—Fue ahí cuando la poderosa Sisudatu, la última dragona, concentró toda su magia en una gema y... logró destruir a los Druuns. ¡Todos los que se habían vuelto de piedra volvieron! Excepto... los dragones. Todo lo que quedó de Sisu fue su gema. Ese debió ser un momento inspirador en el que la humanidad se uniera en aras de su sacrificio. Pero, en cambio, como... humanos que eran... todos pelearon para poseer el ultimo remanente de magia de dragón. Se dibujaron fronteras. Kumandra se dividió. Se volvieron enemigos y se tuvo que ocultar la gema. Pero eso no es lo que quebró el mundo. Eso no sucedió hasta 500 años después... cuando yo entré en esta historia.
—Princesa Raya...— alzó la mano un niño interrumpiendo la historia. —Mi madre dice que los dragones son criaturas divinas que nos traen el agua, ¿Es eso cierto?
Raya fijó su atención en aquel niño curioso. Era pequeño, tenía la piel brillante y morena, de pelo negro como el carbón y ojos de color ambarino oscuro. Vestía las prendas verde agua de las tierras de Corazón, con algunos bordados en la tela de colores turquesa oscuro y dorado que reflejaban la forma de muchos dragones de las leyendas. Pero lo más peculiar de aquel curioso niño, fue su cuello, pues tenía un collar con un amuleto de color aguamarina con la forma de Sisu, sosteniendo una gema azul brillante y reluciente que representaba a la Gema del Dragón.
—¿Cuál es tu nombre pequeño? — preguntó Raya.
—Me llamo Jelmy.
—Veo que traes a Sisu en tu cuello... ¿Te gustan los dragones? — preguntó al tiempo que el niño asentía tímidamente con la cabeza. —Bueno Jelmy, yo no tengo forma de comprobarlo... pero varias leyendas cuentan que los dragones son criaturas mágicas que provienen del río, y que son tan amables como sabios e inteligentes. ¿Te imaginas hablar con uno?
—¡Seria genial! Pero... no conozco a ninguno.
Raya sentía el pésame del niño. Una pesada carga de sueños y fantasías que sabía que nunca se cumplirían. Luego de respirar profundamente, se puso de pie, caminó entre los niños hasta el fondo a donde estaba Jelmy, se apoyó sobre una de sus rodillas y colocó su mano sobre su hombro.
—Y lo harás, Jelmy... algún día lo harás. Y no te voy a mentir, yo también soy super fan de los dragones. — dijo mezclándose con risas finas y casi contenidas. El niño sonrió. La felicidad con la que había comenzado la pregunta, había vuelto a brillar como el sol luego de revelarse de detrás de las nubes. Raya tomó ambas manos del niño y tiró con fuerza hasta ponerlo de pie, y juntos caminaron sobre los adoquines incrustados en el bien cuidado césped hasta llegar a un bloque de cuarzo grande y tan blanco que reflejaba la luz del sol, y se sentaron para continuar oyendo la historia.
—¿Por dónde iba? — preguntó Raya, mientras que todos los niños, incluyendo Jelmy, afirmaron haberse estancado justo cuando Sisu eliminó a los Druun. —Tienen razón, niños. Bueno... fue ahí cuando Corazón se convirtió en el protector de la Gema del Dragón. Los años pasaron y el linaje de generaciones continuó, y tanto padres, como hijos y hermanos, se convirtieron en sus protectores. Desde pequeña, el jefe Benja me entrenó para ser la próxima protectora de la gema. Pero un día, cometí el error de confiar en alguien en quien no debí. Mi padre y yo intentamos protegerla, pero... eran demasiados. La gema se fracturó, y toda la protección que nos había brindado de los Druun, desapareció junto con sus últimos fragmentos. Aquel día yo logré escapar, pero... tuve que dejar a mi padre atrás. — todos los niños enmudecieron, con una mirada vacía y perdida centrada en Raya. —Por suerte, algunas leyendas contaban que cuando la poderosa Sisudatu exterminó a todos los Druun, su cuerpo cayó dentro del agua y flotó río abajo. Se decía por ahí que yacía durmiendo, donde acababa el río. Fue así que durante 6 largos años, visité cada río señalado hasta dar con ella con ayuda de mi amigo, Tuk Tuk, y durante un día caluroso en Cola, la encontré dormida dentro de un naufragio. Una dragona celeste como el cielo, con una hermosa y majestuosa melena blanca rebosante de mechones de colores azules y morados, que era tan grande y tan larga como 2 carruajes. Despertarla no fue sencillo, pero cuando lo logré, imploré que ayudase a la humanidad a solventar sus problemas, y ella aceptó. Juntas comenzamos la misión de juntar todas las piezas de la gema para unirlas y eliminar de una vez por todas a los Druuns. Atravesamos lagos, montañas, ríos y pueblos y en la travesía conocimos guerreros excepcionales. En Cola, conocimos a Boun, un chico rudo que sabía cómo preparar buenos platos para hacer sufrir a sus víctimas. En Garra conocimos a una pandilla de ladrones desalmados que eran tan rápidos como peligrosos. En Espina, conocimos a Tong, un guerrero loco y corpulento con un parche en el ojo y casi todos sus dientes fuera de su sitio. Y, por último, en Colmillo, conocimos a una despiadada guerrera ágil y talentosa llamada Namaari... —
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Raya y los Dragones (RATLD Fan Fiction Secuela) [ En desarrollo ]
Fanfiction[Sinopsis oficial] 2 años y medio han pasado desde que desaparecieron los Drunn. Los dragones han formado algunos nidales a lo largo y ancho de Kumandra. Ahora, la sucesión de generaciones ha comenzado. Raya, Namaari y Sisu deberán encontrar su luga...