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Mauro se había levantado por primera vez sin ese dolor de cabeza que todas las mañanas sufría después de una fiesta. 

Se había levantado con ese sentimiento de felicidad en su pecho y como no, muy pronto tendría una pequeña familia. 

Aunque no era algo que pensó en el pasado, ahora le resultaba bastante emocionante poder cuidar a un ser pequeño y que esa mini persona le llamase papá. 

Se levantó de la cama con todas las energías del mundo y con una bella sonrisa, abrió las cortinas, cosa que resultó una mala idea para los ojos de mauro, quienes recibieron toda la resolana causando que los cerrara inmediatamente. 

Se giró, sonrió de nuevo y salió de la habitación dispuesto a despertar de una linda manera a su mejor amigo.

—¡Matías! — grito muy fuerte 

Él nombrado quien estaba entre dormido y despierto sobre el sofá, bufo, tomó la almohada, la estampó contra su cara y trato de tapar sus oídos con esa misma. 

Mauro era una amable persona, eso no se podía negar, pero podía llegar a ser bastante odioso por las mañanas, era muy ruidoso y a veces Matías prefería despertar en medio tráfico que con todo el ruido que hacía mauro y eso que no vivía con él, aunque parecía.

—¡mati! — la voz del rubio se volvió a escuchar y esta vez bastante cerca, Matías gruño y empujó con más fuerza la almohada en su cara.

quería levantarse ir por la cinta que mauro guardaba en el cajón de la encimera de la cocina y pegarla en la boca del menor para que guardara silenció y en sus manos para que no pidiera quitarse la cinta de la boca.

—Mat... — el mayor se levanto con rapidez dando un gruñido de frustración e interrumpiendo las palabras de mauro, mauro se asustó un poco y solo dio un paso hacia atrás y le miro mal. 

Mauro no entendía el mal humor de Matías por las mañanas, solo se levantaba con esa cara de pocos amigos y con ganas de matar a todo ser vivo que se le atravesara. 

Mauro no sabía porque su amigo despertaba de esa manera. 

—¿Que mauro? ¿que?— pregunto spallatti tomando el puente de su nariz con frustración, mauro volvió a mirar mal a su amigo y bufo.

—uy, ya casate...— balbuceo mauro burlón, Matías dio un suspiro cansado, por culpa de mauro iría a la cárcel por homicidio, él peligris le estaba sacando de sus casillas. 

—mauro..—advirtió el pelinegro

Mauro rodó los ojos y se sentó frente a su amigo y sonrío como un completo loco, Matías aun recordaba el porque su amigo estaba tan feliz y él aún seguía creyendo que era una puta locura lo que mauro quería hacer.

Pero su amigo era lo suficiente mayor como para tomar sus propias decisiones. 

—bro, ¿estás seguro de esto? es una completa locura — Matías cuestióno dudoso, estaba nervioso por lo que podía pasar.

—Lo sé, pero sé positivo, mati. — 

Dijo mauro 

rápidamente se levantó y camino hacia el pasillo el cual dirigía a la puerta principal. 

—¡mauro, aun estás en pijama!—grito Matías ahora con una sonrisa burlona en su rostro, el grito de frustración de mauro se escucho y Matías solo rio cuando mauro pasó corriendo frente a él hacia su habitación, él se levantó para ponerse su camisa. 

Cuando ambos chicos estaban listos mauro ahora sin pijama y Matías con ropa que había robado del armario de mauro, ya que Matías descubrió que su camisa olía a cigarro entonces corrió al armario del menor y sólo tomó otra, entro al baño y se dio una ducha, cuando salió, mauro seguía escogiendo qué ropa usar.

Debía recalcar de ninguno de los dos había desayunado y Matías sentía que en cualquier momento se desmayaría, ya que mauro lo saco del departamento diciendo que era bastantes tarde, solo lo subió al auto y emprendieron camino. 

—mauro, relájate. .. — hablo Matías, monzón suspiro tratando de relajarse, pero le era imposible.

El pecoso estaba bastante nervioso y eso se notaba bastante, no solo nervioso sino también emocionado. 

No esperaba la hora de que le dijera que si podía adoptar, eso lo llenaba de alegría.

—No lo entiendes, mati, es..— hizo una pausa y sonrió — ¡es emocionante!— el peli gris dejo salir sus palabras con una alegría que hizo a Matías olvidar el hambre que tenía y le hizo sonreír como un completo estúpido.

Matías podría mostrarse como una persona fría y amarga, pero en su interior había alguien diferente, alguien alegre, divertido, amable, el cual solo aparecía cuando estaba con mauro y Matías no se empeñaba en esconderlo. 

Tampoco era como que le agradaba su parte alegre, pues pensaba que se miraba como un idiota al sonreír siempre, así como mauro solo que él si se miraba lindo. 

En el camino mauro solo se la pasó hablando de lo grandioso que era lo de la adopción, hablaba de lo que le enseñaría al bebé, hasta incluso comentó que le enseñaría a rapear y que lo mantendría alejado de Matías, ya que este hablaba puras groserías. 

—Que no, no soy grosero! — él pelinegro se defendió de la "falsa" acusación que según mauro le había hecho.

— Claro que lo eres ¿acaso olvidaste el accidente con esa anciana indefensa en el supermercado?— preguntó mauro burlón, pero sin despegar la mirada del camino 

Matías bufo recordaba a esa anciana malvada. 

—esa vieja era de todo menos indefensa y en mi defensa, ella era una odiosa.. — Habló de nuevo Matías convencido de que mauro estaba muy equivocado. 

—te peleaste con ella, le gritaste "vieja pasa mal oliente" y fue por un paquete de panquesitos, Matías . — dijo mauro en eso si tenía razón, se había peleado con una anciana solo por una bolsa de pan dulce. 

—¡Mis favoritos!— Grito Matías —  Además me llamó vago, mauro, ¡Vago! - Matías agregó enojado, mauro soltó una fuerte y sonora carcajada. 

Su mejor amigo podía ser grosero y odioso, pero no dejaba de ser en su interior una buena y amable persona.

sin duda era su persona favorita.

Hey primero que nada quiero agradecerle a esas personas que votaron en el primer capítulo, lo aprecio como no tienen una idea

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Hey primero que nada quiero agradecerle a esas personas que votaron en el primer capítulo, lo aprecio como no tienen una idea.

Segundo, perdón si hay faltas de ortografía o fallos en los nombres aveces se me pasan.

Tercero muchas gracias por leer.

Mati, ayudame a adoptar - litcko Donde viven las historias. Descúbrelo ahora