Capítulo 15

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Sentirse entre las nubes que adornaban con cariño el cielo azulado, era una experiencia completamente nueva y excitante, de inicio a fin. Enloquecer por un alfa no estaba incluído en su plan, pero cualquier persona cuerda caería rendido ante alguien como Harry Styles.

Y él definitivamente no era la excepción.

Ver a Harry reír ante lo que decía, adularlo porque le parecía fascinte lo que salía de su boca, decirle que era hermoso, incluso cuando sus ojos se hacían pequeños y aparecían arrugas a sus lados por sonreír. Estaba enamorado, podía darse cuenta de ello, podía notar la forma en la que su corazón latía por el cortejo extraño pero hermoso de parte del rizado. Correspondía totalmente los sentimientos, todo era mutuo, las miradas, la risas, los toques, todo sería fielmente correspondido.

Tomó un chocolate y lo llevó a su boca, saboreando el rico pero amargo sabor, seguía sin saber de dónde sacaba Harry las cosas que llevaba a las cenas que tenían constantemente, pero él las agradecía y disfrutaba como si jamás hubiese comido algo parecido. Tal como estaba sucediendo en ese momento.

"¿Son ricos?" Harry le miró interesado en su respuesta, atento y él sonrió amablemente, asintiendo.

"Claro que lo son." Harry le sonrió, satisfecho por su respuesta.

"Yo... Louis, realmente estoy interesado en ti, me gustas y me pareces perfecto de todas las formas posibles, pero solamente quiero hacer lo que tú quieras hacer." El omega sonrió satisfecho, sintiendo mariposas recorrer su estómago mil veces. Sintiendo tan correcto enamorarse de ese hombre.

"Yo me siento igual Harry, me gustaría ser tuyo en cuerpo y alma cuando llegue el momento." Las miradas cómplices y sonrisas sinceras hicieron acto de presencia junto con sus aromas fusionándose.

La cena continuó amenamente, hablando sobre el plan, sobre temas de interés común o simplemente de ellos mismos. A ninguno de los dos les importaba la hora, hasta que el frío comenzó a hacer tiritar al omega incluso con la manta sobre sus hombros, obligando a los enamorados a abandonar el lugar que habían convertido en suyo.

Caminaron juntos de regreso, Harry sosteniendo las cosas con una mano y con su brazo abrazando por los hombros al castaño, ambos riendo entre la conversación, intentando que el tiempo se congelara a su alrededor y permitirles estar incluso mucho tiempo más juntos. Pero al final llegaron a la trampilla en el bosque, entrando juntos hasta estar nuevamente en la fría casa de madera en la que vivía el alfa, ambos decaídos porque se acercaba hora de despedirse hasta el día siguiente.

"Supongo que llegó la hora de irme" El alfa suspiró y lo rodeó con sus brazos, abrazando acariñosamente su cuerpo.

"Desearía que te quedaras, que todo esto fuera diferente. Que pudiéramos ser libres y gritar lo mucho que nos gustamos sin tener que ser juzgados." Louis correspondió con más fuerza el abrazo.

"Yo también Harry, pero estamos luchando para poder hacerlo. Estar juntos y poder gritarlo con libertad será nuestra recompensa." El alfa asintió, aspirando el aroma del
omega, provocando que se alejara rápidamente, sorprendiendo al menor. "¿Qué sucede?" Cuestionó, confundido.

"Estás a punto de entrar en celo, debes irte o las ganas de querer hacerte mio me enloqueceran."  Ante las palabras Louis sintió un escalofrío recorrerlo por completo, las ganas de ser tocado por él, las ganas de que sus fantasias y deseos por fin se hicieran realidad lo estaba embriagando, su razón no estaba participando, menos con su omega susurrando lo bien que estaba todo lo que deseaba que le hicieran. "Lou, por favor." Harry le suplicó, temiendo no poder ignorar sus más primitivos deseos.

Pero, Louis no estaba siendo precisamente prudente al sentirse tan deseado.

El alfa estaba al otro lado de la habitación, con una mano tapando su nariz, respetando su espacio y su cuerpo, pero él no quería eso, podría decir que quería todo lo contrario. Así que ante la atenta mirada del alfa que llevaba cuatro días cortejandolo, comenzó a desvestirse lentamente, empezando con su jogger gris para después desprender su suéter negro, al no tener nada de bajo, quedó totalmente expuesto, a excepción de su bóxer blanco.

Omega supremacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora