Capítulo 7

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Intentaba entender lo que pasaba con su cuerpo, intentaba entender por qué estaba sudando, por qué su cuerpo quemaba, ardía al grado de ser preferible la muerte. Ese desesperante dolor lo hacía gritar en su habitación, llorar y querer romper todo, agradecía que su madre solamente llegara a la casa a dormir, así no tendría oportunidad de sospechar sobre su estado.

Sabía que ese día definitivamente no podría ver a Harry y eso incluso lo desesperaba más, seguía tan confundido. No estaba entendiendo su situación y no quería aceptar lo que su cuerpo le pedía. Así que continuaba llorando, gimiendo e intentando superar las sensaciones agotadoras de su cuerpo. Era imposible satisfacer su celo, era incluso peor que el de la última vez, lo cual era bastante grave, no podía sentir que los supresores hicieran algo, temía que la temperatura de su cuerpo no permitiera que le hicieran efecto.

Así que simplemente continuó sufriendo hasta que perdió la conciencia.

(...)

Cuando abrió los ojos, seguía en su habitación, el calor ya no estaba, el ardor se había disipado, sus ganas de tener sexo se habían esfumado y ese incómodo malestar en el cuello por fin había desaparecido. Estaba preocupado, porque había estado todo un día y medio inconsciente, por tanta fiebre, sus piernas incluso temblaban por culpa de la excitación bestial que experimentó su cuerpo.

Tenía que encontrar las respuestas necesarias para poder comprender la gravedad de su situación. Si los destinados eran reales y Harry era su destinado, era bastante necesario saber cómo manejar la situación que los envolvía, porque seguramente, el hecho de jamás haber convivido con un alfa y de la nada comenzar a hacerlo ya era un tema delicado para su cuerpo, pero comenzar a convivir con su alfa destinado, era sumamente peligroso, para su omega, para su cuerpo, para él.

El collar se encargaba de suprimir su lado sumiso, además de muchos otros factores, así que ningún alfa podría oler su aroma, pero se suponía que él tampoco podría percibir el aroma de los alfas, para evitar sentir cualquier atracción, eso también venía incluido en los beneficios que les aportaba el collar. El punto era, que Louis era completamente capaz de percibir el aroma de Harry, al principio creyó que era su imaginación, o que algo cercano producía ese olor a café y crema, pero en la sección alfa, era imposible que llegara con facilidad un aroma así de agradable. Notó que esa atractiva esencia provenía del rizado cuando curó sus heridas, porque inevitablemente se acercó y su fragancia lo golpeó tan desprevenido que terminó entrando en un celo que lo dejó completamente exhausto, incluso el estar quemando su cabeza en hallar una solución rápida a la situación, era agotador.

Pensar en Harry le causaba un escalofrío que recorría todo su cuerpo hasta hacerlo jadear, pero ese no era momento para dejarse vencer por el miedo, las emociones o su estúpido cuerpo hormonal. Podría estar cerca de por fin encontrar a su hermano y el desperdiciar otra noche en simples dudas que nunca tendrían respuestas si él no se atrevía a buscarlas, no era nada viable.

Así que como ya era común, tomó su suéter, su mochila con la comida prometida a los alfas e inyectó su supresor para evitar cualquier desafortunado encuentro. Después se estar completamente listo, se decidió a  iniciar su viaje de todas las noches en dirección a la sección prohibida, no imaginaba las ingeniosas torturas que su madre tendría a su disposición si descubría lo que hacía, estaba quebrantando absolutamente todas las leyes impuestas por los que se suponía, fueron su familia. Aunque en realidad, eso ya no tenía importancia, si moría en la lucha, lo haría orgulloso de que peleó, de que lo intentó.

Consiguió escabullirse con éxito a la sección 3-a y no lo pensó para entrar rápidamente a la casa de Harry, porque le urgía hacerlo, porque aunque quería saber si tal vez había alguna novedad de su hermano, más necesitaba ver que  el rizado estuviera bien, que sus heridas se vieran mejor, que le mostrara aquella hermosa sonrisa con hoyuelos que conseguían un sonrojo inmediato en su rostro. Incluso lograba ponerlo nervioso si solamente lo veía directamente a los ojos, tal vez era una habilidad que únicamente había desarrollado con Louis.

Omega supremacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora