Wang Yibo el gran dios y amo de la Luna se ha enamorado de un mortal. El sabe los riesgos que corre y el pacto que aceptó cuando ascendió a los cielos.
El amor para las deidades esta prohibido, y si rompes las reglas... Debes pagar un muy alto prec...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando Xiao Zhan despertó por la mañana, descubrió que estaba vez no había olvidado del todo su sueño.
Podía recordar la silueta de esa persona, su vestimenta de época y su cabello negro, pero el rostro era una cosa que aun no podía visualizar.
Se levantó y estiró un poco. Se dirigió hasta el baño y tomó una ducha fría. Mientras lo hacía pudo razonar todos los sucesos que habían ocurrido en su vida durante este corto periodo de tiempo.
Ya habían pasado alrededor de seis meses desde la muerte de su madre y desde que aquellos sueños habían comenzado. Y aunque al principio no podía recordar absolutamente nada, estos cada vez se volvían mas lucidos.
Recordaba en particular un páramo cubierto totalmente de blanco con lo que parecía ser nieve y lo recordaba de manera asombrosa.
Cuando ya estaba listo salió y se dirigió a la universidad. Shang bai se había ido muy temprano por la mañana, así que no tuvo otra que irse solo.
Cruzó la avenida observando hacia ambos lados para cerciorarse de que no venía ningun vehiculo cerca. Siguiendo su camino pensando en que podría realizar como proyecto de la materia de literatura.
Iba perdido y no se dio cuenta cuando chocó de frente con alguien. Susurrando un "disculpe" hizo una reverencia e intentó continuar su camino hacia la universidad.
—¿Xiao Zhan?— Esa voz lo hizo frenar en seco y girarse hacia la persona que había mencionado su nombre. — Oh, si eres tú.
—¿Yibo?— abrió la boca intentando encontrar las palabras adecuadas para decir.— Cuanto tiempo sin vernos.
Yibo sonrió mostrando sus blancos dientes mientras acomodaba la bufanda que portaba Xiao Zhan. En realidad, aunque ellos no se habían estado viendo desde aquella vez que ocurrió lo del puente, Yibo había bajado a la tierra durante él día y lo había observado desde la distancia.
Por supuesto que no lo diría, una persona normal no lo haría a menos que quisiera quedar como alguien peligroso.
—¿Vas a algún lado?— Yibo miro hacia los extremos y luego volvió a enfocarse en Xiao Zhan.
—Voy a la universidad.— miró su reloj, haciendo una mueca al ver que ya iba retrasado.— Rayos de hace tarde.
—Te acompaño.— se ofreció Yibo y Xiao Zhan solo asintió.
Caminaron unas cuantas cuadras hablando de trivialidades, hasta que salió el tema de el proyecto que tenía pendiente.
—Había pensando en relatar la historia de la diosa de la Luna aunque no estoy muy seguro.— hizo una mueca que resultaba tierna.— No se por donde comenzar.
—Yo podría ayudarte con eso.— Aunque no lo dijo lo suficiente alto, Xiao Zhan logró escucharlo.