Niñez: 1.Capítulo

97 7 0
                                    

Me divertía jugando a juegos de grupo con mis amigos todo el día, ya que careciamos de cualquier aparato electrónico.

Espera, perdón todavía no me he presentado, soy Lewa una niña africana de 7 años de edad.

Espera, perdón todavía no me he presentado, soy Lewa una niña africana de 7 años de edad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Vivo con mi hermana 5 años menor que yo llamada Ayana, a la cual adoro con locura.

Vivo con mi hermana 5 años menor que yo llamada Ayana, a la cual adoro con locura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Vivimos felizmente con nuestros padres en una pequeña choza.

Un día mis padres me explicaron que tendríamos que emigrar a España, ya que en África no habían muchas oportunidades para conseguir un buen trabajo. Yo no estaba de acuerdo del todo, aunque por una parte me emocionaba la idea de poder vivir en un país lleno de oportunidades y comodidades, pero por otra parte no me gustaba la idea de tener que despedirme de mis amigos, los conocía desde que empecé a caminar.

Mis padres tardaron semanas en intentar convencerme, hasta que al final acepté.

Estaba casi por amanecer cuando oí la voz de mi padre llamándome.

- ¡Lewa, prepárate que nos vamos a España!

- ¡Sí papá enseguida voy!

- Vale, date prisa.

No tenía mucha idea de que conjuto iba a elegir ya que mis padres tampoco tenían dinero y me compraban lo que podían, pero tenían buen gusto. Sin más que pensar me puse unos vaqueros azulados con una camiseta de tirantes blanca y unas sandalias. Cogí mi mochila y me dirigí hacia la entrada de la choza.

Después de un largo día llegamos a nuestra nueva casa, no era gran cosa pero tenía suficiente espacio para toda la familia. Me quedé con el cuarto más amplio de la casa, ya que me iba haciendo mayor y necesitaba mi espacio personal, mi hermana escogió un cuatro pequeño que se situaba justo al lado del mío. Mis padres eligieron un cuarto mediano, bastante apartado del mío y del de Ayana. Teniamos un pequeño comedor acompañado de la sala de estar, tenía un aspecto bastante acogedor. Justo al lado se encontraba un pequeño baño.

Dormía plácidamente cuando un rayo de sol me despertó repentinamente, dio la casualidad de que nuestra casa no tenía cortinas, por lo tanto mis padres anoche me dijeron después de cenar que les pidiese una manta, a modo de cortina para que no me despertase tan pronto. Eso solo hasta que tuviéramos el dinero suficiente para comprarnos unas.

El hombre del que YO me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora