The Queen of my heart | Beal ©

8. Who?

Pov Mal

Estacioné mi motocicleta donde siempre lo hacía, aún sosteniendo el casco ingresé a la fortaleza siendo recibida como en la mayoría de veces por Lumierè, pensaba la manera en la que debía hablarle, tal vez no debería de juzgarlo repentinamente solo por no haberme contado nada acerca de su decisión, en parte no me correspondía saber asuntos del reino, pero era mi amigo y nos contamos las cosas que nos suceden o lo que pensamos acerca de un tema.

Despejé tontas ideas y subí por las escaleras para llegar al lugar en donde suponía debería de estar, toqué un par de veces y al no recibir respuesta ingresé abruptamente encontrándome con una fila de papeles sobre su escritorio que ocultaban su rostro; me acerqué para ver lo que hacía dándome cuenta la concentración que tenía puesta en el papel que tenía en manos.

-Ben- llamé sutilmente mientras él levantaba la vista

-Mal- respondió soltando la pluma- no esperaba tu llegada

-Yo tampoco esperaba venir a visitarte- musité rápidamente

-No hemos hablado estos días

-No lo vi necesario, pero por lo que me enteré...- traté de explicar, más fui interrumpida

-Espero que lo entiendas, pero necesitaba hacerlo

-Al menos debiste avisarme- comenté cruzándome de brazos

-Creí que estabas molesta por algo

-Si estuviera molesta te lo diría- pronuncié viendo como miraba a otro lado sabiendo que tenía razón

-Al menos no me apedrearon- pronunció bajando la mirada a sus pies, no dije nada más y tomé asiento en una de las sillas frente a su escritorio dejando mi casco en la otra

-¿Qué fue lo que te hizo pensar en esa brillante idea Ben?- pregunté después de segundos viendo que ninguno hacía el intento de empezar una conversación

-Bueno... tenía demasiados pendientes y si no lo hacía ahora puede que lo recordara terminando todo... esto- musitó dando un recorrido con la mirada del montón de papeles acumulados - disculpa si no te lo dije, pero creí conveniente no tocar el tema de la Isla contigo por como les pareció la idea a ti y a los chicos

-Sí, tienes razón

-¿Eso es todo?- preguntó levantando la mirada

-¿Quieres que te diga algo más?- pregunté con el ceño levemente fruncido

-No, es solo que esperaba a que reaccionaras de distinta manera, algunas veces sueles ser comp... - jugó con el dobladillo de su camisa mientras lo interrumpía abruptamente

-¿Impulsiva?- cuestioné mirándolo seriamente, tardó en responder, pero lo hizo

-Sí, espera, es poco posible que sigamos hablando si continuas mirándome de esa manera- mencionó suspirando y apartando la mirada nuevamente

-¿Te pongo nervioso?- pregunté levantándome y apoyando mis manos en el escritorio quedando uno enfrente del otro 

-N-no... ¡No!- se levantó de su asiento para alejarse de la situación y acercarse al estante de libros- Mal- me llamó sin mirarme, sonreí por lo incómodo que lo hice sentir e incorporé mi cuerpo para prestar atención- Yo...

Parecía estar nervioso, eso hizo que me confundiera, normalmente cuando alguno de los dos hace ese pequeño juego de incomodar al otro termina en risas o reproches graciosos, pero ahora él parecía estar sonrojado o tal vez le habría dado fiebre justo en este momento; tenía un brazo apoyado en el estante y la otra sostenía lo que parecía ser un libro de alguna historia que por lo que pude ver en la portada era uno de romance, en fin, volví a poner mi vista sobre él, en el momento en el que intentó decir algo la puerta se abrió haciendo que ambos volteáramos a ver de quién se trataba