2.Capítulo

41 6 0
                                    

Para cuando quise darme cuenta tenía los ojos como platos, y poco me faltaba para que la mandíbula me llegase a tocar el suelo. No podía creerme todo eso me hacía sentir mal, el hecho de que yo podría ser la siguiente víctima. Aunque tampoco tenía muy claro la razón por la que se burlaban de mi en el aula,horas antes (En inglés).

- Bueno, eso es todo, por eso te recomiendo que no llames mucho la atención, y por favor intenta mantenerte al margen de todos los problemas que puedan ocurrir. —Me dijo mi amiga en tono preocupante.

Por una parte quería obedecerla pero otra parte no. La idea de que estuvieran humillando a una persona, y yo teniendo la oportunidad de intervenir, y no hacerlo, me hervía la sangre.

Volvió a sonar el timbre y todos los alumnos nos dirigimos a nuestras respectivas clases.

No pasó nada interesante durante ellas, seguían explicándonos todo lo relacionado con lo que se daría en cada asignatura.

Young mi me acompañó a la salida y me preguntó si quería conocer un poco la ciudad en la que estaba residiendo. Me pareció buena idea esperé a mi madre y a mi hermana, las cuatro nos fuimos paseando por diferentes lugares, nos acompañaba un clima bastante agradable.

Aprovechamos para intercambiar conversaciones entre nosotras, eso nos ayudó mucho a conocernos mejor. Young mi y yo nos complementabamos genial.

Cuando la noche ya estaba por caer acompañamos a mi amiga a su casa y más tarde nos encaminamos hacia la nuestra.

Blig-bling, el segundo día que me sonaba el maldito despertador. Empezaba a hartarme de tener un cacharro que me despertase repentinamente.

Me fui a la cocina y Ayana y mi madre desayunaban unas tostadas. Desayuné con ellas me di una ducha y elegí el conjunto que utilizaría en ese día. Parecia que no se iba a asomar el sol en todo el día. Prediciendo eso me puse una camiseta rosa y unos pantalones vaqueros negros acompañados de unas botas.

Llegué al colegio un poco pronto así que aproveché para quedarme jugando con mi hermana un rato.

Cuando vi que la gente empezaba a entrar me dirigí a mi clase (En español).

- ¡Hola!¡Buenos días a todos!Bueno creo que esto os parecerá un poco injusto pero a partir de hoy empezamos a trabajar así que quiero todos los libros encima de la mesa
—Dijo Blanca.

En verdad no podía entender completamente todas las palabras que decía, ni su significado, pero sí que entendía algunas palabras sueltas. Gracias a qué mi padre me apuntó a una academia de español, y creo que voy poco a poco progresando.

Después de unas tres largas horas de clase por fin se pudo oír la alarma, la profesora no tuvo tiempo siquiera de finalizar la clase ya que en cuanto se escuchó la alarma salieron todos como una estampida.

Ya en el recreo, mi amiga y yo charlabamos acerca de la injusticia que era empezar a dar clases tan pronto, cuando de pronto oímos unos gritos. Procedían de la zona de los columpios, me levanté, pero Yong mi me detuvo agarrandome del brazo y diciendo un simple 《no vayas》.Me deshize de su agarre, tenía mucha curiosidad por saber lo que estaba sucediendo. Con mucha lástima dejé a mi amiga y me dirigí en dirección donde se escuchaba tanto barullo.

Cada vez los gritos se escuchaban más fuertes. Fue entonces cuando descubrí quienes estaban causando tanto alboroto. Rubén y Briseida, acompañados de su grupito que parecía estar observándolo todo.

sin querer levantar sospechas de mi presencia me escondí en un árbol. Desde ese ángulo pude ver a una niña bastante triste, pude deducir quienes serían los culpables. Rubén dio un paso acortando las distancias con la niña y le pidió el almuerzo de mala gana.

El hombre del que YO me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora