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Amaría contarte sus sueños.
✧・゚: *✧・゚:*✧・゚: *✧・゚:*✧・゚: *✧・゚:*Los rayos solares pintaban el cielo con colores vivos. Las nubes blancas como la nieve, permanecían en el arte al contemplar el atardecer. El arrebol era la perfección mientras se observaba caer el día, a su vez, las aves revoloteaban por los aires quienes eran los que permanecían libres en un mundo tan cruel. Ellos eran los espectadores de esta vida a borde de la muerte. Los únicos espectadores que podían tener la libertad del nuevo atardecer. La muchedumbre pasaba por las calles, caminando a mano con los menores, recolectando la comida suficiente que beneficiará al caer la noche. Aquellos recorridos que daban con mayor rapidez, eran los más pequeños de casa, al jugar con los demás mientras sus saltos eran de alegría y sin pizca de preocupación. La brisa recorría hasta por cada esquina del lugar, llevando consigo, aquellas hojas de los árboles más altos y bellos del cual apreciar. La brisa recorría hasta para ser disfrutada en nuestras pieles, mientras que era erizada por tal contacto repentino.
Permanecía en cuclillas al observar tan preciadas flores que crecían a los alrededores de los arbustos. Su color amarillento reflejaba tan serena alegría brotar en sus pétalos. Aún recuerdo haber escuchado a Armin decir, que el color amarillo reflejaba la felicidad, optimismo y una energía que resplandece al observarlo. Tiene tantos libros en casa, que me sorprende lo sabio que puede llegar a ser.
–¡Oyee!—Gritaba una voz serena mientras era escuchado sus pasos agitados.—¡Mira lo que encontré!—Inconscientemente giré mi rostro hacia su dirección. Era Armin, aquel rubio con ojos azules como si fuese el mismo cielo.
–¿Qué es lo que sucede, Armin?—Pregunté al colocarme de pie mientras veía como se aproximaba a mí.
–¡Mira esto!—Dijo mostrando un libro rojo como la sangre, en él, era visible la cantidad innumerable de páginas en su interior.—Mis padres lo tenían y lo he tomado prestado, pero eso no importa.—Hablaba entusiasmado mientras abría el libro rápidamente.—¿Ves esto? ¡Aquí dice que en el exterior, hay un enorme lago con agua salada, tiene tanta que los comerciantes se harían millonarios vendiéndola!—Exclamaba con un brillo peculiar en ambos ojos, mientras su rostro reflejaba alegría irradiante.
–Eso es imposible, Armin.—Bufé.
–¡No es imposible! Es más bien, algo que ningún ser humano de nuestra generación a visto.—Pausó mientras buscaba algo en concreto entre aquellas páginas delgadas y sensibles.—¡Aquí está!—Dijo mientras su vista era de esperanza.
–¿Qué fue lo que encontraste, Armin?
–¡Se llama mar!
–¿Mar?
–Sí, mar. Aquel lago enorme con agua salada, se llama mar.—Suspiraba con entusiasmo al hacer una segunda pausa.—¿Te digo algo? A pesar de observarlo en tan sólo un papel, en mi imaginación, yo lo veo aún más perfecto. No sabría como describirlo en tales palabras, simplemente lo veo como algo muy hermoso.—Hablaba con paz al cerrar ambos ojos e intentar llegar a su propio mundo, ese mundo en donde presencia el mar a tan simple vista.—Tú eres como el mar.—Decía al proseguir dentro de su único mundo.
–¿A qué te refieres?
–Me refiero a que, eres como el mar por ser algo muy hermoso.—Soltó sin más, mientras que a los pocos segundos, notó su imprudencia que causó el abrir ambos ojos repentinamente. Quienes observaban en ti, un rojizo expandiéndose por todo tu rostro ante lo mencionado.—¡P-Perdóname, no quise decir eso! E-En realidad sí, pero no así.—Se excusó mientras tomaba unas flores de uno de sus bolsillos; ya que antes de haber llegado hasta tu posición, en el rancho de su abuelo sacó provecho en cortar algunas flores amarillas, ya que en su mente, era planeado llevarlas hacia a ti como un pequeño detalle. —T-Toma, te traje esto.—Ofreció las flores mientras en su mano era visible un temblor que recorría en él ante tu presencia.—Tal vez esto ayude a calmarte.—Dijo finalmente mientras tomabas con delicadeza de ellas.—Ya me tengo que ir, buscaré a Eren para enseñarle esto, sé que le encantará tanto como a mí.—Devolvió una sonrisa tímida con sus pómulos rojos mientras corría por la dirección en la que había llegado, sin antes, de despedirse de su amor secreto al balancear por cada extremo una de sus manos, con tal de hacerle saber, la despedida de ese breve momento.—Hasta pronto, mi lindo mar.—Susurró para él mismo mientras iba en camino hacia en busca de Eren.
Armin es un bebé que hay que cuidar♡.
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━𝗔𝗥𝗠𝗜𝗡 𝗔𝗥𝗟𝗘𝗥𝗧 ፧ ❝𝗬𝗢𝗨𝗥 𝗕𝗢𝗬𝗙𝗥𝗜𝗘𝗡𝗗❞.
Romance🌸En el presente libro, encontrarás historias en las cuales participarás con nuestro personaje principal. 🌸Visualizarás escenarios enfocados en sus reacciones, acciones o pensamientos de Armin Arlert. 🌸Así mismo, encontrarás One Shot's perteneci...