1. EL INICIO DE TODO

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1860 d.C.

La noche cedía paso a la penumbra, el viento revolvía las palmeras y levantaba la arena consigo. Las mismas olas del mar parecían simbolizar una danza antigua, se elevaban y bajaban con fuerza encontrandose con las rocas. La luna ilumina un sendero a una antigua cueva en donde dentro yacían dos extrañas figuras que se movían de extremo a extremo.

Inter tenebras, vocem meam et duos offerre membrorum ad obtinendam - repitió una voz raspada, mientras con sus manos y un cuchillo se disponía a cortar la cola de un pez, para después colocarlo en su premeditada sopa dentro de una fogata con un ardor desde el infierno. Al frente de esta, una pequeña silueta tremaba, sospechaba que aquello que hacía no tendría vuelta atrás, ¿Qué hubiera pensado su padre? Renunciaba a su familia, a todo aquello que alguna vez había conocido para traicionar a su especie.

- ¿Esto funcionara para deshacerme de la maldición? - Replicó una voz más fina y con desconfianza. - Es decir, no volveré a verla jamás ¿Verdad? 

- Verum, - respondio, y observo a la chiquilla con sus ojos negros, tanto como la oscuridad, se decía que ese era el precio a pagar de una bruja cuando se interponía entre la magia  y el oscurus , no solo el color de sus ojos, sino también la habilidad que en estos se escondía, podían atravesar tu mente portando vía consigo el dolor y la penumbra de la otra persona, cada reflejo que estos vieran significarían un puñal para su dueña, un puñal que la mataría en vida cada vez que pudiera - con la luna llena como testigo, esto beberás, - tendió su mano ofreciendo un frasco de color marrón y de olor nauseabundo - mientras tu larga cabellera peinas, ahí donde la luna hace su ultimo baile, una ultima canción entonaras y luego lo beberás - la chica tomo en mano su brebaje, mientras que la otra figura se precipito a meter en un solo angulo de la caverna todo lo que con ella había llevado y con un pequeño hechizo llamas hizo aparecer y desaparecer, como si la tierra se la hubiera tragado aquella criatura desapareció dejando sola a la chica, que inmobil se quedo.

Afuera de la caverna justo a tiempo, cuando la luna se posaba en la cima la chica salio y hacia una pequeña roca se dirigió. 

El tacto del agua con sus piernas fue instantáneo transformando sus dos largas extremidades en una cola de escamas multicolor, Violet la miro con nostalgia una ultima vez, para luego dirigirse a su pequeño escenario improvisado con el pequeño frasco en una mano, y el peine en la otra, entono una ultima canción recordando las palabras de la bruja "Mi voz te daré, a cambio, dos extremidades obtendré." , el precio que debía dar para poder escapar. 

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