7. Ojalá

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Pov Evie

Caminaba detrás de Mal quien murmuraba cosas inaudibles, intentaba contactarme con Ben, pero no contestaba las llamadas ni los mensajes que le enviaba, aún tenía dudas sobre las acciones deliberadas que tomó repentinamente, siendo su consejera no comprendía las decisiones que tomaba algunas veces, ahora me pregunto: ¿Cómo fue que acepté sin saber que sería complicado?.

Solté un largo suspiro dándome cuenta que llegamos al castillo, habíamos caminado sin detenernos mientras yo conversaba con un Carlos alterado y un Jay fastidiado, no exageraban demasiado, pero les pareció extraño que se comportara de esa manera, al ser de noche solo podíamos ver los postes de luces que iluminaban las calles, logramos ingresar con el permiso de los pocos caballeros en la entrada, estaba tan cansada que al llegar a las escaleras subí pacientemente, no iba a darle un discurso enojada solo hablaría con él para ver las respuestas que les daría al consejo, pero creo que alguien si está molesta.

Me adelante antes que Mal pudiera abrir la puerta sin permiso, toqué un par de veces y el ex rey Adam fue quien la abrió, saludé mientras me adentraba a la oficina seguida de mi amiga que aún guardaba silencio.

-Deben de haberse enterado chicas- pronunció la madre de Ben dejando la taza en la mesa de cristal

-Supongo que la mayoría de Auradon- dije con una pequeña sonrisa mirando a Ben que estaba sentado con la mirada perdida 

-Disculpe señorita Evie, pero parece ser muy tarde para hablar asuntos del Reino, si es eso a lo que se debe su visita- comentó el ex Rey 

-No se preocupe, solo me aseguraba que el Rey Ben llegara ileso luego de su visita inesperada a la Isla- mencioné sin apartar la vista de Ben

-No te preocupes, mañana por la mañana podrán conversar tranquilamente- dijo Bella dulcemente, asentí para retirarme, pero al momento de voltear Mal estaba con un rostro rígido mirando el suelo, le hice una señal con la mirada para tomarla del brazo y despedirme saliendo de la sala

-¿Solo vinimos para esto?- pregunté irónicamente al cerrar la puerta

-No esperaba que sus padres estuvieran presentes- dijo cruzando sus brazos caminando a la salida

-Espero no estés molesta con él, porque te recuerdo que tú tampoco quisiste acompañarlo- musité en voz baja

-No lo estoy, solo que somos amigos...

-"Mejores amigos"- interrumpí sin detener mi andar sabiendo lo que ella diría por mi comentario

-Sí- respondió sin más a regañadientes- y por eso mismo debió decirme que se haría el héroe yendo como si fuera algo realmente...

-Hablas como los del consejo Mal- volteé a mirarla con el ceño fruncido- solo di que estás preocupada por él, ¿Es tan complicado hablar abiertamente?

-Los siento, pero... ah~ nada- refutó pasando de largo, rodé los ojos siguiéndola en silencio, llega a ser "especial" cuando hablamos seriamente, aunque no se trate de algo serio parece estar cansada así que prefiero no hablarle hasta que se le pase el mal genio

[...]

Terminó de beber el agua que había servido acercándose al sillón en donde estaba sentada con el pijama azul marino que tanto adoraba, dejé mi celular a un costado para intentar conversar con ella sobre sus confusiones y dilemas.

-Mal- la llamé, pero rápidamente habló interrumpiendo lo que iba a decir

-No quiero hablar de eso- murmuró tomando asiento sin mirarme

-Como quieras... ¿Me ayudarás a repartir los vestidos?- pregunté acercándome a ella

-Carlos y Jay pueden ayudarte- comentó deliberadamente 

-¡¡No!!- dictaminé bruscamente- la primera y última vez que pedí que me acompañaran terminaron entregándole un par de zapatos a una señora de avanzada edad en vez que a la persona correcta

-Fue un pequeño accidente

-Les di una lista detallada con dirección exacta- dije recordando el papel arrugado y mojado que me entregaron al regresar

-Puede que hayan leído mal- intentó justificarlos sin convencerme

-Si se trata de moda, ellos no son los indicados

-No deberías hablar así de ellos- volteó a mirarme en forma de regaño

-Sería hipócrita si lo dijera a sus espaldas, pero se los recuerdo cada vez que hacen sus ocurrencias infantiles

-No lo voy a negar, llegan a comportarse como en la Isla

-Sí- suspiré sonriendo- ¿Recuerdas cuando llegábamos tarde a casa y las puertas y ventanas estaban cerradas, pero Jay era el único que lograba abrir alguna?

-Por supuesto, nos divertíamos tanto que no nos fijábamos en la hora... claro que no faltaban las regañadas y golp...- evité que terminara la palabra para no volver a recordar los peores momentos que pasábamos cuando ellos llegaban con la mirada que mataba a cualquiera que no los conociera

-Lo sé, ha pasado tiempo desde que siquiera dirigimos la mirada a la Isla- comenté cerrando los ojos

-Es inevitable olvidar lo que vivimos, pero es consolable saber que por el momento no tenemos algo que nos obligue a regresar- susurró abrazando sus piernas

-¿Pensaste en qué hacer más adelante?- pregunté manteniendo mi postura, tardó segundos en contestar, pero al final respondió sinceramente

-No, no tengo idea de lo que vaya a pasar si continuamos esta vida que tenemos, pero espero la vida no nos trate de la peor manera- suspiró pesadamente

-¿Alguna vez... pensaste en...?- intenté preguntar algo que realmente siento importante, pero simplemente no podía hacerlo, no por ahora

-¿En...?- esperó a que continuara, pero me limité a negar con la cabeza con un simple "Nada"

-El tiempo pasó demasiado rápido ¿No crees?

-Solo han sido cuatro años- dijo desinteresada- aún sigues siendo la adolescente que eras desde que llegamos

-Te creería si no fuera consiente que he notado cambios en mi- mencioné fingiendo orgullo- eres tu la que sigue estando igual 

-Claro que no, no engaño ni manipulo a nadie

-Tal vez no lo haces como antes, pero de cierta manera logras hacerlo sin que nadie lo note- molesté consiguiendo una sonrisa como aquellas que mostraba al realizar cosas "malas"

-Supongo

-M- volví a llamar a lo que ella me miró- te quiero

-Yo también E- dijo con una sutil sonrisa que fue suficiente para entender en lo que ahora sentía, la miré unos segundos hasta que ella rompió el momento de la manera en la que ella solo hacía cuando no quería seguir demostrando su ternura

-Tengo hambre, ¿Podríamos pedir pizza?- mencionó levantándose

-Deja de hacer eso- recriminé volteándola ver- los tres arruinan momentos así

-¿Hawaiana o extra queso?

05/04/21

The Queen of my heart | Beal ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora