29. (+18)

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Harper miró con duda al jet que se encontraba frente a ella; no creía conveniente tener vacaciones, menos cuando ahora estaba desempleada; pero apreciaba el esfuerzo de Chris por hacerla feliz; él era su ancla que la hacía no perder la cordura.

— ¿Que tanto piensas? — Chris llegó hasta donde se encontraba ella, Dodger efusivo ladraba queriendo subir, el actor lo soltó siendo el canino el primero en subir — Harper, todo estará bien, vamos.

La rubia asintío entrando al jet dónde se dejó caer a su asiento seguida del actor quien se dedicó a mimarla en el camino.

Al llegar a su destino ambos entraron a la habitación del hotel exhaustos, Harper acomodó su equipaje en el armario mientras Chris atendía a Dodger; entró al cuarto de baño quedando boquiabierta al ver lo espacioso y bonito que era, tenia una regadera con puertas totalmente de cristal, una bañera al centro y una vista exquisita a la ciudad londinense en la cual llovía sin piedad; se desnudó dejando su ropa en el suelo y entró a la regadera sintiendo el agua caliente relajar sus músculos y sus pensamientos; realmente se sentía afligida, había llegado a amar su trabajo aunque era un caos, pero quizá regresaría a lo que hacia antes, estar en una oficina o en un banco.

Chris dejó que la mujer disfrutara de su soledad, atendió a Dodger jugando con él un rato hasta que el canino pareció aburrirse de su dueño; el actor entró al cuarto de baño viendo a Harper relajarse en la ducha, sin hacer ruido se desnudó yendo hacia su encuentro haciéndola saltar de un susto.

— ¡Evans!

Harper llevó sus manos a sus pechos ante la mirada burlona de Chris quien sujetó empotrandola contra la pared, buscó sus labios mientras sus manos traviesas comenzaban a tocar a su chica.

— Te amo.

Harper suspiró al escucharlo decir aquello, todas sus barreras, todos sus miedos se iban al escuchar decir aquello con tanta seguridad, con tanto amor; atrás había quedado aquella mujer fría y cerrada; aquel actor egocéntrico había descongelado su corazón.

— Mmm Chris.... — Harper recargó su cabeza en el pecho de Chris mientras sus manos se sujetaban del cuello del hombre aferrándose a él como fuera posible, mordió su labio ahogando un gemido al sentirlo entrar en ella.

El paraíso para ellos , es estar juntos.

Harper y Chris llegaron al restaurante donde habían citado a la familia de ella, la rubia sostuvo la mano del actor impaciente, se alegraba de tener a toda su familia reunida, sabía que su abuela en el cielo estaría orgullosa de aquel momento.

Chris pidió un par de bebidas y bocadillos para ambos ya que al despertar haciendo el amor no habían podido desayunar; disfrutó de su cerveza mientras Harper poco a poco comenzaba a impacientarse pues no llegaban.

— Come algo cariño — Chris le sonrió tratando de tranquilizarla pues había pasado una hora y ellos no aparecían.

Harper asintío resistiendo sus ganas de llorar, aquella mañana había despertado sensible; toda su buena vibra se había desvanecido — quizá están atorados en el tráfico.

Chris ordenó el plato fuerte, suspiró viendo la hora en el reloj; no llegarían. Harper limpió un par de lágrimas que habían caído en sus mejillas, suspiró relajándose y le sonrió a su amado quién le sonreía.

— ¿Podemos seguir las vacaciones aquí en Reino Unido? Te apuesto que te daré un tour especial — Harper tomó un sorbo de su bebida mientras Chris asentía — Quiero llevarte a los lugares donde crecí.

𝘓𝘰𝘷𝘦𝘭𝘺 𝘔𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora