- ¿Qué diablos? - Era Serin, intente concentrarme en sus movimientos y llegar hasta donde él se encontraba, pero alguien fue más rápido que yo.
- No se muevan, este lugar esta lleno de trampas, el mínimo movimiento incorrecto y miles de tridentes mágicos saldrían disparados a sus cuerpos. - Grite a la oscuridad.
Pequeñas ondas en movimiento se reflejaban en mi cola. Teníamos compañía y no de la buena. Desagradable y tediosa compañía. Estaba por advertir, cuando un suspiro proveniente de un golpe me puso alerta. Oh, por Neptuno que los mataría, Serin objeto un pequeño murmullo, pero lo que me saco de mis casillas fue lo que siguió a continuación. Un golpe fuerte y luego el grito ensordecedor de Alessia.
Me moví con agilidad, acostumbrando mi visión a la profundidad del agua, era un lugar hechizado por las antiguas brujas. El aquelarre géminis había protegido este lugar por mucho tiempo, la lealtad de los seres mágicos. Cualquier criatura que no fuera sirena e intentara pasar este "inframundo" deberá resaltar que sus intenciones son buenas o con facilidad podrían terminar partidos a la mitad. Los poderes mágicos estaban prohibidos y solo un ser acuático podría subsistir aquí, el problema es que, había estado lejos lo suficiente para si quiera habituarme.
- Princeps - Era Adam, su voz era cortada, y le pesaba, si no nos movíamos el efecto de su alga terminaría y ahí si estaríamos en problemas serios. ¿Qué diablos le pasaba por la cabeza? ¿Por qué llamarme por mi titulo cuando estaba apunto de morir? AH, mi titulo.
- Neptuno sunt miserere animabus vestris - Silencio, otra vez, oscuro y nítido silencio. Lo que le siguió a continuación como si de fabula tratase, en un chasquido las luces aparecieron, otra vez. Vaya, nos habíamos modernizado.
Me tomo poco adaptarme otra vez a la luz, pero vislumbre a Alessia que era sostenida por una guardia. El tritón se puso en alerta al verme, pero su cara paso de seriedad a asombro y luego en algo que yo llamaría vergüenza. La soltó al instante mientras veía con detenimiento mi cola.
- ¿Qué se te perdió? - manifesté con total desagrado al mismo, quien solo pudo bajar la cabeza e inclinarse. Sus compañeros hicieron lo mismo, soltando a sus prisioneros, eran al menos diez. Serin formulaba un sin numero de quejas y como su papá se enteraría de esto, mientras Adam me devolvió una mirada de consuelo. - Eso pensé, háganle saber al rey, que Alena Liev Vam de Sea está aquí y urge una conferencia diplomática de 5to grado.
La guardia real no necesito más ordenes, creo que aún tenía un poco de poder por estos rumbos. Antes de que se marcharan, llame al ultimo - Carer, necesito una mare pythonissam. - Vaya, ¿Quien diría? Aun sabía algo de Latín. Ja! En tu cara papá.
Así como llegaron, así desaparecieron, me cerciore de que todos estuvieran bien y con lesiones no peligrosas para luego seguir con nuestro viaje. El primero en hablar fue Serin.
- ¿Por qué diablos no nos avisaste de la guardia real?
- Porque cuando yo me fui ninguno vigilaba estos puestos, las sirenas y tritones salían solo con el permiso del rey. Conocía las trampas pero - hice una pausa pensando para luego agregar - Nunca hubo guardia real, y la oscuridad se limitaba a ser una especie de prueba psicología para probar que tu alma era pura. Eso - dije señalando a dónde antes habíamos estado - parecía un maldito agujero negro.
Parece que mi respuesta fue satisfactoria para Serin que se quedo callado y no objeto más respuesta. El mismo se limito a acompañar a su hermano él cuál no me había mirado luego de que la guardia lo soltara.
- Ale... - Alessia se veía pálida, como si algo la enfermara.
- ¿Estás bien? - Pregunte con preocupación.
- Sí, sí - dijo ella afirmando aún más su respuesta con la cabeza - ¿Qué sigue ahora? - preguntó.
- Creo que deberé enfrentar ocho años en cinco minutos. - sonreí condescendiente-mente, mientras la ciudad se hacía visible a nuestros otros ojos. - Bienvenidos a Oceanum. - dije, alargando mis brazos en forma de presentación y viendo la admiración total en su rostro.
Ah, amaría cuando vieran el castillo. Tenemos tiburones leucas protegiéndolo, es irónico, no nos metemos mucho en las guerras mágicas, pero papá siempre ha querido estar adelante de todo, con su teoría de "¿Qué pasaría si...?"
- ¡Vamos, rápido! debemos nadar con velocidad y llegar al castillo antes que la alga termine su efecto. - Me callé en seco cuando la carrosa real apareció a la vista y tres sirenas histéricas salieron de la misma nadando en mi dirección.
Que rápido vuelan las noticias por estos rumbos. - Alena - Escuche decir a mi ya no tan pequeña hermana Alis, a ella se le unieron las gemelas Alina y Arlen. ¿Tanto tiempo había pasado? Las gemelas deberían estar por cumplir la mayoría de edad en el mundo de las sirenas, los 16, mientras que Alis estaba por cumplir 11.
- Princeps - exprese haciendo una reverencia. Mis hermanas ignoraron el protocolo y me abrazaron con fuerza. - Yo también las he extrañado diablitas.
- A Papá le dará un infarto. - dijo Arlen - Me encanta. - comenzó a aplaudir.
- ¡Arleeen! - la reprimió Alina, se giro en mi dirección y enunció - Lo que Arlen quiere decir es que, extrañamos como sacas de quicio a nuestro viejo padre, pero sobre todo te extrañamos a ti.
Alis fue la primera en darse cuenta que no venía sola, - UHHH! Humanos. - parecía emocionada
- Eh... no. ¿Puedes observar algo más allá de las piernas? - Alis se acerco con sutileza mientras Alessia la miraba con ternura.
- Alas, él es un hada dijo señalando a Serin. ¿Qué haces con un hada? - pregunto con total curiosidad. - UH! Papá se va a morir de saberlo, ¡M-E E-N-C-A-N-T-A!
Comencé a reír por su inocencia, ah, esperaba que no creciera con total rapidez. Había perdido mucho de su infancia, su primer nado, sus primeras clases, cuando yo me fui apenas sabía decir "papá" con esfuerzo.
- Sí, él es un hada y su nombre es Serin. - me gire en dirección a Alessia y le dije - Ella es la mejor amiga que podrías desear y su nombre es Alessia, una excelente bruja. - Arlen y Alina miraban con desaprobación a Adam. - Él - dije señalando al pequeño humano - Se llama Adam, es un excelente agente.
- ¿Es un humano? - Dijo Alis observándome con su mirada sorprendida, sus ojos azules se habían agrandado y un brillo lleno curiosidad.
- Es complicado. ¿Entonces? - dije preguntando a mis hermanas - Creo que papá me estará esperando ¿No?
Ellas asistieron y entraron por la pequeña puerta cubierta de corales, con cautela tome a Alessia y la pose dentro sentándome a su lado y esperando que Serin hiciera lo mismo con Adam.
Algunas cosas no cambiaban, como el hecho de que los caballos marinos aún fueran grandes nadadores, la cobertura tallada en mármol en los asientos y las constelaciones de mamá en el cielo dibujado, ahí donde en largos viajes nos sentaba a escuchar una historia mientras mirábamos la parte más alta. Parece que papá ha mantenido su recuerdo.
El viaje fue aún más callado que él último, algo que parecía imposible y no fue hasta que el castillo se visualizaba en lejanía que escuche la expresión de mis compañeros de viaje.
Una inmensa "O" se formo en sus curvilíneas bocas. Adam se veía muy atractivo...¿Qué eran estas declaraciones? ¡Sal de mi satanás!
Un castillo que resalía a épocas en que ni si quiera la magia era del todo terrestre. Las brujas más antiguas fueron sirenas, manipuladas por Neptuno para protegerlo y él a cambio les permitía tomar todos los recursos que el mar podía ofrecer. La legenda cuenta que la magia negra apareció cuando los humanos iniciaron a habitar la tierra. Una sirena rebelde y tenemos un casi fin del mundo.
Toda la escolta real estaba a fuera de la puerta inmensa de mármol ¿Había una fiesta? No, era por mi llegada, una figura con inmensa corona sobresalía en el centro. La mirada severa de mi padre, días oscuros venían a mi mente, nuestra última pelea y su mirada de desaprobación. ¿A dónde había venido a parar?
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En la profundidad
FantasyDurante siglos, los seres mitológicos han mantenido un equilibrio basado en que ninguno se meterá en la vida del otro y así se lograría reforzar una paz entre varios mundos. Sirenas, hechiceros, hadas, hombres lobos, duendes, y un sin numero de cri...