The Mafia - VMin × BTS

T R E S

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Meterse en los asuntos de la mafia, era lo que todos menos querían, si quiera una persona de 19 años como lo era Park Jimin.

Un Omega que apenas sabía lo que era salir a las calles de la ciudad sin ser acosado, tenía miedo, ahora que todos conocían su identidad, ahora que todos sabían que él era el hijo del dueño del imperio Park, que era solo era él, el dueño de cada una de las acciones de sus padres.

Era lunes nuevamente, no había ido a trabajar esa última semana, presentaría su carta de renuncia y tomaría el cargo de su padre en Seúl, desde allí manejaría casi todo con ayuda de su tío, quién al parecer tampoco había sido culpable de lo ocurrido con la familia del Omega.

Lo último que escucho de sus padres, tras su muerte, fue que él había negado hacer convenios para vender y repartir droga mediante la empresa, y al negarse, lo único que hicieron fue matar a su familia.

—Buenos días Señorita Lee— le sonrió- vine a entregar mi carta de renuncia, lamentablemente no puedo seguir trabajando.

—Oh mi querido Jimin, los niños te extrañaran demasiado ¿Crees venir a verlos?

—Lo dudo mucho Señorita Lee, pueden correr mucho peligro mientras yo esté aquí—suspiro decepcionado, quería llorar, había querido seguir trabajando en el jardín, con aquellos pequeños cachorillos de la clase 6.

—Lo entiendo Jimin, suerte con todo y espero volverte a ver— la mujer suspiro— ¿Seguirás estudiando?

—Debo estudiar contaduría o que se yo, debo atender el negocio familiar, lamentablemente no tengo mucho por hacer, pero cambiaré de facultad en estás semanas- su voz se quebraba.

No tenía mucho amigos y la señorita Lee, una Alfa de cabello rizado y negro que le llegaba hasta los hombros, era una de sus amigas, la Alfa no tenía mas de los 26 años, aún era algo joven y no era casada, ni tampoco tenía un Omega, ó en su caso, una Omega

Habían tantas veces en las que a Jimin protegía de todos los alfas maestros o padres que se acercaban a él gracias a ese olor dulzón a durazno que le caracterizaba, a veces hasta él mismo creía que aquella Alfa lo reclamaba como suyo, más sin embargo, él no parecía atraerle en lo más mínimo.

—Gracias por todo Mina, no sé que hubiese sido de mi si tú no me hubieras dado la oportunidad de trabajar como maestro suplente de la clase 6 y no solo de ellos, si no también de los demás cachorros.

—Minie, sabes que te quiero tanto, que eres un chico dulce y tierno, no puedo permitir que estuvieras a la deriva y pese a que tienes todo el dinero del mundo, jamás dejaste que eso te detuviera para tener un trabajo tan noble como lo es ser educador o profesor- la Alfa libero sus feromonas calmando un poco a Jimin, pues aunque él Omega no se diera cuenta, por todas partes estaba su aroma a preocupación y tristeza.

—Gracias, lo que necesiten para los niños, estaré dispuesto a darlo, solo márcame, tienes mi número, dinero, ayuda, transportes, lo que sea estaré para ayudarles.

***

La noche se encontraba más fría de lo común en New York City.

—¿Pero que tenemos aquí?— una voz gruesa y profunda y algo golpeada resonó por todo el lugar— parece que hoy tenemos que hacer el trabajo sucio mi querido Hope

—Vicent, deja de jugar y hagamos el trabajo— se escucho una segunda voz un poco más golpeada que la anterior.

—¿Tú sabes lo que hiciste no?- preguntó el Alfa— Tú sabes perfectamente que a mí jefe no le gusta que jueguen con sus asuntos- se acercó sigilosamente a aquel Alfa de edad mayor.