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Harper gemía sin pudor mientras se sostenía de los escalones, se encontraba sentada sobre la escalera, era incómodo pero de un momento a otro aquello había pasado a segundo término; su vestido se encontraba enrollado en su abdomen, su torso descubierto y Chris Evans entre sus piernas llevándola al paraíso.

Aquello se había salido de control después de que el actor la besara y ella no se quitara, supo que había mordido el anzuelo, ¿a quien engañaba?

Lo había deseado.

Chris, por favor...

Harper respiró agitada sintiendo como estaba por llegar al orgasmo, necesitaba tregua, no podía resistirse más, sus piernas apresaron al hombre quien disfrutaba torturarla, estaba extasiado disfrutando de aquel manjar que creyó prohibido.

— ¿Que necesitas linda? Pídelo.

Chris la miró con una sonrisa de lado, sostenía las piernas de la chica mientras subía hasta quedar frente a ella regalandole un dulce beso tan erótico que erizó la piel de ambos.

Harper mordió el labio del hombre mientras sentía como este introducía dos de sus dedos en su intimidad, estaba tan húmeda y lista para él, no entendía porque no la tomaba.

— Chris...

Comenzaba a ahogarse con sus gemidos, temiendo desconcentrarse comenzó a desabrochar la camisa del actor, botón por botón dejando poco a poco al descubierto el torso fornido y perfecto del hombre, observó que tenía mas tatuajes que la vez anterior, se mordió el labio al ver como sus músculos se tensaban mientras él seguía con su tarea.

— Harper, eres perfecta — el hombre comenzó a regar besos por su cuello bajando a sus pechos sin dejar de hacer aquellos movimientos tan placenteros mientras Harper no se quedaba atrás, necesitaba venganza.

Con ayuda de sus manos y de sus pies terminó por desnudarlo de su cintura para abajo, acto sorpresivo tomó su miembro en sus manos iniciando un delirante movimiento.
Acto que no pasó desapercibido por Chris quien gimió al lado del oido de la mujer quien sonrió victoriosa.

— Suficiente pequeña.

Chris se reincorporó de la escalera haciendo que la mujer se sujetara de sus hombros dejando su vestido caer al suelo, la tomó de los muslos y subió a su habitación mientras la mujer besaba con mimo su cuello.

Solo la luz del exterior alumbraba la habitación, Chris la depositó con suavidad entre las sábanas listo para acechar a su presa.

Su sudor se impregnaba en sus cuerpos los cuales al minimo toque ardían de calor, Harper suspiró al sentir la suavidad de la cama y las manos de Chris acariciar vagamente su cintura, sonrió levemente al sentir los labios del hombre en sus mejillas, se notaba nervioso; cosa rara de él.

Hazlo, no te detengas.

Harper se mordió el labio al darse cuenta de lo que había dicho, tan sólo necesitaba aquella unión.

— Es una locu...

Antes de que Chris dudara, Harper atacó sus labios en un beso caliente y fogoso atrapando al hombre con sus piernas y sus brazos alrededor de su cuello; no podían retractarse.

𝘓𝘰𝘷𝘦𝘭𝘺 𝘔𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora