¿Cómo nos conocimos?
.⋆。⋆☂˚。⋆。˚☽˚。⋆.
Siempre había recibido regaños de mi padre, incluso golpes, y no me malentiendan mi padre no era un maltratador, no me pegaba solo porque quería o me daba una madriza, no, supongo que el ser militar lo obligaba a ser duro y estricto conmigo y mis hermanos, tampoco lo justifico, simplemente tiene carácter fuerte.
—¡Ponte hacer algo!
—Voy a hacer tarea. —le conteste con el mismo tono de voz a mi padre.
—Tú puro hacer tarea y leer neta ya me tienes hasta la madre... agárrate el dinero y ya vete.
—Pues de alguien aprendí a ser así ¿no? —agarré el dinero y salí como loca de la casa, recuerdo muy bien ese día ya que fue el día conocí a un chico, el día era nublado y lluvioso, lo cual amaba, todo iba normal hasta que iba de regreso a casa con mi cartulina en manos y escuchando You Found Me de The Fray, cuando lo ví por primera vez y como no verle. Un chico alto máximo un metro ochenta y algo, salió de la residencia militar vestido con una chamarra militar que por un momento pensé que era uno. Traía cubrebocas y odie el no poder admirar su rostro por completo. Se detuvo a la orilla de la banqueta para mirar los lados de la calle antes de cruzar y fue cuando nuestras miradas se encontraron por primera vez, vi sus ojos esos bonitos ojos cafés, y el color de su piel contrastaba tan bien con el clima, y esos jeans rotos le quedaban increíble, y esas botas color caqui hacían que destacara más, cruzo la calle y cuando estaba a mitad de este volteo su mirada hacia mí entonces me di cuenta que yo me había quedado estática, entonces camine.
¡Joder! Tengo que admitir que me emocione, ya que creo que fue la primera vez que alguien hizo algo así. Y pensé que jamás volvería a verlo. Pasaron los días y nuevamente una pelea entre mi papá y yo.
Ese día me encerré en mi habitación, hasta que me cansé de estarlo y tomé mi mochila, metí un libro, mi celular y audífonos ya no quería seguir escuchando los gritos de mi padre. Puse seguro y salí por la ventana hacia la entrada del pequeño bosque que había en la residencia. Enfrente de la zona deportiva, me gustaba ese lugar porque el campo de béisbol siempre estaba vacío, y la pista de correr solo había como dos almas, las bancas eran una maravilla y la brisa perfecta para leer.
Me recargue en la banca a leer Sombra y hueso y entonces:
—El darkling muere. —dijo una voz gruesa, levanté mi rostro para verlo a él, enfrente de mi con un balón de basquetbol en las manos y una sonrisa burlona en su cara, también sentí el sonido de mi corazón romperse, amaba al darkling a pesar de que era el villano. Enserio lo hacía. Y no pude contenerme.
—Dime acaso te pregunte—. dije en tono severo, dejo el balón en el suelo y te cruzo de brazos inclinándose un poco hacía mí. Y entonces pude detallarlo mejor, no traía el cubre bocas, en cualquier otra situación me hubiese parecido guapo. Bueno en realidad lo hizo, era muy guapo, er alto, musculoso, cabello castaño, ojos color café preciosos, una sonrisa con hoyuelos, pero sobre todo unos labios gruesos y ligeramente rosados.
—No, pero solo quería molestar.
—Pues es mejor que vayas a chingar a otro lado.
Me puse velozmente de pie y caminé lejos de él.
—¿Cómo te llamas? —me grito, me voltee hacia a él para enseñarle en dedo de en medio. No me gusta ser grosera pero realmente el tipo se lo merecía
—Primero me das el spoiler de mi vida y todavía quieres mi nombre.
—Pues si no quieres no, tampoco es que me interese mucho.
Lo escudriñé con la mirada me di la vuelta y caminé hacia mi casa nuevamente, a esperar los regaños de mi papá por salir de casa sin permiso. Pero por alguna extraña razón no fue así. Ya que teníamos visitas, el general estaba en la casa.
—Oh no me digas que ella es tu pequeña hija, Daniel. —le dijo a mi padre. Le sonreí y me acerqué para estrechar su mano. —Ya estás bien grande, la última vez que te vi fue cuando tenías tres años.
—¡Gracias! —le estreche la mano. —No lo recuerdo.
—Soy Gerardo amigo de tu papá ¿Qué edad tienes?
—El 27 de abril cumplo los 18 años.
—¿Piensas entrar al colegio militar?
Mi sueño era ese pero mi padre no me dejo y saboteo mi entrada a él. Mire a mi padre que me miraba serio.
—Pienso estudiar derecho.
—Interesante.
Antes de poder contestar, el timbre de la casa sonó. —¿Puedes abrir? —me pidió mi padre gentilmente, asentí y al abrir la puerta un chico de cabello negro y ojos azules tan brillantes. Que parecían ver a través del alma humana estaba de pie afuera de mi casa.
—¿la casa del señor Daniel?
—Hugo, pasa. —dijo el general, me hice a un lado para que el tal Hugo pudiera pasar. —Él es Hugo mi sobrino. —lo presento, me sonrió y me miro de pies a cabeza. —Se quedará con nosotros un tiempo en lo que regresa su madre de Estados Unidos.
Giré la cabeza hacia la ventana para evitar un contacto visual y lo que vi fue al tipo del spoiler nuevamente. Caminando con una bolsa de pollo asado y un niño a su lado. Desde ese momento mi ventana seria mi punto de vista hacia él.
Y ahora me presento, soy Emma, esta es mi historia... la historia que comenzó principalmente por una carta.
.⋆。⋆☂˚。⋆。˚☽˚。⋆.
Nota de la autora: Querida mejor amiga este capitulo va dedicado para ti, espero que sigas cumpliendo muchos años más de vida, y que si Dios quiere juntas cumplir nuestras metas tqm.
¿Qué les pareció el primer capitulo? Estoy emocionada con esta historia. Enserio, besitos y cuídense. ¡Tomen agüita!
ESTÁS LEYENDO
Meses a Tu Lado
Подростковая литература"Meses A Tu Lado" Nos cuenta la historia de tres personas Emma, Carlos y Diego. El como se conocieron ellos no importa, solo que desde el momento en que sus ojos se encontraron de alguna manera supieron que uno de los tres saldría lastimado. Se en...