"¿Feromonas?"
Katsuki se sintió muy mal por olvidar su aniversarios, al menos su pequeño no sabía de su aventura con aquel omega. 《aventura, solo una aventura, temporal》 siempre se repetia lo mismo, no queria que su pequeño Izuku fuera herido por eso.
El pequeño Izuku salió a su taller artístico, como solía hacer todas las tardes, el chico de ojos esmeralda le fascinaba la disciplina artística, Katsuki fue un buen impulso a querer dedicarse por completo a eso, Izuku era un reconocido artista y profesor a nivel nacional.
Muchas emociones recorrieron el cuerpo de este omega, quien aún ingenuamente creía en su alfa como nadie más, sus ojos cristalinos se hacían presente cada vez que recordaba la mentira de su alfa. Notó el mal que le estaba haciendo, decidió salir mientras el alfa se encontraba en el baño, aún no perdonaba que una fecha tan importante fuera olvidada por el mayor, sin despedirse, se fue.
Su clase estaba por empezar, aunque no iba tan preocupado, ya que este era el profesor, indefenso, pero inteligente.
Al entrar, ya estaban todos sus alumnos esperando, lo que provocó que un torno carmesí se hiciera presente, en tono de vergüenza. La mayoría de los alumnos de Izuku eran mujeres mayores, un par de jóvenes universitarios, bastantes mujeres omegas, y niños entre 10 a 12.
- B-Bueno días clase...- dijo sonriendo el pequeño mientras se rascaba la nuca.
La clase respondió al unísono al mensaje. Izuku se alistó, mientras esparcía los materiales a sus alumnos, sonó su celular, al revisarlo, bufó en tono de cansancio. Era Katsuki.
- Izuku, ¿estás bien? nunca llegas tarde, y estás un poco distraído. - Dijo una potente pero femenina voz, quien se encontraba a su lado repartiendo.
- Oh, Kyoka, si, estoy bien - dijo sonriente el chico, Kyoka Jirou era su mejor amiga, también era la co profesora de la clase, una joven beta, quien acompañó a Izuku desde pequeño. -Si me das un momento - dijo mientras salía de la sala para contestar su celular.
- ¿Katsuki? - Dijo fríamente el chico rubio.
Del otro lado no se escuchó mucho. "" Toma, tu esposo "" se escuchó al fin una voz agitada, muy pobre de potencia por lo que Izuku no distinguió mucho.
-O-Oh... I-Izuku... ¿Q-qué tal...? - dijo la voz entrecortada del mayor, quien suspiró al final de casi cada palabra.
Se escuchaban suspiros agitados del otro lado, 《no es nada, no es nada, no es nada》 se repetía constantemente Izuku, quien empezó a conspirar ante la voz del alfa. Se notaba que bakugou no estaba solo. 《quizá hoy fue al gimnasio》 subió sus ánimos el menor.-Lo siento Katsuki, veo que estás ocupado, yo también estoy en clases...- Su alfa dio un respingo en señal de sorprenderse, sin más, Izuku corto la llamada. Izuku se encontraba un poco confundido, mas trato no pensar de más, Izuku ya extrañaba a su alfa. 《pasaré a comprarle su postre favorito, además mi celo se acerca, hace tiempo no lo hacemos. 》 se dijo a si mismo.
Sin más, entró a la clase, entuciasmado por terminar, pasaron las horas como era de costumbre, los ejercicios señalados fueron comprendidos por todos, y a la hora de finalizar, Jirou se quedó con Izuku, ambos se fueron juntos, Kyoka tenía ese instinto materno, puesto que el ojos esmeralda, no podía oler feromonas, absolutamente nada, mas se veía fisicamente por ellas. Kyoka era beta, mas, podia distinguir las feromonas a su alrededor. Izuku pasó a comprar pasteles, compró la misma cantidad dos veces, una tanda para él y Katsuki, y otra para Jirou y Denki Kaminari, a quien las pocas veces que vio, lo trató muy bien, por lo que les quería hacer un obsequio.
Ya pasadas las 7 de la tarde, el joven omega y la peli azulada beta, separaron caminos en el apartamento del menor, casi llegando a la habitación del menor, Jirou distinguió una rara especie de feromonas desconocidas, ya se estaban desvaneciendo, no eran las de Izuku, ni de Katsuki, ya que debido al lazo de la marca, nadie sentía las feromonas de los casados.
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"Damage" - Katsudeku
Fanfiction- No me dejabas tocarte... para que no viera las marcas de otro hombre que tenías en tu cuerpo - Soltaba entre sollozos, haciendo un esfuerzo para hablar con claridad. Aquel rubio cenizo mantenía la cabeza abajo en todo momento, quería dar una expli...