Capitulo XVI

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Las siguientes semanas pasaron con normalidad, su relación con Carlos iba de lo mejor, hablaban seguido de todo o nada.

Chris había decidido ir a ver a Leo a la clínica psiquiátrica mientras Carlos iba con ella. No podía negar que tenía miedo, pero sabía que esa sería quizá la última vez que viera a Leo.

Carlos llego ese viernes por la noche y se quedo en el departamento de su chica, había hablado con sus amigos, a quienes les había dicho que llegaba el sábado en la tarde a México para la conferencia.

El chico y su novia viajaron un par de horas a donde se suponía era la clínica, llenaron algunos formularios y esperaron, el madrileño noto que su novia estaba sumamente nerviosa, por lo que la abrazo mientras esperaban.

--¿Señora y señor Sainz? -pregunto una mujer mayor- Pasen por aquí-

Ambos jóvenes se pusieron colorados por lo dicho por la mujer, pero el madrileño no pudo evitar pensar que Señora Sainz le quedaba muy bien a la chica.

Ambos entraron al lugar donde estaba la directora, hablaron un poco con ella y les explico algunos detalles.

La mujer que era directora, los guio por un pasillo a un pequeño jardín donde había algunas personas, algunas enfermeras y médicos.

--Como pueden ver, el área es un buen lugar para mantenerlos seguros de ellos mismos... -dijo la mujer- El señor Leo esta en esta área, siempre le gusta estar aquí -dijo mientras les mostraba una pequeña mesa y sillas debajo de un árbol que daba la vista de un pequeño lago- Los amigos que vinieron a dejarlo, vienen continuamente, sus tías el procurador del estado y su esposa son unos grandes amigos, por eso me pude contactar con usted. -la mujer los guio y les pidió esperar unos minutos- Leo -susurro- Alguien ha venido a verte.

Fue entonces cuando Chris lo vio, tenía un pantalón de chándal y una sudadera, seguía vistiendo bien pese a la situación. La directora del lugar prefirió dejarlos a solas y se fue en silencio.

--Hola Leo -susurro Chris al verlo- ¿Cómo estás?

--¡Chris! -dijo el emocionado- ¡Viniste! Y trajiste a alguien -dijo observando a Carlos que se había mantenido en silencio- ¡Hola soy Leo!

--Hola Leo -dijo Carlos con cierta incomodidad-

--Leo -susurro la chica- Me han dicho que querías verme-

--Si -dijo el ya sin mucha emoción- Hace unas semanas me desperté aquí, pero mi tía Maggie y el Tío Eliseo me dijeron que tuve un problema muy serio -dijo ya entre susurros- No recuerdo muchas cosas, pero los doctores dicen que es a causa de mi problema -dijo- Pero Raúl ha venido a verme y me ha dicho lo que ha pasado. -de pronto tomo las manos de la chica y la hizo sentarse- Me ha dicho que tú y yo éramos novios, pero yo no lo recuerdo -dijo con algunas lágrimas- Dicen que estuvimos juntos un tiempo y que terminamos porque yo te golpee -le acaricio la mano y le pidió a Carlos que también se sentara- Te lo juro... No me acuerdo de nada de eso, no se si lo hice o no -dijo-

--Lo hiciste... -afirmo ella- Pero ya no importa, no eras tú, lo importante es que estés bien.

--Chris... -dijo- Te juro que si me hubiera enamorado de ti lo recordaría -una parte del corazón de la chica se rompió, pero no por amor, si no por el cariño que aun le conservaba- Hubiese sido genial que lo recordara. -cambio de humor con rapidez el chico- Pero dime, ¿Es tu novio? -dijo- ¿Fuiste a alguna carrera a España? Se que te gustan mucho sobre todo el apodado "Matador" -dijo-

--Si, fui a España hace un tiempo -dijo ella- Y si, el es mi novio, se llama Carlos

--¿Cómo el que pudo ser el padre de los hijos de tu mama? -pregunto- Recuerdo que cuando éramos amigos, solías decir esa broma mucho.

--Si, como ese Carlos. -dijo- ¿Por qué has dicho cuando éramos amigos? ¿ya no lo somos Leo? -dijo ella-

--¿Tu quieres ser mi amiga? -dijo el emocionado- ¿El puede serlo también? -cuestiono al ver al chico otra- Casi nadie quiere verme ahora -dijo mientras susurraba con voz entrecortada- ¿Tanto daño les hice? No era mi intención...-

--No es eso Leo, muchos estábamos ocupados...

