Ahora estoy vacía, estoy huyendo de mi propia sombra, asustada; queriendo encontrar un refugio en tus brazos, salir corriendo de aquí y gritar lo mucho que te amo.
--Búscame en la oscuridad, y encuentrame en la luz. --Susurró con la voz baja, apagada mientras corría de regreso al castillo que alguna vez fue y sería para siempre su hogar.
Ahora ella está ahogada, y ni siquiera tenía un pie sobre el agua. ¿Algún día lo dejaría de amar? Claro está que no, sería más probable ver a Harry bailar con Voldemort que a Druella dejando a Barty.
Entonces se detuvo, se quedó mirando la luna, temblando ante su gran brillo que la dejo helada. Una roca atravesó su mirada y sin pensarlo dos veces se sentó sobre ella dejando salir todo el aire contenido.
La noche le hablo, de la forma más linda en qué se podría hacer, se juro a si misma estar loca por quererlo tanto, sin embargo era un sentimiento inevitable, desde el momento en que sus ojos lo miraron fue encantada, cualquier toque de su piel, podía hacerla perder la cabeza y eso... Eso era lo que le encantaba.
--Escúchame Druella, desde el primer momento cuando aún éramos niños, yo te adoraba, ¿Sabes lo hermosa que eres?, Te miró lo más que puedo e intento recordarte de la forma más exacta posible. Viviendo con envidia de cualquiera que pueda siquiera hablarte. --La joven castaña sonrió al recordar sus palabras. Hubo algo que llamo su atención, y es que a pesar de ser un demente, siempre la trataba de la forma más delicada posible.
"Si supieras Barty, yo quiero tocar la sóla punta de tus dedos y con eso... Me bastaría para vivir años feliz."
Alguien emergió de las sombras, un muchacho de ojos brillantes y cabello sedoso, reluciendo sus gafas redondas bajo la luz de la luna.
--Druella, ¿Puedo hacerte compañía? --Harry admiró a la chica notando su mirada sumida en la nada. Por su parte la joven se limito a asentir dejando espacio en la piedra para su nuevo amigo.
--Hola Harry.
--¿En qué piensas?, Druella no pretendo ser maleducado contigo, me has ayudado demasiado este año, pero quiero saber... ¿Por qué siempre estás triste? ¿No eres feliz en el mundo mágico? --Los ojos oscuros de ella brillaron en lágrimas.
¿No era feliz? Si y a la vez no.
Ojalá algún día pudiese correr y tomarlo entre sus brazos, besarlo, casarse con él, y vivir en una linda casa con un bello jardín rodeado de rosas.Luego de pensarlo, se dedico a intentar formular una respuesta, ¿Cómo le explicaba a un niño lo que era el amor?
--Soy feliz... Tengo motivos para hacerlo, pero a la vez no lo soy. Se que me entiendes Harry, cargar con esa maldición de perder todo lo que amas no es fácil. Él me dijo que iba a estar conmigo siempre, y yo aún espero que algún día llegue por mi. --Una lágrima se deslizó por su mejilla recordando como se daba la vuelta susurrando un leve "Adiós Druella" --Todas las noches me acerco a la ventana, observando la luna los recuerdos me atacan y yo... Yo sólo espero que llegue volando y me lleve con él.
Harry sintió un nudo en la garganta, claro que sabía lo que era perder todo lo que uno amaba. Ante sus ojos ella era como una gran amiga, la chica loca enamorada de un demente, y aunque parecían iguales, la diferencia se encontró en qué; mientras Harry era aclamado por el mundo mágico creyéndose un héroe, Druella era un rechazo en todos lados.
--Te entiendo. --Murmuró en un suspiro.
--Todos pintaron mi nombre de la forma en la que quisieron "La joven talento que arruinó su vida", nunca nadie trato de comprenderme, incluso después de los miles de crucios que recibí para confesar algo... El mundo me dio la espalda... Todo fue mi culpa, por amar a alguien.
Y de repente se rompió a llorar. Harry sintió ganas de abrazarla, buscar la forma de revivir a los muertos y organizar una boda para la joven que era ahora parte de su familia.
--Gracias Druella, eres un claro ejemplo de porque debemos ser fuertes.
Y así, con esas palabras se levantó estirando cada músculo y se fue.
--Ojala todo fuese tan fácil como mirarte Druella, quiero que seas mi perdición, quiero morir amándote, y necesito que me sonrías todos los días, Druella sólo... Sólo déjame estar contigo, déjame amarte, admirarte de una y mil formas porque me recuerdas lo importante que es estar vivo. --Sonrió él. --Tócame, hazme sentir que estoy vivo, hazme creer que soy un humano, pon mi corazón a latir como siempre lo haces, sonríe con tu rostro perfecto y mueve el mundo porque incluso cuando sangre estaré feliz de mirarte, me sentiré honrado de llamarte mía y entonces mi mundo serás sólo tú.
Recordar sus palabras se sentía como nadar en aguas relucientes, como mirar el cielo durante al atardecer. Si ella pudiera, tal vez de sus ojos saldrían brillitos en lugar de grandes lágrimas.
--Te amo tanto Barty...
...
Este es mi retorno, demasiado hundida como para escribir, demasiado muerta como para sentir, terrible mi estado, pero tomar mi celular y dejarme llevar me hace sonreír.
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𝐋𝐚 𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐃𝐞𝐭𝐫𝐚́𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐕𝐚𝐬𝐚𝐥𝐥𝐨.|| [Concluida].
Hayran Kurgu"𝐋𝐨𝐬 𝐢𝐝𝐞𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐬𝐞𝐧̃𝐨𝐫 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐛𝐫𝐨𝐬𝐨 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐚𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨, 𝐬𝐢𝐧 𝐞𝐦𝐛𝐚𝐫𝐠𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐝𝐢𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫𝐥𝐨𝐬 𝐬𝐨́𝐥𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐢, 𝐩𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐮 𝐬𝐢 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐚𝐠𝐫𝐚𝐝𝐨...