Capítulo 14

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Estaba decidido a conseguir con éxito lo que se propuso, sabía lo inteligentes que eran sus compañeros omegas, había conseguido saber las horas de vigilancia, cuántas personas estarían en jornada laboral y cómo manipular las cámaras de seguridad.

Tenía lista las dos maletas en las que guardaría las armas que tomaría y tenía la confianza de que todo estaría bien. Calculó hasta el más mínimo detalle para no tener errores en absoluto y sabía que a la media noche, no habría nadie trabajando en ninguna área laboral. El arsenal de armas estaría protegido por las alarmas y las cámaras de seguridad, pero no eran obstáculo para él.

Tomó una gorra negra y la coló en su cabeza junto con la capucha de su suéter del mismo color y comenzó a caminar en dirección al área de seguridad, donde estaría la parte más importante de su plan, las armas.

Al llegar, recordó el lugar exacto en el que se ubicaban  las cámaras y memorizó cada punto ciego de estas, consiguiendo entrar al edificio sin problema alguno. Lo mismo hizo por todo el trayecto hasta llegar a su destino, vigilando su espalda, paranoico del mínimo ruido, colocó una máscara en su rostro donde únicamente eran visibles sus ojos y al llegar a la sala de control, pudo visualizar a un Omega con una taza de café en mano y mirando atentamente las pantallas que mostraban las imágenes que les transmitían las cámaras.

Respiró profundo y soltó el aire.

Con la rapidez que su pequeño cuerpo le obsequiaba, se acercó al chico rubio y pasó un brazo por su cuello, comenzando a evitar que respirara y antes que le chico tirara la taza al suelo y causará un alboroto, la tomó con su mano libre y la dejó en la mesa, volvió a lo suyo y aunque el omega intentaba forcejear, al final, quedó inconsciente en la silla y él le pidió perdón silenciosamente, porque genuinamente se sentía culpable de lastimar a terceros, pero sabía bien que era por el bien de toda la población omega, beta y alfa. Si él no se ajustaba los pantalones y tomaba toda su valentía para liberar y dejar de oprimir, el resto de su vida se odiaría inmensamente por el simple hecho de dejar que su miedo e incertidumbre consiguiera cegar su razón.

Miró las pantallas y después de verificar que los pocos omegas que se encontraban en servicio estuvieran en sus puestos correspondientes, se acercó a la computadora y comenzó a entrar al sistema, pasando entre muchos filtros para conseguir llegar a las alarmas de seguridad, logrando desactivarlas por treinta minutos, lo cual le daría el tiempo suficiente para la extracción y escape, siempre que todo sucediera de acuerdo al plan.

Tomó un pañuelo con un poco de cloroformo para asegurarse que el chico no se levantara en un rato y activara la "alerta de intruso", al menos hasta que él tuviera lo necesario y se encontrara rumbo a la zona alfa, a salvo en los brazos de Harry y su hermano.

Volvió a respirar profundo para después proseguir al siguiente paso, ir a la "habitación de juegos", como siempre le decía Lilith, porque el caos y la crueldad era su mayor placer, la conocía bastante bien y por eso sabía que en algún punto estaría dispuesta a ejecutar a cada alfa con tal de saciar su sed de poder, con tal de poder conseguir exterminar a cada "bestia" viviente con el género secundario alfa. El arsenal era el área favorita de ella y por ende, la más protegida, había conseguido burlar la seguridad brutalmente y estaba profundamente orgulloso de su logro, pero todavía no estaba dispuesto a saltar de felicidad hasta que estuviera completada su misión.

Comenzó a caminar por los pasillos con cuidado como lo hizo anteriormente, confiando en su sigilo, un tanto nervioso ante la posibilidad de ser descubierto y todo terminara arruinado, sin embargo optó por tranquilizarse y seguir con lo suyo, hasta que se acercó a la sala de juntas. Su corazón comenzó a latir con fuerza al escuchar a la lejanía la voz de Lilith, iba seguir con el plan, ahora más rápido de lo que antes, hasta que con una sola frase, hizo que toda su atención quedara en aquella puerta cerrada.

Omega supremacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora