Protagonista#2: En presencia de una bruja

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Unos ojos rubí le devolvían la mirada desde la ventana polvorienta de un viejo almacén abandonado. Su rostro infantil parecía ser de unos siete años, pero no podía estar segura por todo el hollín en su cara y su apariencia andrajosa mientras usaba una prenda desgastada.

Sabía que su apariencia no sería la misma que su vida anterior, pero aun así era tan inusual ver lo mucho que su aspecto ha cambiado tras reencarnar en este mundo.

En lugar de los ojos castaños avellana heredados de su madre, sus ojos habían cambiado a unos grandes ojos rubí que con acentos anaranjados. Su corto cabello negro liso fue reemplazado por uno enmarañado y desgreñado que le llegaba hasta los hombros de un color crema claro, que gradualmente se desvanecía en un tono verde suave en las puntas.

Su apariencia estaba tan lejos a la que acostumbraba a ver en el espejo del baño de su antiguo departamento en Japón.

Sin embargo, ella creía que la hacía ver linda.

Tal vez si encontraba algo de agua para asearse, aunque sea un poco, ella podría hacer resaltar la belleza de este cuerpo.

Todo parecía estar bien con su nuevo aspecto.

De no ser por algo.

A pesar de que se miraba al espejo con una sonrisa, esta parecía desmoronarse cuando su mirada se dirigía hacia abajo.

Movió los pies con nerviosismo.

Sus tobillos eran del tamaño de la pata de un elefante.

Pero con el color de su cabello y sus piernas gordas, el pensamiento de que ahora ella se parecía a un rábano, no parecía tan descabellado.

Sus ojos se llenaron de cierta melancolía y una sombra de tristeza debido a sus tobillos.

Al principio pensó que estaban hinchados por caminar tanto, sin embargo, ya había pasado un día entero desde que el pensamiento le cruzo la cabeza.

La pequeña albina cerro los ojos y dejo escapar un suspiro.

Ya era tarde en la noche cuando se permitió descansar en este almacén abandonado, que se encontraba en las afueras del pueblo donde despertó.

Parecía llevar mucho tiempo sin que nadie cuidara de este lugar.

Una de las paredes de madera ya había colapsado por la humedad del bosque, por lo que no le fue difícil escabullirse por ahí para adentrarse en su interior.

Debería estar contenta por tener al fin un refugio para dormir, pero eso aun no eliminaba algunas de sus preocupaciones. El suelo estaba repleto de polvo y tierra para que hubiera un sitio para dormir e incluso estaba el problema de la comida.

Además, nada le garantizaba que algún animal salvaje entrara por aquel hueco, donde ella había entrado y la devorasen cuando ella se encontrara durmiendo.

Suspiro.

- ¿Ahora qué hago? – Se preguntó a sí misma en voz alta mientras seguía sentada en una caja de madera.

Esto de la reencarnación era tan difícil.

Al estar tan centrada en sus pensamientos, la pequeña no noto como alguien se manifestaba detrás suyo.

- Alelele~ ¿Por qué estás tan triste, jovencita? – Pregunto la voz parecida a la de una niña.

- ¡¡HICK!! – Se sobresaltó la albina del susto al escuchar una voz detrás suya.

Sin querer perder un solo segundo, la pequeña se paró de su lugar y se volteó rápidamente para ver quien era la persona que se encontraba con ella.

Pero fue la inmensa oscuridad que hizo que fuera imposible ver a la otra persona.

Salvare A La Emperatriz De Los ProtagonistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora