𝐑𝐞𝐩𝐞𝐭𝐢𝐭𝐢𝐯𝐨.

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Luego de analizar las palabras escritas sobre el pedazo de papel, que citaban "El veneno de la serpiente siempre fue atractivo para la princesa, SU princesa"

Druella comenzó a recordar todo el rechazo que sufrió en la comunidad mágica luego de aquel juicio en el que su futuro esposo fue acusado de ser un completo mortifago.

Todo el mundo la señalaba, todo el mundo la rechazaba, incluso fue sometida a varios y juicios y torturas por parte del ministerio, con el fin de lograr que confesara algo sobre quien no debe ser nombrado.

Finalmente a sus 16 años de edad fue acogida en Howgarts, un lugar donde ella no era señalada, donde no era juzgada ni mucho menos criticada. Sin embargo ella amaba a Barty, lo amaba a pesar de sus ideales, a pesar de su traición, en todos los pedazos de su roto corazón se encontraba él.

Druella sonrió, siempre amo a Barty, y eso no había cambiado, pero tenía que ser fuerte, su orgullo y dignidad era algo que la caracterizaba, sin duda no permitiría que eso fuera pisoteado por unos simples recuerdos.

--Estupido Crouch.

Dejo la nota sobre un escritorio cercano para luego tomar un libro antiguo y gastado con las iniciales "D. E. F".

Ella sabía perfectamente que Sirius Black nunca fue culpable de nada, también sabía que trataría de buscar a Harry, y ella averiguaria la forma de ayudarlo.

"Remus Lupin no está aquí sólo por coincidencia, busca ayudar a Sirius, así que me acercaré a él para así también ser de ayuda".

Escribió sobre el viejo libro que sostenía, que no era cualquier libro, sino que se trataba de su diario, donde almacenaba sus pensamientos más privados.

Pronto el cansancio se hizo insoportable, se recostó sobre su cómoda cama, y sonrió dejando que el sueño la venciera.

...

A la mañana siguiente despertó más tarde de lo común, esa noche tendría que ser veladora y eso era una idea que no le agradaba en absoluto. Se levantó perezosamente vistiéndose con su habitual uniforme.

--Buenos días Druella.

Saludo a su reflejo mientras reía sin parar, algo extraño y único de ella es que cualquier cosa podría matarla de risa.

Luego de unos minutos comenzó a salir corriendo de un lado para otro, limpiaba aulas, ayudaba al señor Filch a colocar castigos <<que no fueran tan sádicos>>, regañaba a los alumnos mayores, en especial a los gemelos Weasley quienes parecía nunca descansaban.

--¡Druella!

El llamado de Remus había sido lo más interesante en su día, sin pensarlo fue en su ayuda terminando en una charla a solas entre ambos.

--Tu sabes que Sirius escapó, y sabes que vendrá por Harry, escúchame bien, eres la única persona en la que confío.

--Se directo Remus, ¿en qué te ayudo?

--Asegurate de que la rata de los Weasley sea controlada, lo necesitamos para demostrar la inocencia de Sirius, y por otro lado, quiero que mantengas esta escuela en paz el tiempo en que Dumbledore no esté, Severus no es de fiar.

--Yo me encargo Remus, tu encárgate de proteger a Harry. ¡Oh! Y te recomiendo que le enseñes el encantamiento patronus.

Sin más que decir, ambos se despidieron, y se separaron, nuevamente la rutina de Druella por toda la escuela, a veces se sentía más un conserje que una ayudante de dirección, pero no le molestaba, al contrario, lo sentía bastante útil.

𝐋𝐚 𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐃𝐞𝐭𝐫𝐚́𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐕𝐚𝐬𝐚𝐥𝐥𝐨.|| [Concluida].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora