En la profundidad

2. CAMINO HACIA EL INFIERNO

Actualidad 

Islas de Sorrento 2010

Magnifico, más de 14 billones de personas y 10 millones de seres incluida criaturas mágicas y yo me jodo la existencia con un hada, el hombre lobo hubiera sido menos doloroso. 

- Alessia! - Llame a mi mejor amiga, quien como respuesta me ofreció un gesto vago con la cabeza en mi dirección. Insistí una segunda vez - Alessia! - la música estaba ensordecedora y la banda en el escenario solo alentaba más la multitud.

Presione un poco su brazo sobre la mesa y obligue a que me mirara - Necesito que me cubras 5 minutos, tengo asuntos que resolver. - sentencie con una mirada, y me encamine en dirección a la salida sin dejar que pudiera contradecir mi decisión, a mi alrededor todos gritaban aún al ritmo de Highway to Hell, benditos americanos y sus canciones pegajosas. 

La noche gélida me toco de golpe cuando abrí la puerta al salir del local donde me encontraba, mala reputación lo acompañaba, pero yo prefería camuflarme entre simples mortales a encontrarme con cualquier otro ser mitológico, es decir, descubren con facilidad tu esencia e intentan escavar en tus recuerdos, aprovecharse de ti o convertirte en su próxima cena.

Los humanos eran otro problema, muy fáciles de convencer e internarse en su circulo social pasando desapercibidos, no te reconocerían ni por tu olor, ni por tus dotes, serías simplemente uno más de ellos.

Mi noche hubiera sido como cualquier otra, si la maldita nota no hubiera llegado a mi en forma de cóctel y el "URGENCIA" con hora y lugar escritos en rojo no me daban mucho por desear, además tenían el olor de hada por todo el papel, corrijo de un hada. 

A medida que me acercaba al muelle el frío que el viento traía consigo revolvía mi cabello, pero no era lo único que lograba, también me hacía percibir un ambiente de hielo, no era digno de sentir en los de mi especie, pero supongo sea por el incomodo encuentro que estoy por pasar. Además ¿Quién no se asustaria si le hacen una cita vecino al mar? Es decir ¿Quié no siendo una digna criatura del mar? ¿Qué quería Serin esta vez? ¿Mojaria mi cabello con un aleteo de sus alas para ver mi cola dispararse velozmente y mostrarla al mundo? Indignación y rabia, eso era lo que provocaba Serin en mi, no sé ni si quiera como pudimos haber llegado a tener algo.
Ah sí, la politica.

Al parecer, la realeza aún no sabía estar solo, aún cuando me faltaban varios centímetros para llegar a su encuentro pude observar toda la guardia real. El cobarde aún no salía sin su escolta y aún así se permitía de buscarme, no es posible. 

Su cabello rubio sobresalía entre la noche oscura, pero no era aquello que más me llamaba la atención de él, sus alas, sus azuladas alas que se reflejaban como pequeños cristales sobresalientes de su espalda indiferentes para cualquier ser que no fuera mágico o mitológico. Recuerdos de noches en vela y secretos confesados venían a mi poder, los aleje velozmente. 

Debo decir sin embargo, que las hadas tuvieron mejor suerte para ocultar sus extremidades, más de lo que aquellos de mi especie pudieron hacer con la cola, sobre todo por el mito inexistente de "baña a la sirena y regresale su cola", aunque no parezca es muy verdadero, nos manteníamos alejadas de todo por ello, además que eramos de las pocas especies que se apresuraban a recorrer el mundo mundano, teníamos mucho que perder si se descubriera nuestra existencia, los humanos ya tenían bastante de nuestro pequeño ambiente marítimo cazando nuestros animales, no les daríamos el gusto de ir en contra de nosotros también. 

- Serin - dije con un notable no entusiasmo - Es un placer verte por estos rumbos ¿Acaso te aburristes de las innecesarias platicas políticas con papá y viniste por un poco de diversión mundana? - alegue.

- Muy divertida Alena - replico con una voz que cortaba a través de su boca - Ambos sabemos que no estaría aquí, sino fuera importante – tajo, y no vi una pizca de diversión en sus ojos, es más me atrevería a decir que se acabó de ver a Sir Sarin McKlay.
El papá de Serin me ocasiona pesadillas solo de imaginarlo, y es que a más de lo que uno pueda leer, las hadas suele ser muy crueles en cuanto a preciosas.

- Entonces, - respondí - al grano, no ha sido buen día, si quiera ¿Cómo diste conmigo? No es que yo vaya por media ciudad diciendo a cada ser que conozco mi ubicación. – la banda había cambiando a Bon Jovi, e It's my life resonaba hasta donde nos encontrábamos, me imagine a Alessia bailando entre la multitud y gritando en coro su parte favorita.

- Las paredes hablan, no es un secreto de tus andanzas en estos lugares, y sé cuánto amas esta musiquita sin sentido a la que los mortales llaman Rock. – Serin se atrevió a girarse y sentenciarme con una sola mirada, sus ojos azules habían adoptado una tonalidad verde, parecía que quisiera ver a través de mi o leer mi mente. – Sabes que no es lo más sano, andar por media Isla con lo que está sucediendo. Nuestro sistema está decayendo – dijo con una voz más fuerte y gruesa, comenzó a caminar en mi dirección y pude ver cómo ligeramente sus pies se despegaron de la tierra por un microsegundo, hasta llegar a estar en frente de mi. – Hoy mis guardias encontraron otro más de tu especie, y con esta es la segunda en la semana.