25. (+18)

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— Pero si la fiesta aún no termina.

Una evidente Scarlett Johansson ebria abrazaba a su amigo quién reía al verla en ese estado.

— Si, pero si no es ahora, no lo será nunca.

Scarlett asintío.

— ¿Ella es la indicada? — la mujer preguntó haciendo sonreír ampliamente a su amigo, la respuesta era obvia.

— Lo es.

— Pero sabes que primero debes terminar con la loca de Jenny — Scarlett frunció el ceño — hablo enserio, ya después te casas con Harper y pido ser la madrina, claro está.

Chris soltó una carcajada.

— Creo que te estás adelantando mucho.

—Si tanto la amas deben formalizar, si vuelves a hacerle daño, conocerás mis habilidades que le aprendí a Natasha Romanoff.

El actor asintió.

— No volveré a lastimarla.

— Es una locura — Harper empacaba sus pertenencias ante la mirada de Chris quien le ayudaba en el proceso; de un momento a otro se encontraba huyendo con un hombre casado.

Extrañamente, no le importaba; sonrió al recordar a Robert Pattinson decirle que sin problema se tomara unos días, que ella también necesitaba vacaciones.

— ¿Ya te estás arrepintiendo? — Chris preguntó mientras cerraba las maletas de la mujer quien acomodaba su sudadera y tomaba su bolso, el actor observó el semblante serio de la chica — Ven aquí cariño, ¿Que sucede?

— Tengo miedo de que por cualquier cosa lo arruinemos, siempre lo hacemos Chris — Harper acarició los hombros del actor.

— Vamos a resolver todo esto, ya lo verás, no vamos a rendirnos.

— ¿Que pasará con Jenny? Chris si la prensa se entera de esto.

Chris suspiró con pesadez, sabia que tenia que arreglar las cosas con ella.

— Voy a pedirle el divorcio, no puede seguir aferrándose a algo que no existe.

Harper asintío.

— Tengo miedo Chris — la rubia lo besó fugazmente siendo retenida por el hombre quien la besó con fuerza reclamandola.

— Todo estará bien amor.

Las cálidas playas de Tulum recibieron a la pareja quienes arribaron a aquel paraíso en un jet privado, por suerte Robert Downey tenia una casa en aquel lugar y con facilidad y discreción se la prestó a Chris Evans.

Después de dormir y descansar en paz, Harper despertó primero, se permitió disfrutar del sonido de las olas y las gaviotas, el amanecer era precioso y cálido, pero ella decidió dedicarse a observar al actor dormir, acarició sus cabellos rebeldes mientras pensaba en que tan afortunada era, pero también sabia que todo se podia por la borda, como siempre sucedía; besó la frente del actor y salió de la cama, comenzó a explorar la casa la cual tenia grandes ventanales que dejaban ver a sus pies el inmenso mar color turquesa, digno de un paraíso.

Buenos días.

Harper saludó al Chef y a parte del servicio que tenían a su disposición, por suerte entendían su inglés por lo cual le fue más fácil pedirles un desayuno para Chris y ella, ayudó en lo que pudo y con la bandeja en manos y llena de comida regresó a la habitación encontrando a Chris en el balcón.

𝘓𝘰𝘷𝘦𝘭𝘺 𝘔𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora