Protagonista#6: Probando cosas nuevas

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El dulce aroma a pastel recién horneado inundo por completo la habitación, pero también tenía un aroma distinto a aquel postre.

Akane miro con curiosidad la comida que le trajo la chica.

La peliblanca se había ido desde hace rato para realizar sus obligaciones, por lo que el joven guardián se encontraba solo en la sala de estar. Con cuidado coloco el libro que se encontraba leyendo sobre el escritorio y jalo un extremo de la bandeja para ver de cerca los panqueques, eran como grandes galletas de tonos dorados, sin embargo, contaban con la misma textura que el bizcocho de un pastel.

Los miro con desconfianza aquel extraño platillo.

No parecía ser algo que hubiese visto en las fiestas de té de su madrastra o las veces que miraba a escondidas la cocina.

¿Era veneno?

Su ceño fruncido se profundizo aún más, reflejando su disgusto.

Bueno, no sería la primera vez que le daban comida envenenada, su madrastra era una perra viciosa que le encanta molestarlo jugando bromas con su comida, debido a eso desarrollo desnutrición y gastritis crónica hasta que el accidente del candelabro.

Mirai puede que no entienda porque se rehúsa a comer ciertas comidas, a pesar de que su estómago protestaba de hambre debido a su terquedad.

Pero nunca entenderá lo que era pasar tres días y tres noches agonizando del dolor mientras vomitaba sangre en una vacía habitación, sin nadie a su lado que le cuidará o se preocupará por su ausencia en la mansión.

Durante esos tres días, nadie lo buscó para asegurarse que se encontrara bien.

- ¡A-ayuda! –

La sangre goteaba de sus uñas, mientras intentaba arañar la puerta de madera.

No importaba cuántas veces parpadeara, todavía no veía nada más que oscuridad de su habitación, mientras su cuerpo se sentía como si estuviera siendo perforado desde adentro.

Mirai le había explicado una vez que sus cuerpos resisten a la mayoría de las toxinas desde que nacen y que a medida que creciera se volvería inmune a todos los venenos o enfermedades existentes. Tal vez por eso su madrastra nunca tuvo éxito en asesinarlo en estos años.

Sin embargo, Mirai le había prometido que ya estaba a salvo.

Que ya no debería preocuparse por la comida o si había suficiente leña para el frio de la noche, incluso ahora tenia un cuarto y un closet repleto de ropa para cualquier tipo de ocasión.

Akane sabe que no debería de preocuparse, pero el miedo seguía ahí. Nunca abandonaba su cabeza la idea de que su comida estuviese nuevamente intoxicada con la intención de hacerle daño.

Tragó saliva en un audible sonido, con las pupilas aun temblando por el miedo.

Con cautela sujeto sus cubiertos y corto un trozo del pancake, el olor a mantequilla inundo su nariz al momento de separar un bocado del plato.

Acerco el trozo del pan para examinarlo en busca de algo extraño en el bizcocho, pero no había nada que le pareciera sospechoso en el pan.

Akane bajó la mirada hacia su plato casi intacto, tampoco había nada en las fresas.

Volvió la vista al trozo del pancake aun clavado en los dientes del tenedor.

Parecía que no tenía nada.

Volvió a tragar saliva.

Sosteniendo el tenedor con vacilación, el peli naranja se llevó un bocado a la boca, rápidamente el sabor le llamo la atención junto con la textura, era dulce y suave en su paladar que pronto su rostro se ilumino sin darse cuenta.

Salvare A La Emperatriz De Los ProtagonistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora