En la vida tendrás que defenderte de las muchas cosas que sucederán en tu vida, algunas de las cuales te vuelven adicto a ella, a tal punto que no sepas cómo salir de la situación ni cómo continuar. La gente piensa que es la versión que otros dijeron, pero no, eres tu propia versión ¿Qué debe importar lo que los demás digan? Nada, porque sabes quién eres.
Yo estaba allí, luchando contra los pensamientos tormentosos que plagaban mi mente. No quiero pensar en demasiadas cosas, que a su vez me carcomen y no puedo seguir así. No puedo seguir negando mi situación con mi padre, lo confundida que estoy acerca de Kaden, porque no puedo estar segura de que sea él. Aunque todo parece haberse confirmado ese día, en realidad no puedo pelear ni pelear conmigo misma, o tal vez cuando lo haga, tengo que mostrar mi fuerza frente a los demás.
El día anterior sin duda fue un día de locos, demasiado diría yo y no sólo por el hecho de que la situación con Kaden fue algo incómoda al menos para mí, sino también de aquel grupo de chicas que me enfrenté, para luego salir arrastrada por los brazos del chico con rasgos angelicales con ojos transparentes que su mirada transmitía; la venida de mi papá y tenerlo cerca cada vez era mas denso, ya no era lo mismo.
Cuando las personas cambian sientes que una parte de ellos destruirá todo o todos, quizá.
Ese sonido que a lo lejos se escuchaba que sonaba con más intensidad cada vez, me sacó de mis pensamientos haciendo así reaccionar a la realidad. Giré mi torso de la silla para ver quién era y era esa persona que no dejaba de atormentarme cada que lo recordaba.
Kaden.
-Buenos días, señora-pausó para tomar una bocanada de aire- disculpe ¿Se encuentra Hazel?
-Claro, está desayunando ¿Tú eres?
-Kaden, soy amigo de Hazel-su sonrisa tan resplandeciente que tanto lo caracterizaba hizo de mi cuerpo una corriente eléctrica.
Me levanté antes de que mi madre me llamara porque era un poco vergonzoso, pero por otro lado, podría estar un poco molesta porque el vino a mi casa sin previo aviso, no recuerdo haberle preguntado. Agarré mi mochila, le di un mordisco a mi sándwich y me fui de allí, cuando estaba a punto de ir hacia ellos, él tuvo que bajar las escaleras.
-¿Tú quién eres?¿El amigo o el novio de mi hija?- arqueó la ceja sonando firme y tajante.
-Como le dije a la señora, soy el amigo de Hazel y me llamo Kaden-arqueó una ceja de manera dominante.
-Ya me debo ir, te veo luego mamá-le di un beso a la mejilla- Vámonos.
-¿De mi no te vas a despedir? También existo, hija- sentía rabia y no sabía el motivo, pero algo me decía que pronto lo descubriría.
Volteé y lo miré con frialdad,- Adiós, cuídate- lo miré a Kaden y seguí mi camino.
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En el trayecto del camino todo se volvió incómodo y silencioso, tenía unas ganas de invadirle de preguntas, golpearle por ir sin consultar, peor con mi padre en casa. Era un martirio. Trataba de pensar en otras cosas, observar el cielo como siempre solía hacerlo, era bello.
Se aclaró la garganta y habló- ¿Todo bien?- lo miré irónica.
-¿De verdad me estás preguntando eso? ¡Grandioso! No sé de donde supiste la dirección de mi casa para que vinieras a verme, peor con mi padre de visita ¿Entiendes eso?-espeté inquieta.
Lo único que recibí fueron muchas risas por las intenciones satánicas del ángel.- Disculpa, eso en verdad fue gracioso- se tapó la boca con la mano.
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El color transparente del amor
Teen FictionDos personas que al parecer estaban destinados a encontrarse, pero a lo mejor a no estar juntos, nadie lo sabía, pero sin darse cuenta se volvieron a encontrar. Entra a leer mi libro para que descubras si es así o no. El destino quiere que nos volva...