Fantaseaba una y otra vez, escondiéndome inútilmente cada vez que escuchaba a una persona pasar por el pasillo, mientras pensaba que jamás en mi vida había actuado de esta forma tan lamentable.-Estupido chico.- maldecí a Lavi cuando al fin encontré la dichosa habitación y entré sin más.- estupido italiano de ojos bonitos.- cuando visualicé la caja de la que hablaba Alex solo me acerqué a ella y me agaché.- ¿siquiera era italiano?.- la abrí para así comprobar que efectivamente, estaban llenas de copas.- tal vez en eso también me mintió.
No caí en cuenta de lo estresado que me encontraba, hasta que noté una pequeña lágrima resbalar por el cristal de una copa ¿Estaba llorando?
Tomé unos instantes para limpiar mi rostro por décima vez en el día e inhalé fuertemente con las intenciones de tranquilizarme; era obvio que no podía salir en este estado sino quería parecer el amante de uno de los novios.Reí ante ello.
-Qué estupido.
-Lo sé.- un pequeño grito salió de mis labios en cuanto una voz habló a mis espaldas. Mi corazón latía a mil por hora en cuanto la maldita persona con la que menos me quería encontrar apareció en mi campo de visión.- hola, Luc.- mis mejillas se calentaron cuando el pelinegro me saludó.
Me quería morir.
-Hola.- fue lo único que pude musitar en cuanto lo vi, ¿había escuchado todo lo que había dicho?
-¿Qué haces aquí?- preguntó como si nada hubiera pasado entre ambos. La última vez que nos vimos fue cuando dormimos juntos, hace aproximadamente una semana.
-Nada, yo...- susurré desviando la vista.- Alex me pidió que llevara esta caja con copas, así que adiós.- apresuradamente me agaché para tomar la caja, ¿que si era una excusa para dejar de verlo e irme? Claro que lo era, solo que no contaba con que la caja estaría tan malditamente pesada.
Sentí mi espalda querer llorar junto a mi orgullo de hombre en cuanto intenté levantarla y ni siquiera se movió de su sitio.Vamos, puedes hacerlo.
Intenté una vez más pero solo pareció que estaba el doble de pesada; patético, qué patético.
-Alex me pidió que las llevase antes.- oí como dijo antes de agacharse a mi lado y tomar la caja con facilidad.- ya que por algo estaban en mi cuarto, ¿o no?
Mis mejillas estallaron finalmente, y cuando miré a mi alrededor caí en cuenta de que claramente esto era un cuarto. Estupido Alex, ¿en serio había pasado toda la tarde cuidándome para que al final él terminara guiándome hasta la misma boca del lobo?
Quería golpear mi rostro una y otra vez, sin detenerme por el resto del día; o el resto de mi existencia.-Oh.- fue lo único que salió de mis labios en cuanto lo seguí hasta la puerta. Solo quería salir de aquí.
-Y oye.- musitó llamando mi atención.- mi familia sí es italiana.
ESTÁS LEYENDO
Cinco años.
Teen Fiction¿Qué pasaría si por azares del destino conoces a tu alma gemela demasiado pronto? Lavi y Luc eran perfectos. Su historia de amor fue única pero también efímera, y lastimosamente su relación terminó el mismo verano en el que se conocieron. Ambos se...