17.Capítulo

8 1 0
                                    

El timbre de mi casa me despistó de mi interesante lectura.

Me dirigí hacia la entrada, abrí la puerta con las llaves y ahí estaba un hombre bastante apuesto en la entrada de mi piso mirándome fijamente.

Me dirigí hacia la entrada, abrí la puerta con las llaves y ahí estaba un hombre bastante apuesto en la entrada de mi piso mirándome fijamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Hola, ¿tu eres Lewa no?

- Sí —Dije un tanto extrañada.

- ¿Podría pasar?

- A sí perdón. —Dije permitiéndole el paso cerrando la puerta.

- Te parecerá increíble lo que te voy a decir ahora pero nos conocemos desde el colegio.

- ¿Que?

- ¿Sí, yo soy Rubén, me recuerdas?

- ¿RUBÉN?

- Así es.

- ¿QUE COÑO HACES EN MI PISO?

- Bueno a ver tampoco hay que ponerse arisca. Y bueno no hace falta recordarte que tú me has dejado pasar.— Comenzó a hablarme con esa típica voz de villano de película.

- YA, PERO NO LO HUBIERA HECHO SI LLEGO A SABER QUE ERES TÚ.

- Ay, ay no has cambiado en nada sigues siendo la misma niña del colegio. Solo que con más tetas y culo. La verdad es que desde que llevo estas lentillas graduadas de un color inusual me fijo más en los detalles.

- ¡CÁLLATE ASQUEROSO! QUE QUIERES Y POR QUE ESTÁS AQUÍ. —Dije aumentando las distancias entre nosotros temblorosa.

- Suspiró— Te vas a quedar afónica nena, si sigues gritándome así.

- NO ME LLAMES NENA Y NO TE ACERQUES. —Dije poniendo mis dos manos delante para no incitarlo a acercarse más.

- Está bien está bien, tranquila no voy a tocarte, a menos que tú quieras.

- ¡NO!

- Vale vale relájate. He venido en son de paz bueno y también para hacerte una confesión que en su día no me atreví a hacer.

- EL QUE.

- Bien llevo un tiempo meditandolo para saber como confesarme y he llegado a la conclusión que lo mejor es soltarlo sin más. Me gustas.

- ¿ESTAS DE BROMA?

- No, aparte tampoco se me da bien bromear. Soy más de decir las cosas claras.

- ESTAS FLIPANDO SI CREES QUE VOY A ACEPTAR SALIR CONTIGO.

- Ooo, venga no rompas mi corazón así.

- TENGO NOVIO Y NO QUIERO SALIR CONTIGO.

- Que pena, parece que tu novio no te da lo tuyo. Por eso estás tan salvaje. Déjame decirte que yo puedo darte todo lo que quieras y más nunca te faltará de nada.

El hombre del que YO me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora