El despertar con Louis entre sus brazos era más de lo que podía pedir a la vida, sentir la suavidad entre sus manos, el delicioso aroma, a su alfa tranquilo y en paz, era simplemente majestuoso. Aunque quisiera que el momento durara para siempre, no podía poner en riesgo el plan de su omega, así que en contra de su verdadera voluntad, comenzó a mover con delicadeza al pequeño omega que dormía plácidamente.
"Lou, pronto amanecerá, debes regresar" El castaño negó, y Harry sonrió por lo hermoso que se veía recién despierto.
"No quiero irme"
"Y yo no quiero que te vayas, pero debemos hacerlo, recuerda cuál será nuestra recompensa" Louis sonrió y asintió.
"Tienes razón" Coincidió sin muchas ganas de realmente alejarse de la comodidad de los fuertes brazos de su apuesto y adictivo alfa.
Se sentó en el enredo de sábanas, percatandose que estaba completamente limpio e infestado del aroma de su alfa, aunque sabía que en cuanto soltara su propio olor desaparecería el de Harry, estaba feliz de pertenecerle aunque fuera por un momento.
Se levantó, importandole poco exponer su cuerpo desnudo y acercándose al rizado que lo miraba como si fuera lo más bello existente en el mundo. Harry lo envolvió en un abrazo, posando sus manos en la estrecha cintura y besando cariñosamente su cuello.
"¿Cómo puedes ser tan perfecto y hermoso?" Louis sonrió con felicidad y negó.
"No es así y debo irme antes de que amanezca." Harry aceptó a regañadientes viendo a su omega vestirse apresuradamente, para después depositar un fugaz beso en sus labios como despedida y huir por la trampilla familiar de escape.
Odiaba ver a su omega irse, pero esperaba pronto ya no tener que sufrir así.
(...)
Louis llegó con tiempo justo para bañarse y meterse un rato en la cama para fingir perfectamente que jamás había estado en la sección prohibida, que jamás había llegado a los brazos de un alfa que lo tomó a su antojo y por completo placer de ambos.
Sonrió con ojos cerrados y se giró en la cómoda cama, esperando que el reloj diera la hora en la que debía despertar para seguir al pie de la letra su falsa vida perfecta, sin embargo, no esperó que la puerta de su habitación se abriera y que su madre lo movería violentamente para despertarlo.
Fingió despertar asustado cuando en realidad estaba sorprendido. Se sentó en la cama y talló sus ojos para hacerlo ver más realista.
"¿Qué pasa?" Cuestionó, aunque realmente el miedo comenzaba a ser real ante la idea de que Harry y él fueran descubiertos y sus vidas estuvieran en peligro, incluyendo la de su hermano.
"Debes comenzar los exámenes físicos para saber si estás apto para comenzar a buscar al candidato para que nazca nuestro heredero." Louis sintió un balde de agua fría caer sobre su tibio cuerpo.
"Madre, no estoy listo para ello." Excusó, aunque sabía perfectamente que eso le importaría poco a la que se hacía llamar su madre, recibiendo una sonrisa burlona que confirmaba su pensar.
"¿Crees que te estoy pidiendo autorización? Esto no se trata de estar preparado o no, esto se trata de que se te está pasando tu edad perfecta para engendrar a un omega."
"No me importa si mi hijo es alfa o beta, será mi hijo, no tuyo." Escupió con cólera, no soportaba la idea de que Lilith siguiera con sus estúpidos pensamientos y todavía quisiera ordenar sobre algo que solamente le pertenecía a él.
"No digas tonterías, no pensé que tú estupidez fuera tan grande al grado de creer que voy a permitir que te quedes con un hijo que no sea omega. ¿Cuándo entenderás que los alfas son escoria en nuestro mundo perfecto? Si vivimos con estás secciones es por culpa de ellos, esas bestias se ganaron lo que tienen hoy y yo me encargaré de extinguirlos." Sentenció sin un gramo de duda en su voz, con los ojos brillando ante la idea de deshacerse de los alfas.
ESTÁS LEYENDO
Omega supremacy
FanfictionUna sociedad donde los omegas tienen el poder absoluto, dividiendo a la población por su género secundario. Ahora los alfas lo único que pueden hacer es obedecer, o simplemente morir.