--Eso dice tía Maggie -dijo, pero de pronto su mirada se volvió fría como un hielo- Le dije a este idiota que si venias tenia que decirme y darme el control...

--¿Leo? -pregunto- ¿Qué pasa?

--Leo no está ahora... Pero ya que viniste preciosa, sácame de este lugar de porquería... -el chico cayo en cuenta de la presencia de Carlos- Pero si trajiste a tu amante... Oh estúpida... Te dije que no te dejaría ser feliz con el-

--¿Leo? Leo sé que sigues ahí... -dijo Carlos acercándose a Chris- Leo se que me oyes... -dijo- No te preocupes por Chris, yo la cuidare y ella estará bien -exclamo con fingida tranquilidad- Ella vendrá a verte pronto... La traeré y ni ella ni yo te dejaremos solo-

De pronto el joven castaño se tomo fuerte la cabeza, mientras gritaba improperios a alguien en su cabeza-

--Déjate de tonterías Leo... -decía- Te dije que esta puta seria mía, ni tu ni el -dijo mirando a Carlos- me lo impedirán... Si tengo que tenerla para mi aunque la golpee lo hare-

La mirada del castaño se suavizo nuevamente, miro a Chris a los ojos, la chica había quedado muda y sin saber que hacer. El chico logro tomarle la mano y hablar.

--Vete Chris, sé que volverás algún día, se que no estoy bien, vete o el te hará daño -dijo haciendo referencia a su otra personalidad- La doctora Torres me ha dicho que puedo llegar a un trato con las otras personalidades y encerrarlo para siempre -dijo con lágrimas- Pero hasta que eso pase no vengas. No quiero que me veas así-

El joven miro al madrileño, mientras se levantaba y se acercaba a él.

--¿Cumplirás tu promesa? -le dijo-

--Claro Leo, vendré siempre que pueda -dijo-

--No esa -dijo el otro chico negando- ¿La cuidaras y la amaras? -pregunto-

--Con mi vida si es necesario... -dijo el español con firmeza-

--Prométeme algo mas Carlos... -dijo el otro- Promete que no la traerás si yo no estoy bien o si es el tomo el control.

El chico volvió a la mirada fría de unos momentos antes.

--Me la vas a dejar idiota -dijo- Sera mía -su mirada se suavizo y vio a ambos- Vete con ella ya o no poder controlarlo-

Ambos se fueron de ahí, Carlos tomo a la chica dándole un abrazo de cierta forma cariñoso. No se despidieron de nadie ni de Leo. Chris se encontraba en una especie de transe, lagrimas silenciosas rodaban por sus mejillas, no dijo nada, y Carlos no la presiono. Solo subió al auto en modo automático.

Fue hasta unos minutos antes de pasarla ultima caseta de cobro, en donde ella por fin hablo.

--Carlos... -dijo en un susurro- El no esta bien... No lo visitan, nadie se preocupa por él, hizo mucho antes de que esto pasara, pero ya nadie lo recuerda. Pero a pesar que lo vi, se que no lo dejare solo, se que yo no seré la hija de puta que lo abandone, si tu quieres que no vuelva a ir y verle, déjame decirte algo, no, no lo dejare solo, porque, aunque sé que no será el Leo del que me enamore en algún punto. Pero es mi amigo y sé que, si yo tuviera eso, me gustaría que como mínimo te tuviera a ti para apoyarme.

--Christina -dijo el, deteniendo el auto en un lugar libre- No me voy a interponer en eso, porque a mí también me gustaría que tu estuvieras ahí, para mí. Se lo prometí, lo hare. Te amo -le dijo mientras le daba un beso-

--Te amo también -dijo ella con una sonrisa- Vamos a mi departamento a que te diga como hare sufrir en la conferencia del lunes a los idiotas de mis alumnos que se burlan de la pequeña Dael-

--Quiero oír la historia de como convenciste a Max de viajar en un descanso de Red Bull hasta acá -dijo el sonriendo-

--Le prometí que Dan le daría un beso -dijo- Sigo indignada por que le has dicho de lo nuestro celoso-

--Lo acepto me puse celoso del australiano rulos perfectos -dijo rodando los ojos-

Tu Eres || Carlos Sainz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora