ti, enserio, ¡confiaba en ti Sebastián! -grite mientras mi llanto aumentaba - sabes... en realidad la idiota de la historia soy yo, finalmente... por haberte dado una segunda oportunidad, teniendo mis dudas de ti, preguntándome si estaba bien en dejarte estar conmigo a pesar de la forma en que me tratabas, sabiendo que no me sentía cómoda contigo, pero siempre dándote tiempo pensando que tu actitud iba a cambiar, ja... ¿quien lo diría no? mira como terminamos, porque por cierto, hasta acá llega todo Sebastián, terminamos y no te pienso agradecer en nada porque en ningún momento me trataste como quería.

-Bien, pero no parecía... no vengas a victimizarte Camila, que yo sepa, te veía muy feliz.

-Ay Sebas, al parecer no sabes lo que es la palabra fingir, ¿verdad? sinceramente de eso se trató nuestra relación, de fingir... de mi parte porque nunca fui feliz y de la tuya de estar jugando a que estabas enamorado de mi sabiendo que te gustaban tus amiguitas y al mismo tiempo ilusionándome, diciéndome que me ambas... no puedo creer lo ilusa que fui al creerte, pero si hay algo que estoy segura, es que no te quiero volver a ver nunca más, así que vete, ahora mismo, ¡AHORA!

-¡Bien! que tengas suerte, más bien que tenga suerte tu futuro novio, de tener que tolerar a una persona como tu. -dijo girando sobre sus pies y caminando con bronca-

Esas palabras fueron las gotas que rebalsaron el vaso, las que me terminaron de romper por completo, creando una inseguridad en mi...

Subí a mi habitación y me dediqué a llorar todo lo que quedaba de la tarde, si había algo en lo que estaba decidida era que mi corazón se cerró completamente, y no volvería a abrirse para una nueva relación amorosa en el futuro, Sebastián cambió algo en mi, y ya no volvería a ser la misma Camila de antes, la que creía en el amor, la que se amaba a sí misma, la que siempre era positiva hasta en los momentos malos, claramente eso cambiaría y para siempre, ya que solo dentro de ella quedo un corazón oscuro y vacío acompañado a un sentimiento de soledad y angustia...

***
Villamil:
Había pasado una semana de haber vuelto de la ciudad de Cami, sinceramente no me encontraba cómodo dejándola en ese estado, sabiendo lo mucho que duele una separación y lo importante que es tener a alguien en esos momentos y pensar que yo no estaba ahí me preocupaba pero tenía cosas que hacer en donde vivía.

-Hey! llamado a Villa, hola, holaaa!!! -respondía llamando mi atención con sus manos frente a mi rostro-

-Ya, no joda... -decía un poco molesto-

-Que le sucede, desde que regresó de estar con Cami esta perdido, ¿pasó algo entre ustedes?

-No, entre nosotros no...

-¿Entonces? -preguntó confundido-

-Termino con su novio y no estoy cómodo dejándola sola en estos momentos- dije estresado pasando mis manos por mi cabello-

-¿Pero no está con su mamá?

-Si,pero no es lo mismo, cuando estaba allá Eliana, la mamá de ella me llamo para que vaya a su casa porque no sabía que le sucedía y al llegar, en esas horas que acompañé con Cami, la note mucho mejor, tranquila, se la notaba segura conmigo y de no estar con ella ahora me preocupa, le estuve escribiendo pero no es Cami, y me tiene loco no estar cerca de ella.

-Te entiendo perro... -dijo Isaza palmando mi espalda-

-Ya se -dijo Simón metiéndose a la conversación-

-¿Que hace acá? -preguntó Isaza

-Estuve escuchando su conversación y se me ocurrió una idea.

-Mientras que sea buena, acepto
cualquier cosa - dije sonriendo-

-Como ya sabe, la semana que viene nos vamos de gira, y se me ocurría, porque no la invita para que venga con nosotros...

-Moncho!! que gran idea!! -dije abrazándolo con gran emoción- gracias, gracias.

-No hay de que... -dijo esbozando una sonrisa-

-Y yo que. -contestaba Isaza molesto-

-Gracias a ti también por estar siempre-dije sonriendo-

-No es nada -dijo riendo- ahora ve y mándale un mensaje-

-¿Que? no, no, usted tiene que decirle en persona. -comentó Simón-

-Tienes razón, pero ¿cuando?

-Hoy mismo! -respondió Isaza con entusiasmo-

-Pero estoy a cuatro horas...

-Entonces no pierda el tiempo y vaya ya mismo. -dijo Simón -

-Además es la una del mediodía, es suficiente.

-Esta bien, me cubren?

-Por supuesto-dijo Isaza-

-Mucha suerte perro -dijo Simón sonriente-

-Gracias, a los dos...

-No hay de que -respondieron al unísono-

Rápidamente tomé lo necesario y comencé el viaje, solo espero que no sea en vano y me clave con un "no" de su parte, pero tengo esperanzas.

En mi mochila guarde mi cargador, mis lentes de sol, una campera, una botella de agua y unos bocadillos para el camino. Subí a mi auto y puse mi playlist para el viaje que me había armado Nath, la novia de Simón, y el camino comenzó con la canción de Coldplay "Yellow", esa canción me daba muy buenas vibras.

Capítulo 22

Soy solo su fan...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora