MOONDUST𖦹 [YiZhan]

2| S U E Ñ O

La primera vez que Xiao Zhan soñó con él fue tan solo unos días despues de la muerte de su madre.

Las cosas pasaban por alguna razón y el en verdad estaba destrozado por la muerte de su única familia, sin embargo sabía que tenía que salir adelante. Se lo prometió a la mujer antes de morir.

Al principio dudó considerablemente en que siquiera podría conciliar el sueño, dado que días anteriores no había podido cerrar los párpados. Pero esa noche en particular, sintió una enorme fuerza llamarlo.

Luego de observar la luna llena por un largo rato y suspirar de tristeza, sintió el cansancio invadirlo e inevitablemente cuando tocó el suave colchón se quedó dormido.

Primero no sintió nada.

Luego, algo demasiado fuerte lo jaló hacia un lugar desconocido. Un humo entre color gris y blanco apareció, al inicio demasiado espeso al grado que no podía visualizar nada más allá de un metro a la redonda y luego poco a poco se fue haciendo más claro para que al final quedase una simple neblina.

Entre cerró los ojos un poco, intentando aclarar más su visión y fue entonces cuando lo vio.

No muy lejos de él, había una persona de espaldas. Tenía el pelo color negro y era largo, aun recogido le llegaba por los muslos que se encontraban cubiertos por un hanfu¹ totalmente blanco.

Dudó por un momento si acercarse era lo correcto pero al final lo hizo. Caminó lentamente hasta que estuvo a solo un metro de la espalda de aquel hombre. Cuando iba a pronunciar sus primeras palabras, un grito lo interrumpió.

Asustado, Xiao Zhan miró a ambos lados pero no encontró nada más que la niebla en el lugar. Cuando pensó que solo había sido una mala jugada de su mente nuevamente los escuchó y por esta vez los visualizó.

Una mujer perseguía a su hijo, mientras él niño reía y no se dejaba atrapar. Tardó tan solo unos minutos antes de darse cuenta que ese pequeño niño era su Yo del pasado y esa mujer era su madre que ya había muerto. Una lágrima se deslizó por su mejilla, al tiempo que se acercaba a la mujer que como por arte de magia se había quedado congelada. Estiró su brazo, con intensión de tocarla.

-No puedes tocarlos.- Esa voz lo saco de sus pensamientos, casi se había olvidado que ese hombre estaba allí.

Giró su cuerpo en dirección de la voz y se quedo quieto por unos momentos. Luego observo como el hombre comenzaba a darse la vuelta de manera lenta.

Su cuerpo se congeló y un pequeño escalofrío recorrió su ser al ver al hombre que era mejor llamarlo Joven. La persona frente a el no tendría más de veinticinco años, quizá unos veintitrés. El rostro de ese chico era demasiado atractivo y a su alrededor un aura azulada se desprendía de él.

Tragó en seco y tuvo la sensación de que a esa persona ya la había visto en algún otro lado, ¿Pero en donde? También se dio cuenta, que le pasaba en estatura por al menos cinco centímetros.