━𝗔𝗥𝗠𝗜𝗡 𝗔𝗥𝗟𝗘𝗥𝗧 ፧ ❝𝗬𝗢𝗨𝗥 𝗕𝗢𝗬𝗙𝗥𝗜𝗘𝗡𝗗❞.

―𝑹𝒆𝒂𝒄𝒕𝒊𝒐𝒏: 𝑰𝒏𝒕𝒆𝒓𝒓𝒖𝒑𝒕𝒊𝒐𝒏.

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¿Cómo reaccionaría en tal acto?
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➹Si Armin estuviese apunto de besarte, lo hará por un impulso que su mismo corazón le ha llamado.

➹Para él, situaciones así son muy preciados entre pareja.

➹Pero si existiese un momento, en donde Eren interrumpe accidentalmente, el rostro de Armin quedaría completamente rojo.

➹Sentiría un miedo pasajero, con tan sólo pensar lo que hubiese pasado si no fuera Eren el que se presentara, a la vez, sentiría prepotencia hacia él por llegar sin un aviso anticipado.

➹Querrá llamarle la atención a Eren por no ser precavido, pero sabrá que no podría hacerlo en el momento, ya que Eren se retiraría al instante.

➹En amabas partes, habrá un tanto de vergüenza . Ya sea, porque Eren fue muy descuidado, y Armin, por no saber controlar su nerviosismo.

➹Estaría en todo momento tartamudeando que no sabrá como calmarse.

➹Su reacción a ello, fuese muy obvia ante los nervios de la situación.

–Princesa...—Llamaba dulcemente.—¿sabes que eres el amor de mi vida?—Preguntaba al aproximar sus labios hacia a ti, colocando sus brazos alrededor de tu cintura mientras eras atraída hacia su cuerpo. Por inercia, rodeaste su cuello con tus brazos al realizar más profundo ese beso que nunca llegó. Sentías como rozaban sus labios apunto de ese toque, hasta que hubo un paro entre ambos al escuchar la puerta crujir a causa de ser abierta.

–¡Armin! Tu gato panzón sigue aquí afue...—Se entrecortó al visualizarlos a ambos en tal posición. Sus ojos se extendieron debido a la sopresa, mientras sus pómulos eran teñidos de un rojo carmín.—D-Diablos, discúlpenme.—Tartamudeaba al sentir los segundos pasar.

–¡Eren!—Gritó exaltado Armin, provocando un rojo brillante esparcirse en todo su rostro, mientras retiraba sus brazos de ti.—¡¿Qué diablos!?

–Ó–Ólvidalo, aquí dejo a tu g-gato panzón, diviértanse.—Sus nervios y la sorpresa le provocaban temor a visualizar a un Armin realmente furioso. Cerró la puerta inmediatamente, sin antes, de dejar a la mascota de Armin dentro de la casa.

–¡Y ya te dije que no le digas gato panzón, ese gato panzón tiene nombre! —Gritó molesto mientras Eren lo escuchaba aún en los pasillos.

–Armin... Tranquilo, todo fue un accidente.—Hablabas en tono de calma mientras sujetabas una de las manos de Armin.

El rubio retiró su mano de la tuya, para envolverte con sus brazos nuevamente. Su cabeza pasó a estar posicionada en tu hombro quien seguía apenado por la circunstancia.

–¿Quién diablos interrumpe el beso de mi princesa?—Decía cabizbajo.—¿Y quién diablos tiene el valor de llamarle panzón a mi gato?